24 de Mayo, MANABÍ

Cinco jóvenes esperan pacientemente cerca de una llave pública llenar las canecas con agua potable en un lugar ubicado a pocos pasos del edificio del Municipio del cantón 24 de Mayo. Vecinos del sector indican que la llave de donde captan agua pertenece al cabildo.

Es una actividad que la realizan casi a diario jóvenes como Anthony Piguave, quien reside en la calle Bogomil Trampuz, a unos cinco minutos de donde se encuentra la llave. Allá no llega la dotación de agua por tubería, debido a que la presión no es potente y ellos residen en una zona alta.

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Para que Piguave, de 18 años, llene un tanque con agua requiere de nueve canecas de 20 litros. Cumplir esa tarea le genera realizar varios viajes en su motocicleta durante una hora y así tener el líquido.

Pero otros como Julián Suárez demoran hasta 90 minutos para llenar un tanque, pues él debe llevar también el agua en motocicleta hacia su comunidad Santa Rosa, que se encuentra a diez minutos del centro de Sucre, la cabecera cantonal, y en donde está la toma de agua de la que aprovechan varias personas.

“Solo llevo dos canecas porque se pueden caer si llevo cuatro en la motocicleta, ya que la carretera está pésima”, mencionó Suárez.

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Sucre, MANABÍ. Jóvenes deben hacer cola para captar agua pootable de una llave pública, la única forma de acceder al líquido, debido a que sus viviendas se encuentran en zonas periféricas. Foto: El Universo

En Municipio de 24 de Mayo llevan cerca de siete meses sin culminar una sesión de Concejo; créditos ‘se pierden’ por inacción

Este cantón manabita no cuenta con un sistema de agua potable propio, depende del agua que provee el cantón Santa Ana desde la planta de tratamiento de El Guarumo, una estación que tiene diversos problemas por su vetustez y que cada cierto tiempo generan la suspensión en la dotación de agua potable.

El cantón 24 de Mayo parece una población detenida en el tiempo. De no ser por locales comerciales parecería una localidad donde la modernidad no llega. Apenas dos cooperativas de ahorro y dos locales bancarios de tienda son la presencia de entidades crediticias en un cantón donde el dinero en mano es común, así como los chulqueros que cobran los créditos que entregan sobre todo a pequeños comerciantes.

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La localidad, en cambio, sí cuenta con un moderno mercado de abastos y mariscos construido desde hace cuatro años, y que incluso el Municipio ya paga las cuotas del crédito al Banco de Desarrollo del Ecuador (BDE), pero que no lo ocupan porque se debe hacer una reforma a la ordenanza que estipula su utilización.

Mientras el mercado está cerrado, a un costado se encuentra lo que se denomina el mercado de mariscos, un lugar obsoleto, donde se mantienen la carne y mariscos a la intemperie y solo protegidos por congeladores también vetustos.

Pedro López, comerciante de pescado, concuerda en que a 24 de Mayo le hacen falta muchas cosas, que las autoridades han fallado, que viven en constante discusión y que los únicos perjudicados son sus habitantes.

Bloquean vía de acceso al cantón 24 de Mayo por falta de agua potable

Del mercado nuevo señalaron que en los próximos días ya lo utilizarían, pero los comerciantes prevén que las ventas disminuirían porque el comercio informal acecha al cantón y no hay control de ningún tipo.

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Zelena Bonilla, comisaria municipal, indicó –en una transmisión realizada en la página de Facebook de este cabildo– que se ha realizado una limpieza y que se dará un mejor servicio a la colectividad.

“En realidad las condiciones en que están (comerciantes que han permanecido años en local protegido por plásticos en algunas partes) han sido infrahumanas, hemos tenido la suerte de que la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) no nos haya clausurado jamás, porque las condiciones eran antihigiénicas”, declaró Bonilla.

Ligia Ortega, vecina del nuevo mercado, lamentó que las pugnas en el Municipio tengan casi en el olvido a 24 de Mayo. “Las carreteras en los campos unas son buenas, otras son bastante malas, aquí hace falta hasta una terminal”, declaró la mujer.

Caminar por las calles adoquinadas del centro de Sucre muestra cómo es el convivir de su gente. Incluso, a falta de un medio de comunicación escrito propio, hay una especie de boletín de prensa, una hoja tamaño A4, que es el medio que se distribuye gratuitamente bajo el título “El Trueno”, que es firmado por Alcibiades Macías.

En la última edición, Macías pedía que el alcalde de este cantón, Duval Valeriano, iniciara acciones legales en contra de los concejales que no realizan sesiones.

24 de Mayo es uno de los cantones considerados más pobres del Ecuador, con necesidades básicas insatisfechas. Incluso en el último censo de población y vivienda, realizado en el 2010, se tuvo el registro que cerca del 20 % de su población era analfabeta.

Sucre, MANABÍ. Situación actual del lugar donde se venden mariscos. Foto: Neptalí Palma

Por pedido de la mayoría del Concejo municipal ante el Tribunal Contencioso Electoral, el alcalde ha afrontado en dos ocasiones la revocatoria de su mandato y estas han sido denegadas. Él indicó que pese a que no han sesionado, los cinco concejales, incluida la única que está a su favor, han cobrado 56.000 dólares por unas 28 sesiones de Concejo no culminadas.

“Lo que queremos es trabajar, y que se unan, pero estas pugnas están a punto de que no consigamos créditos para compra de maquinarias y hasta para proyectos de agua”, relató Valeriano.

Alberto Pin, concejal de mayoría y que cuestiona el accionar del alcalde Valeriano, indicó que se habrían detectado algunas irregularidades bajo la decisión del representante legal del cabildo de 24 de Mayo.

Segundo Triviño, taxista, cree que el pueblo ha sido el único perdedor, en una ciudad que no tiene proyección, el agua potable depende de otro cantón, y en donde hasta los servicios de salud del sector público son escasos.

Eso lo corrobora Manuel Chávez, una persona con discapacidad y que padece diabetes. Aseguró que ante la falta de medicinas para el tratamiento de su enfermedad catastrófica, tiene que acudir a métodos caseros para mantener bajos los niveles de glucosa.

A la falta de pastillas que deben de proveerle en el centro de salud de Sucre, compra hiel de vaca, que la mezcla con un poco de cola que tenga bajo nivel de azúcar, combinación que tras licuarse la toma.

El actual mercado construido desde hace cuatro años está listo, pero aún no es utilizado. Foto: Neptalí Palma

“Y si no hay eso, pues me tomo un vaso de currincho (aguardiente de caña de azúcar) y así controlo el azúcar (diabetes)”, señaló Chávez.

El desencanto se extiende a las comunidades. Gúber León, residente en el sitio Punta de Piedra, ubicado a escasos siete minutos del centro de Sucre, señaló que pese a que se reúnen y envían oficios, hasta para arreglar una luminaria la respuesta siempre es nula.

“Aquí no viene nadie, fíjese usted las carreteras son pésimas, en invierno es difícil salir, y solo se acuerdan de uno en campaña. Este Municipio no hace nada”, respondió León, mientras ponía a secar maní que esperaba venderlo en los próximos días.

Este martes 24 de mayo, desde las 10:30, hay un nuevo llamado de sesión de Concejo, pero pocos tienen la esperanza de que culmine, en medio de pedidos de cambio de mentalidad de sus autoridades, esto mientras sus habitantes aún deben buscar agua en pozos y hasta en llaves para satisfacer la carencia del líquido en épocas que no hay abastecimiento o porque por su geografía no se pueda recibir (I).