Ibarra

Un policía con tres años en la institución que prestaba hasta la mañana de hoy sus servicios en el Distrito Ibarra habría contratado a dos presuntos sicarios en esta ciudad para asesinar a la madre de su hija, pero la bebé de siete meses resultó alcanzada por un disparo.

La mujer habría sido abordada por los dos delincuentes, en el sector El Priorato, quienes le propinaron varios golpes y la hirieron. Durante el forcejeo, la percusión de un disparo atravesó el cuerpo de la criatura, ingresando por el hombro izquierdo y saliendo por el derecho, provocándole la muerte.

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Una vez que se escucharon los disparos en este sector, ubicado en el norte de esta urbe, vecinos reportaron el acto violento al ECU911. Hasta el lugar llegaron policías de varias dependencias, para iniciar la búsqueda de los dos sujetos.

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Utilizando un helicóptero aeropolicial y drones lograron identificar a los antisociales escondidos en la vegetación, cerca de la laguna de Yaguarcocha. El vestuario los delató y la moto fue localizada a pocos metros.

Fotografías captadas por testigos del hecho cuando huían los malhechores sirvieron para reconocerlos y atraparlos, en medio de una muchedumbre que quería hacer justicia con mano propia.

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Fausto Salinas, director nacional de Operaciones de la Policía Nacional, informó que encontraron dos armas de fuego percutadas, un revólver y una pistola calibre 9 mm.

Paralelamente, en un taxi que circulaba cerca de la unidad policial fue aprehendido el autor intelectual (policía) Luis Andrés L. T., oriundo de Naranjito, quien al parecer intentaba huir.

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Freddy Sarsoza, director nacional de la Dinased, destacó la acción de una policía motorizada que lo detuvo.

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Sarsoza lamentó el hecho y se solidarizó con los familiares e indicó que la mujer ya salió del hospital del IESS de Ibarra, donde fue trasladada después del ataque.

Salinas hizo conocer que los presuntos sicarios son de nacionalidad ecuatoriana, uno de ellos registra antecedentes relacionados con sicariato, robo y juicio de alimentos.

El oficial agregó que se presume que querían matar a la mujer, ya que había pagos pendientes del uniformado ahora detenido por paternidad, por lo que contrató a estas personas para que cometan el delito.

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Hay consternación e indignación en la población ante estos hechos que se vuelven recurrentes y que evidencian que estarían operando en Imbabura organizaciones dedicadas al sicariato. (I)