El alcalde de Quito, Santiago Guarderas, en una carta dirigida al presidente Guillermo Lasso le plantea que evalúe la pertinencia de un nuevo estado de excepción para la capital de la República.
El argumento de Guarderas es que se han constatado actos de barbarie en la ciudad, en la que ciertos grupos violentos atacan a la ciudadanía con piedras y palos, incendian bienes inmuebles, bloquean vías, ponchan y queman las llantas de los vehículos, saquean y dañan la propiedad pública y privada, generando temor y pánico.
Lasso, el pasado 25 de junio, puso fin al estado de excepción que estaba vigente en seis provincias del país.
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El 20 de junio, el mandatario, a través del Decreto 459, había dispuesto restricciones en las provincias de Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo y Pastaza.
En el Decreto 461, firmado el 25 de junio, se dio por terminado el estado de excepción por grave conmoción interna. En el documento se explica que, por la movilización de las Fuerzas Armadas y su participación, fue posible mitigar y controlar las causales que dieron lugar al anterior decreto, “logrando así recuperar el orden público, la seguridad e integridad de todas las personas, así como la adecuada provisión de servicios públicos y el desarrollo de actividades económicas”.
Guarderas agregó que hay nuevas convocatorias de asociaciones, gremios, movimientos sociales a un levantamiento masivo que son utilizados por delincuentes para generar violencia y caos, que atentan contra la vida, la paz, los derechos y libertades.
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Aseguró que el Municipio de Quito, de acuerdo con sus competencias, ha podido mantener activos los servicios de agua potable, recolección de basura, transporte y mercados, así como limpiando y habilitando vías.
Pidió que se refuerce la seguridad en la ciudad y que todo el personal y recursos de la fuerza pública la salvaguarden y si para ello es necesario, se evalúe un nuevo decreto de estado de excepción. (I)