Portoviejo-Ambato-Machala

El retorno progresivo a las aulas de clases se inició este lunes 7 de junio con el cumplimiento de las medidas de bioseguridad en 1.031 unidades educativas del país, principal condicionamiento ante la pandemia de COVID-19 que suma 432.739 contagiados a nivel nacional hasta la actualidad.

La ministra de Educación, María Brown, visitó el colegio fiscal Eduardo Salazar Gómez, en Quito, para corroborar el desarrollo de la jornada con los estudiantes de esa institución.

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La funcionaria de Gobierno detalló que cerca de 120.000 estudiantes están en las 1.301 instituciones educativas autorizadas en el país para la vuelta a las actividades presenciales, una vez que presentaron el Plan Institucional de Continuidad Educativa (PICE). “No todos ellos (del total de estudiantes) vuelven de manera presencial, es un ejercicio pequeño comparado con un universo de 4,4 millones (de estudiantes)”, indicó y agregó que se están revisando solicitudes de otras 4.000 instituciones de retorno paulatino y progresivo.

La reanudación de la asistencia a las sedes de los colegios se replicó en diversas provincias, la mañana y tarde de este lunes.

En Manabí, ocho de veintiún alumnos inscritos, de cursos entre cuarto y séptimo, llegaron puntuales a la escuela unidocente Justino Cornejo Vizcaíno, la primera cuyas autoridades y padres de familia aceptaron volver a clases semipresenciales en Portoviejo.

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Este plantel, ubicado en el recinto Chacras Adentro de la parroquia Riochico, es dirigido por el profesor Daniel Vélez y es el primero de cinco establecimientos educativos habilitados en Manabí en volver a clases semipresenciales, tras más de un año de emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19.

Hoy, algunas madres acompañaron a sus hijos que asistieron a pie o en bicicleta al primer día de retorno a las actividades en las aulas. Emily, estudiante de la entidad educativa, dijo sentirse emocionada por volver a clases en el aula. “Yo vengo a estudiar porque quiero ser doctora y así curar a la gente”, indicó la menor de 11 años.

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Al ingresar al aula, el profesor Daniel Vélez colocó gel antibacterial en las manos de los estudiantes para posteriormente dialogar sobre la situación epidemiológica que vive el mundo y los cuidados sanitarios como el distanciamiento social y el uso de la mascarilla.

María Zamora, madre de familia de uno de los estudiantes, señaló que en algunos casos ha sido difícil el proceso de clases virtuales o a través de cartillas, ya que en las clases por vía telemática en algunas ocasiones no había dinero para recargar internet en el teléfono.

“Por eso traemos a los niños con la idea de que sigan aprendiendo porque en casa no somos los mejores indicados de enseñarles, un profesor sabrá guiarlos mejor”, dijo Zamora.

Pese a sus esfuerzos, María Giler sostuvo que su hijo tiene dificultades para aprender Estudios Sociales.

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Por ahora, en el caso de este plantel ubicado en la zona rural de Portoviejo, recibirán clases en dos grupos, cada uno máximo dos horas, y hasta tres veces a la semana (lunes, miércoles y viernes).

En la jornada matutina acudieron 17 de 21 alumnos inscritos divididos en dos grupos. El primero, de ocho estudiantes, estuvo de 08:00 a 10:00, mientras otros nueve asistieron de 10:00 a 12:00, se indicó.

“En función de la necesidad de los niños iremos replanteando y redefiniendo esta planificación inicial”, afirmó Doris Guamán, subsecretaria de Apoyo, Seguimiento y Regulación del Ministerio de Educación.

Ocho niños asistieron a escuela manabita en primer día del plan de retorno voluntario y progresivo a clases presenciales. Foto: Neptalí Palma

Guamán estuvo esta mañana dando la bienvenida a los estudiantes, quienes se mostraron alegres por volver a las aulas tras 16 meses de ausencia.

La funcionaria señaló que en Manabí hay cerca de 200 planteles que han solicitado iniciar el proceso de recibir clases en forma semipresencial. “Hemos hecho mucho énfasis en que es voluntario, si en algún momento la comunidad decide que hay que suspender la semipresencialidad, pues queda a discreción de la comunidad”, dijo Guamán.

Agregó que los otros cuatro planteles habilitados para retornar a clases semipresenciales en Manabí lo harán este miércoles. Los demás planteles autorizados en la provincia se distribuyen de la siguiente manera: dos en Santa Ana, uno en Jipijapa y otro en Pedernales.

39 instituciones vuelven a clases presenciales en la provincia de El Oro

Acto de bienvenida a estudiantes de la Escuela de Educación Básica Provincia de El Oro. Foto: El Universo

En la Unidad Educativa Básica Provincia de El Oro, ubicada en el sitio Tillales, del cantón El Guabo, retornaron 78 de 175 niños a clases a través de la modalidad semipresencial, la mañana de este lunes 7. Esta es una de las 39 instituciones educativas de la provincia que cuentan con los planes aprobados por el Ministerio de Educación y el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional.

La ceremonia de inauguración se realizó la mañana de este lunes con la presencia de la coordinadora zonal 7 del Ministerio, Magda Salazar. “En El Oro tenemos un total de 560 instituciones educativas, de ellas solo 39 fueron autorizadas para el retorno a clases presenciales”, señaló la funcionaria.

