Una tercera ola de migración de los consumidores de gasolina súper a gasolina extra o ecopaís se vive en estos días en el Ecuador. La participación de la gasolina súper en el mercado ecuatoriano se ha venido reduciendo de forma importante y podría reducirse aún más en los siguientes meses. El incremento de su precio que está liberado desplaza cada vez más a este combustible menos contaminante, aunque a la par, la necesidad de los autos nuevos y de alta gama de usar un mejor combustible, le mantiene en la lucha. En medio de esta situación, las comercializadoras y distribuidores aplican sus propias estrategias para atraer a los clientes.

De acuerdo con Oswaldo Erazo, director ejecutivo de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petroleo (Camddepe), la gasolina súper ha tenido tres puntos de inflexión en estos años que le han llevado a bajar su participación en el mercado de combustibles. Este combustible ha perdido mercado al pasar del 13 % en 2011 al 4,2 % en enero del 2022. El resto del mercado se lo lleva la gasolina extra y eco con 50 % y el diésel con el 45,8 %. Para febrero, marzo o abril, ya la participación podría llegar al 3 %, vaticina Erazo.

¿Qué daños puede sufrir el vehículo al cambiarlo de gasolina súper a extra o eco?

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Entre tanto, Pablo Orozco, de Petróleos y Servicios (P&S), coincide en que “en el Ecuador lo que manda es el precio”, y que tras la dramática subida registrada, primero por la reactivación tras la pandemia y luego por la guerra en Ucrania, llevará a una nueva pérdida de mercado para la gasolina liberada que podría quedar hasta en un mínimo de 2 %.

Sobre el tema, Erazo recuerda que la primera reducción que sufrió la súper fue en 2012, cuando el Gobierno de ese momento mejoró el octanaje de las gasolinas extra y súper. La primera subió de 82 octanos a 87 octanos, mientras la súper subió de 89 a 92 octanos. La mejora de la extra hizo que muchos prefirieran ese combustible por el precio.

Sin embargo, el mayor cambio se dio cuando en agosto del 2018 se incrementó el precio y en diciembre del mismo año se la terminó liberando. Ahí muchos consumidores se pasaron al otro combustible de menor calidad.

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Ahora, tras la escalada del precio del crudo que en estos días ha llegado hasta $ 116 por barril, una nueva ola migratoria de consumidores de súper hacia la extra ha vuelto desde febrero y esta se podría recrudecer en marzo y abril. Algunas voces han calculado el incremento en marzo por sobre los $ 4 y para abril llegaría a mayores rubros. Esto, sobre todo si se toma en cuenta que ahora mismo la gasolina internacional por ejemplo en California está en $ 5,35 la regular y $ 5,55 la súper.

Orozco, por su parte, piensa que este 12 de marzo sí se verán incrementos importantes en el precio, considerando que seguramente las comercializadoras tratarán de adelantarse a lo que continúe ocurriendo en los meses siguientes, en los cuales la tendencia seguiría siendo al alza.

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Entre tanto, Erazo explica que aunque la gasolina súper que se vende a nivel del país es toda de la misma calidad, pues existe un solo proveedor que es Petroecuador, los precios se mueven con base en un precio liberado, pero cada comercializadora o incluso cada distribuidor colocan un precio que obedece a sus propias estrategias de venta. Por ejemplo hay quienes quieren ganar clientes y ubican precios más bajos, incluso que los sugeridos por la autoridad. Otros tienen precios mayores ofreciendo aditivos especiales en el combustible.

Petróleos y Servicios ha generado unas bajas importantes, pero según Orozco, esto ha sido más bien decisión particular de ciertos distribuidores con el objetivo de ganar mayor clientela.

De otro lado, la pérdida de mercado, dice Erazo, tiene varias repercusiones. Se está migrando de un combustible no subsidiado a uno subsidiado, lo cual afecta las arcas del Estado. Además, se presentan efectos ambientales, pues gana terreno un combustible menos amigable con el ambiente y también consecuencias para los consumidores que más temprano que tarde verán afectados sus motores, por la mala calidad de la gasolina. Además se debe reflexionar que en Ecuador “se cobran precios liberados de la gasolina súper cuando la calidad no es de gasolina súper”.

En Ecuador al momento hay dos tipos de gasolinas: la extra y eco con 87 grados y la súper con 92. Sin embargo, hay vehículos de alta gama cuyas especificaciones piden que la gasolina sea mínimo de 95 octanos. Además la gasolina ecuatoriana que es una mezcla del combustible producido en refinerías y la importada, tiene hasta 400 partes por millón de azufre, cuando la norma recomendada es de 30 partes, cuenta Erazo. Esto se constituye en un limitante para la modernización del parque automotor, opina. Por ello Erazo opina que se debe repensar el tema de las mezclas.

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Entre tanto, Orozco dice que una propuesta en construcción de algunos sectores podría ser importar gasolina mejor que la extra, de 89 octanos que podría captar ambos sectores del mercado, a quienes ya no quieren pagar por una súper tan cara y quienes pueden preferir una gasolina de mejor calidad que la extra para sus vehículos. Entre tanto, comenta que ha habido un pedido desde la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador para que las empresas importen gasolina de 95 octanos. Sin embargo, por ahora, ambas alternativas se vuelven cuesta arriba por la dinámica de los precios.

Actualmente en el Ecuador existen 17 comercializadoras, entre las cuales hay al menos tres internacionales: Terpel, Primax y Shell. Esta última que ya está actuando en el país con dos importantes gasolineras que antes formaban parte de la franquicia de Petroecuador. Tanto las nacionales como las internacionales se han calificado en grupo o individualmente como abastecedoras para la importación de derivados. Sin embargo, mientras el mercado de la súper siga perdiendo campo y mientras la gasolina extra y eco sigan congeladas, el negocio no resulta atractivo. (I)