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¿Cuáles son las alternativas que se analizan para definir a quién y cómo entregar el subsidio a los combustibles?

La mesa sobre focalización entre Gobierno e indígenas atrajo una lluvia de ideas que tomarán forma en una comisión especializada que arrancará el 7 de agosto.

Actualmente en Ecuador los precios de las gasolinas extra y ecopaís, así como el diésel, están congelados. No así la gasolina súper que tiene un precio liberalizado. En el país se buscan vías para focalizar el combustible. Foto: Carlos Granja Medranda

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Una lluvia de ideas sobre la focalización de los subsidios se recolectó durante las tres primeras semanas de debates en la mesa técnica 1. El tema de la focalización, que a decir del ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, es un viejo anhelo de la sociedad, se ha discutido por años, pero no se ha encontrado una vía de aplicación. Ahora, el tema es uno de los más sensibles dentro de los diez planteados por los indígenas y que el Gobierno ha aceptado discutir tras la firma de un Acuerdo de Paz que permitió levantar un paro de 18 días protagonizado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), el cual generó millonarias pérdidas al país.

Al final de los cinco días de discusión en la mesa, aunque no se llegó a un acuerdo específico, los diálogos arrojaron dos líneas madre de discusión que ahora pasan a manos de una comisión especializada, conformada por técnicos (no gremios): la primera es a quiénes debe llegar el subsidio y la segunda, cuál es el mecanismo para entregarlo. La comisión técnica funcionará a partir del 7 de agosto.

En la primera variable, la discusión se centró en que si el subsidio debe ser general con ciertas exclusiones o si debe ser focalizado para los sectores que más lo necesitan, esa era la primera idea madre a estudiar.

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El sector de los indígenas o bloque social planteó en primera instancia tres segmentos: los que no necesitan subsidio, los transportistas y el sector rural. A los primeros se les aplicaría un precio real, a los segundos el precio actual ($ 2,40 y $ 1,75 para gasolinas y diésel) que ya está subsidiado y a los terceros un subsidio mayor ($ 2,10 gasolinas y $ 1,50 diésel). Ellos también proponían que debía ser un subsidio general y que debía tener exclusiones a los que más tienen. En algún momento el asesor de la Fenocin en temas petroleros, Henry Llanes, había planteado que se debería definir quiénes no deben recibir el subsidio midiendo el tema de ingresos. La medida sería por encima de los $ 2.000 mensuales.

El Gobierno, por su parte, piensa que la focalización debe ser solo para quienes sí lo necesitan y que quienes no, paguen de manera generalizada un precio real.

Estos son los siete puntos acordados entre Gobierno y organizaciones indígenas que servirán de base para definir la focalización de subsidios

La Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo ha sostenido que para realizar un proceso exitoso de focalización el primer paso es, justamente, definir a quién estará dirigido el subsidio, en qué producto, en qué volumen, a qué precio y por cuánto tiempo. Por ello, considera que la comisión técnica recién va a realizar ahora el primer paso necesario. Para su presidente Oswaldo Erazo, la focalización ya ha tenido varias experiencias exitosas en el país, para ciertos sectores como el pesquero. Sin embargo, esta vez, la focalización estaría dirigida a un amplio segmento de la población, pues el sector automotor representa el 55 % del total de combustibles que se consumen a nivel nacional.

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El experto considera que el concepto de focalización en sí mismo significa dirigir el subsidio a quien lo requiere. No es correcto plantear subsidios sobre subsidios, dice. La meta sería entonces que al final del proceso haya un grupo que accede a un subsidio focalizado y otro sin subsidio. Comenta que es muy importante también establecer cómo se eliminará el subsidio para quienes no sean beneficiarios. Esto debe ser a través de un ajuste mensual que se lo podría aplicar con un sistema de bandas como el que ya existía en el país. “No puede ser a través de una medida de shock”, indica.

Entre tanto, Fernando Santos, exministro de Energía, considera que existen dos tendencias en cuanto a la entrega de subsidios a nivel mundial. Por ejemplo, en Europa el subsidio se les entrega a los estudiantes o a las personas que necesitan pagar un pasaje menor; no a los transportistas ni al dueño del vehículo. Sin embargo, en las actuales circunstancias del país, lo más práctico, dice, es entregarle al dueño del vehículo.

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Los mecanismos de entrega en debate

Una vez que se establezca a quiénes se dirigirá el subsidio, entonces viene la discusión de cómo se lo haría. En este tema también hay diversas ideas.

El sector social ha planteado que se debe aplicar una herramienta tecnológica que controle la entrega de los combustibles desde el despacho, por placa, por ingreso, por sector… En este tema, el Gobierno atendió los pedidos del sector indígena al llevar a las mesas la amplia data con la que cuenta el Servicio de Rentas Internas (SRI). Esto deja ver que parte de los parámetros que se utilizarán para definir cómo entregar los subsidios sería por los tipos de vehículos y las placas. El viceministro de Hidrocarburos, Hugo Aguiar, ha dicho que un objetivo de la discusión ha sido encontrar un cupo mínimo de consumo de los ecuatorianos.

Sobre el tema, el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, reconoció que no es sencillo aplicar un subsidio, y que hay que ser técnicos y cuidadosos, porque lo que no puede pasar es que se promueva el contrabando o se sigan beneficiando quienes no necesitan el subsidio. El ministro ve un subsidio dirigido especialmente al sector rural, al del transporte, para los servicios de taxis y mototaxis. Para el ministro, cualquier ejercicio de focalización debe saltar varios obstáculos: mercado negro, contrabando, apropiación injusta de cupos.

La gasolina ecuatoriana subsidiada se vende en las calles de las poblaciones fronterizas de Perú sin ningún control. Foto: Sugey Hajjar

Sobre el tema de cómo hacerlo, Fernando Santos asegura que la tecnología permite varias vías de entrega. Por ejemplo, se puede utilizar una tarjeta magnética con una compensación monetaria o un chip para establecer cupos a los vehículos. Sin embargo, el exministro dice que no es un tema simple y advierte que primero se deben hacer planes piloto para ver la eficacia de cada una de las aplicaciones. Explica que si por ejemplo se quiere aplicar una cierta solución tecnológica con una empresa, antes de firmar un contrato que le comprometa al país por varios años, se debe demostrar que el sistema escogido funciona. Santos dice que las mesas son positivas, pero que hay que bajar las expectativas de que no se vayan a lograr soluciones definitivas.

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De acuerdo con Fernando Santos, los dueños de las gasolineras nunca van a aceptar cobrar menos a cierta categoría de usuarios para que el Estado les devuelva luego. Esto es porque conocen que el Estado le devolverá tarde, mal o nunca.

Efectivamente, Oswaldo Erazo explica que para su gremio lo importante es que haya un solo precio, pues no tienen la infraestructura para manejar dos precios en un solo producto. Consideran que los beneficiarios del subsidio deben tener una tarjeta magnética con un valor que compense el mayor precio del combustible. Erazo dice que también les preocupa el volumen de importación de combustibles en el Ecuador que ya llega al 70 % de lo que consumimos. En este sentido, considera que bien se podrían revisar procesos de compras y realizarlas directamente en refinerías y no a intermediarios. Esto abarataría los costos. (I)

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