Para el retorno a clases las instituciones educativas cuentan con los PICE, aprobados por el Ministerio de Educación. Entre algunos de los puntos consta que los padres de familia firman la autorización de estar de acuerdo en que sus hijos vayan a las aulas.

Las unidades educativas proponen las medidas de bioseguridad y los horarios en que van a trabajar de manera presencial. La asistencia se dará de manera alternada, es decir, no asistirán todos los días, ni tampoco en jornada completa.

Además, los estudiantes no tienen receso con el fin de evitar aglomeraciones en espacios comunes o que los niños se contaminen al momento de comer, detalló Salazar.

En la provincia de El Oro, un total de 797 estudiantes y 142 profesores retornan a las clases semipresenciales.

En Tungurahua

Mientras tanto, este lunes desde antes de las 07:00 comenzaron a llegar las estudiantes de la Unidad Educativa Las Américas, en la ciudad de Ambato. Primero los asistentes se lavaron las manos, luego pasaron por la medición de la temperatura y desinfección antes de ingresar a las aulas y talleres en el primer día de retorno voluntario a clases presenciales.

Las estudiantes reflejaron la alegría porque advirtieron que con algunas de sus compañeras se vuelven a encontrar desde el comienzo de la pandemia el año anterior.

Además, dijeron que al ser la carrera técnica podrán hacer sus prácticas en los talleres, ya que consideraron que no es lo mismo hacerlo de manera virtual.

Por su parte, una de las maestras de la unidad educativa informó que son diecisiete las alumnas cuyos padres de familia de manera voluntaria autorizaron que regresen a las aulas.

Añadió que con el fin de evitar contagios se adoptan todos los protocolos de bioseguridad antes del ingreso de las estudiantes, además de que no todas entran en el mismo horario porque se distribuyeron en dos grupos, a fin de mantener el control de las medidas sanitarias.

En la Unidad Educativa Sagrada Familia también comenzaron las clases presenciales. Sonia Sisa dijo que como madre de familia está consciente de que puede haber algún riesgo por el avance de la pandemia, por esa razón conversó con su hijo para que siga todos los protocolos de bioseguridad para evitar que resulte afectado con el virus.

“Debe haber corresponsabilidad de los padres de familia y de los docentes, además mi hijo es responsable para que no se esté sacando la mascarilla. Y con las clases presenciales voy a evitar que esté mucho tiempo en el internet ya que tengo que salir a trabajar”, aseveró.

Dos instituciones rurales iniciaron clases presenciales en Los Ríos

Con entusiasmo, Jordana Valle, de 7 años, ingresó al aula asignada en la escuela de educación básica La Marina, localizada en el recinto que lleva el mismo nombre, en la parroquia rural San Carlos de Quevedo, provincia de Los Rïos.

La niña, que no visitaba su colegio desde hace más de un año, dijo que le gustaba la idea de retornar a clases presenciales, ya que en el aula y en compañía de su maestra y compañeros aprende más, según ella. Aquello fue replicado por su madre, Génesis Crespo, quien acompañó a la estudiante hasta el plantel.

“Con el cuidado respectivo decidí traer a mi hija a su escuela, en casa trabaja poco y no es fácil motivarla para que realice sus tareas, aquí la veo con mejor ánimo y entusiasmo, se están siguiendo todos los protocolos de bioseguridad para evitar que se contagien ella y sus compañeros”, dijo la representante.

Amada Herrera, maestra unidocente de esta unidad educativa, consideró necesario que todos se esmeren en cuidar a los niños respetando el distanciamiento social y los protocolos de bioseguridad, por lo que las clases solo duran una hora, y se dictan por grupos de lunes a viernes. “Los niños deben ser nivelados y qué mejor si la maestra los acompaña en esta etapa importante de su vida, que son los estudios básicos. Los estudiantes que asisten a las clases presenciales lo hacen de manera voluntaria, apoyados por sus padres”, explicó la docente.

Liliana Litardo, directora distrital de Educación Quevedo-Mocache, asistió a la inauguración de las clases presenciales en la escuela La Marina. En su discurso dio la bienvenida a los estudiantes y padres y luego hizo la entrega de los textos escolares e informó que en las semanas posteriores se les repartirán los uniformes por parte del Gobierno nacional.

La funcionaria también mencionó que la escuela de educación básica Galo Merizalde, ubicada en el recinto Villafranca, de Quevedo, es otro de los planteles que retomaron las clases presenciales y que son trece las instituciones que han solicitado el regreso a las aulas, pero que se analizan esas peticiones con el Ministerio de Educación para que así puedan formar parte del Plan de Retorno Progresivo.

“Solo dos planteles educativos rurales fueron autorizados para la presencialidad en Quevedo y la provincia de Los Ríos, se trabaja en otros planteles más, asimismo rurales, debido a que por la falta de conectividad de internet o problemas de energía eléctrica se les dificulta seguir la secuencia de sus estudios, tanto a maestro y alumnos. La idea es que no haya más deserción escolar, poniendo como prioridad el cuidado de la salud de los docentes y estudiantes”, dijo Litardo.

Los maestros de estos dos planteles educativos ya han sido inmunizados con las dos dosis de la vacuna contra el COVID-19, aseguró la titular de Educación del distrito Quevedo-Mocache.

La directora distrital informó que se invirtieron $ 7.000 para la restauración y adecuación de las dos unidades educativas. (I)