La necesidad de darle prioridad a la industria gasífera nacional antes de que el país se comprometa a cumplir contratos de importación de gas por 25 años fue una de las conclusiones a las que se llegó en el conversatorio ‘Importancia de una nueva política energética para el uso de gas natural licuado para la generación de energía y otros usos’, organizado por la radio i99.

Las opiniones de Raúl Ortiz San Martín, máster en Ciencias e Ingeniería de Petróleos, Eduardo Salgado Manzano, consultor y estratega financiero, y Fausto Ortiz, exministro de Finanzas, se dieron en medio de una coyuntura en la cual los procesos de industrialización y de importación se desarrollan, pero a ritmos distintos. Por un lado, el Gobierno ha anunciado que hará una licitación para concesionar el campo Amistad y sus alrededores para el segundo semestre del 2022 y esta mañana el presidente de la República, Guillermo Lasso, ha anunciado que República Dominicana ha propuesto realizar una Alianza estratégica con Ecuador para este campo. En contrapartida, el mismo Ministerio de Energía ya ha anunciado al menos dos proyectos de concesión (Proyecto Ciclo Combinado Gas Natural y Termogás Machala) que están concebidos con importación de gas. El de Ciclo Combinado está en plena marcha, con ocho empresas interesadas y el de Termogás Machala, recibió una propuesta de interés de New Fortress, que al final ha quedado en un compás de espera. Además ya se empezaron a dar las primeras importaciones de gas natural, en pequeños volúmenes, por parte de la empresa Sycar.

Así, para Raúl Ortiz San Martín sí existe más potencial de gas natural en Campo Amistad, ubicado en la Costa ecuatoriana, el cual podría suplir una o dos plantas eléctricas. Sin embargo, comentó que durante años se lo ha descuidado y no se ha perforado pozos nuevos. En este sentido, dijo que es importante que se lo haga a través de empresas expertas. En todo caso, indicó que la propia Petroecuador ha dicho que hay otros potenciales campos cercanos de Amistad que podrían subir hasta en 400 % la producción. Por ello, explicó que es importante, antes de comprometerse a la importación de gas por 25 años, pedir una evaluación técnica para ver la posibilidad de impulsar la industria nacional. La producción local costaría menos y podría beneficiar el consumidor.

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Ortiz San Martín sostuvo que la inversión en el Campo Amistad debe ser privada, y recordó que Petroecuador ya hizo una inversión de $ 600 millones. Esta experiencia fue un fracaso, tal vez por falta de experticia y también por costos elevados, pues perforar cada pozo costaba $ 50 millones, cuando la empresa privada EDC (que era la empresa que manejaba el campo y a la que se le planteó la caducidad del contrato en el gobierno de Rafael Correa) lo hacía en $ 8 millones.

Adicionalmente el experto consideró que la inversión extranjera para este proyecto no llegaría si es que el Gobierno previamente llega a acuerdos en las concesiones a termoeléctricas que importarán gas natural, pues sería un desincentivo. Esto porque las termoeléctricas son el mercado natural del gas producido por Amistad. Aclaró que “no se trata de que no haya importación, sino que esta sea complementaria a la producción nacional”.

Entre tanto, Eduardo Salgado consideró que el Estado debe implementar una política energética integral donde también se tome en cuenta al gas natural. Por lo menos así es en países vecinos que producen de manera importante gas natural. Por ejemplo, Colombia está produciendo 1.000 millones de pies cúbicos. Perú está exportando también 1.000 millones de pies cúbicos; mientras Ecuador apenas llega a 25 millones. Para Salgado el Gobierno debe planificar en el largo plazo cuál va a ser el costo de la energía y buscar una para que la energía sea barata y garantizar su provisión. Y comentó el caso de Alemania, que por tomar decisiones políticas equivocadas ha terminado siendo dependiente en el 40 % de la energía de Rusia.

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Ortiz recordó que el desperdicio de gas está generando una pérdida de $ 800 millones. Consideró que el Gobierno puede dar un giro a la política que se ha estado llevando hasta este momento sobre el gas natural y dejar una ruta trazada. (I)