La semaforización por efectos del coronavirus anunciada por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional tomará en cuenta varios factores.

Según Juan Zapata, presidente del COE nacional, serán el número de contagios, la capacidad hospitalaria, la tasa de reproducción del virus, el número de fallecidos, variantes, el exceso de mortalidad y las incivilidades.

Esa semaforización se usará primero en el retorno progresivo y presencial al trabajo para el Gobierno central, que será parcial, y luego en otras actividades.

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Ese regreso está previsto para el uno de julio. Antes, el 25 de junio, se conocerá cómo está la situación nacional.

Zapata sostuvo que esos factores determinarán el color del semáforo de un cantón o de una región, y de acuerdo a eso, en norma nacional, el COE nacional tomará decisiones o se entregará información a los gobiernos autónomos descentralizados para que se refuercen las medidas en sus territorios.

Quienes mejor se comporten y tengan mejores datos epidemiológicos podrán tener una reactivación mucho más rápida

Juan Zapata, presidente del COE nacional

Con esos factores, explicó Zapata, se hará una matriz, que de acuerdo a su ponderación establecerá la semaforización en rojo, amarillo o verde.

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“Si está en rojo, inicia con un 20 % de aforo; amarillo, 30 (%); y verde, un 50 (%). Pero en ningún caso será aforo total, al 100 %”, indicó a modo de ejemplo.

En abril del 2020, el COE resolvió el uso del sistema de semaforización en rojo, amarillo y verde, el cual consiste en implementar restricciones específicas en cada cantón, de acuerdo a su realidad; y desde el 4 de mayo del 2020, los municipios tienen la competencia de adoptar las medidas correspondientes a cada color, una vez que informen su decisión al COE.

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Así consta en la página web del Servicio de Gestión de Riesgos, en donde además hay una semaforización cantonal y de reapertura de playas.

Se explica que, de los 221 cantones que hay en Ecuador, 23 cantones están en rojo, 187 en amarillo y 11 en verde.

Zapata sostuvo que ese es un semáforo sanitario, pero no se ha medido con datos epidemiológicos.

En Guayaquil, en cambio, se aplican niveles de alerta epidemiológicos luego de que finalizó, el pasado 20 de mayo, el último estado de excepción, con tres indicadores claves.

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Tres son los niveles de alerta contra el COVID-19 en Guayaquil

Factores para semaforización

El riesgo de contagio de COVID-19, indicó la Escuela Politécnica Nacional, al 10 de junio es bajo en ocho provincias y moderado en las restantes. Además, el número efectivo de reproducción es menor a uno en las 24 provincias.

De acuerdo a Carlos Oporto, quien analiza datos del COVID-19, en Pichincha las unidades de cuidados intensivos (UCI) están al 100 %, similar a Azuay y Guayas con el 90 %. Adicionalmente, la positividad es mayor al 20 %.

En Quito, por ejemplo, la capacidad hospitalaria sigue complicada, aunque hay un descenso de casos confirmados desde hace más de un mes. La semana pasada (entre el 7 y el 13 de junio) hubo 436, cuando entre el 3 y 9 de mayo fueron 3.071 casos.

La ocupación de camas de cuidados intensivos estaba en un 95 % y la lista de espera era de 76 pacientes. Al 22 de abril hubo 168. A mayo la mortalidad en exceso era del 88,8 %.

La ministra de Salud, Ximena Garzón, el pasado jueves, dijo que en todas las provincias las UCI estaban copadas al 100 %.

“Existen más de cien personas, por ejemplo, en espera solamente aquí en Quito para que sean admitidas en los hospitales en UCI. La situación sigue siendo crítica, pese a que nosotros hemos disminuido la cantidad de contagios, pese a que la positividad viral ha bajado, pese a que la cantidad de fallecidos ha disminuido, las camas de UCI siguen congestionadas”, dijo la funcionaria.

La situación hospitalaria en Ecuador sigue complicada según el Gobierno

Acerca de la semaforización, Fernando Sacoto, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Salud Pública, sostuvo que el análisis de la situación de cada cantón con información confiable, que no la hay en la medida deseada, debería generar decisiones consecuentes con tal situación, en términos de restricciones de movilización, concentraciones poblacionales, etc.

Sobre el retorno presencial al trabajo, para Sacoto es apresurado. Argumentó que los mecanismos de control de la pandemia siguen siendo insuficientes.

Para María Belén Mena, quien tiene una maestría en Salud Pública, el semáforo es una medida que se construye a partir de datos de monitoreo y rastreo activo de casos y de contactos, por lo que, a su criterio, es imprescindible que se incremente la oferta de pruebas diagnósticas.

Pablo Zambrano, presidente de la Cámara de Industrias y Producción, mencionó que sin condiciones de salud adecuadas no se puede volver a trabajar pero lo importante es el plan de vacunación y seguir aplicando los programas de bioseguridad.

Para la semaforización también se tomará en cuenta cómo marcha el plan de vacunación 9/100. (I)