En los últimos quince meses de la vigencia de la política de liberación de los precios de los combustibles, las gasolinas extra y extra con etanol (ecopaís) y el diésel han experimentado un incremento de entre los 63 centavos y 65 centavos de dólar, respectivamente.

Fue en el gobierno pasado de Lenín Moreno que se expidió el decreto ejecutivo 1054, con el que se dispuso que desde el 20 de mayo de 2020 rija un nuevo sistema de comercio de combustibles, que implicó una disminución inicial y la posterior implementación de bandas móviles de control de los precios de los tres tipos de combustibles.

Ese sistema determinó que el precio base para la gasolina extra y ecopaís era de $ 1,75 y del diésel 2 y prémium a $ 1.

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Se justificó en ese entonces que la medida de banda móvil del 5 % permitirá que los precios “no se disparen” por el aumento en los costos del barril del crudo referencial WTI. Esto entró en vigencia el 1 de julio de 2020 y su cumplimiento está a cargo de la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales No Renovables (ARC).

Desde este domingo regirán nuevos precios en los combustibles: el galón de diésel costará $ 1,65 y la gasolina extra $ 2,39

Justamente este 11 de septiembre, la ARC publicó los nuevos precios de los derivados, para lo que el galón de gasolina extra y ecopaís incrementó a $ 2,39 y el galón de diésel a $ 1,65, que estarán vigentes hasta el 11 de octubre.

A diferencia de agosto y los primeros diez días de septiembre, el alza es de once centavos para la extra y cinco para el diésel.

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En el caso de la gasolina súper, son precios liberados. Y hasta ayer superaban los $ 3,30, en varias gasolineras.

En tanto, desde julio del 2020 el aumento para la extra y ecopaís fue de 63 centavos y el diésel de 65 centavos de dólar, de acuerdo con los registros de la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados de Petróleo.

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El director ejecutivo de la Cámara, Oswaldo Erazo, explicó que esta fluctuación tiene como objetivo “no solo eliminar los subsidios, sino que se ajusten a precios internacionales”.

Pese a estos incrementos, el diésel aún sigue siendo subsidiado en al menos 67 centavos, según el directivo.

Él critica que, pese a que la gasolina se va ajustando a costos internacionales, no se está ajustando a la calidad. “Colombia tiene precios más bajos y mejor calidad, lo que da a entender que no solo estamos subsidiando el combustible, sino también se están subsidiando ineficiencias en la producción y comercialización de la estatal petrolera Petroecuador”, dijo Erazo.

Su estimación es que a finales del 2021, la gasolina extra tendría que alcanzar un precio de venta de $ 2,50 para que esté sin subsidios y la ecopaís en $ 2,60; aunque en Colombia el precio actual bordea los $ 2,20. “Ahí quedan dudas sobre cómo están calculando los subsidios; y si está mal calculada la tabla de subsidios, los precios también estarían mal calculados”, afirmó.

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“He sido un crítico a los subsidios y he estado de acuerdo en que se vayan eliminando paulatinamente, pero con datos transparentes, con cálculos técnicos que nos demuestren que esos subsidios son los que dicen”, añadió.

El analista económico Jorge Calderón aclaró que cuando el precio del barril WTI sube a nivel externo, eso “impacta en las bandas” de precios nacionales.

Las estimaciones, según Calderón, son que el próximo año los precios del barril WTI alcancen los $ 80 o superen esa banda y los costos sigan aumentando.

“Esta es una nueva fórmula del cálculo de los precios y probablemente esto continúe hasta finales del año, lo que se trasladará hasta el primer trimestre del 2022”, indicó Calderón.

Si bien cree que no se debería continuar con la política de subsidios, como lo plantean sectores sociales, los transportistas deberían propender con más eficiencia en el traslado de los productos para evitar el incremento de los costos.

Por su parte, el Gobierno nacional debería buscar medidas más paliativas, para beneficiar a esos sectores, como reducir aranceles de los repuestos de transportes de carga pesada.

Sindicalistas y sectores sociales afines convocan a nueva movilización el miércoles en contra del gobierno de Guillermo Lasso

“La vía de aumentar gasto (con subsidios) no va a ser posible. Hay que ver cómo se puede hacer más eficiente a los transportistas y a todos los sectores que utilizan combustible, para que puedan reducir costos mediante otras alternativas”, opinó Calderón.

Esta política encuentra voces críticas. José Villavicencio, presidente de la Unión General de Trabajadores (UGTE), criticó al gobierno de Lasso porque permite que mensualmente el “pueblo amanezca con un nuevo incremento”, por lo que exige que se resuelva congelarlos hasta encontrar una alternativa de compensación.

Este punto será uno de los ejes que motivan las protestas de este miércoles, convocadas por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y sectores afines, como la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).

“Exigimos al Gobierno que congele los precios. No puede ser posible que mientras se analiza una focalización, los precios están llegando a su tope. En la gasolina extra faltarían 21 centavos para que esté al tope internacional”, recriminó.

Su demanda es que se congelen los precios y se analice un beneficio “para que no sea afectado el pueblo”, dijo Villavicencio.

El presidente de la República, Guillermo Lasso, en cambio, ha ratificado que no derogará el decreto que dispuso esta medida y que se está analizando focalizar los subsidios para sectores del transporte público. (I)