Seis plataformas digitales de reparto de alimentos y transporte que operan en Ecuador obtuvieron puntuaciones “muy bajas” dentro de un estudio efectuado por académicos locales, basado en los principios globales de fairwork (trabajo justo).

En la investigación se analizaron aspectos del pago justo, condiciones justas, contratos justos, gestión justa y representación justa de Uber, Cabify, Glovo (ahora PedidosYa), Rappi, Encargos y Envíos y Ocre.

Ninguna de las plataformas que fueron examinadas lograron más de tres puntos sobre diez cuando se midieron los parámetros del fairwork. Las calificaciones oscilaron entre 1 y 3 puntos.

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María Belén Albornoz y Henry Chávez, del Laboratorio de Ciencia, Tecnología y Sociedad de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), en colaboración con el Instituto de Internet de Oxford (OII), participaron en la investigación.

Los investigadores encontraron que los repartidores de plataformas necesitan trabajar el equivalente a un empleo a tiempo completo para ganar más del salario mínimo legal en Ecuador, que es relativamente bajo (400 dólares).

El estudio refiere que la mayoría de las plataformas no pueden demostrar que sus trabajadores cobraban por encima del salario mínimo una vez que se tienen en cuenta los gastos vinculados al trabajo.

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Desempleados se convirtieron en repartidores de hasta 12 horas para hallar ingresos básicos

Además, la investigación indica que se han encontrado cambios unilaterales en el algoritmo de las plataformas que determinan el pago y que reducen los ingresos reales que percibe el trabajador.

Aunque no hay estadísticas fiables, este informe estima que la economía de plataformas empleaba a 40.000 trabajadores en todo el país antes de la pandemia de COVID-19, lo que representaba alrededor del 1% de la población subempleada.

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Los trabajadores de plataformas están clasificados como contratistas independientes. Es decir, estas app no están obligadas legalmente a protegerlos ni otorgarles los beneficios de ley porque no los consideran empleados.

“Gran parte de las plataformas ofrecen contratos regidos por jurisdicciones extranjeras, lo que limita la capacidad de los trabajadores para hacer valer sus derechos a través de los canales legales locales”, según el estudio.

PedidosYa reemplaza a Glovo y entra a operar en nueve ciudades del país

Y aunque las plataformas alegan que los repartidores pueden escoger las horas en las que pueden trabajar, el estudio refiere que estas empresas suelen ejercer control sobre muchos de los aspectos del proceso de trabajo.

María Belén Albornoz, investigadora principal del proyecto Fairwork en Ecuador, señala que los trabajadores de plataformas en Ecuador se enfrentan a muchas dificultades, como la ausencia de derechos laborales, la volatilidad de los ingresos, la falta de beneficios sociales y unas condiciones laborales precarias y de explotación.

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“Instamos a las plataformas a hacer lo correcto e implementar los principios de trabajo justo de Fairwork para todos sus trabajadores, sin esperar a posibles regulaciones o intervenciones legales futuras”, indica la profesora.

El informe Precarización laboral en plataformas digitales, una lectura desde América Latina, divulgado semanas atrás con apoyo de Friedrich Ebert Stiftung, también recogió algunas inquietudes sobre esta economía de plataformas. Una de ellas es que la legislación ecuatoriana no contempla ninguna figura que respalde a los trabajadores de plataformas.

El Observatorio de Plataformas de Ecuador, que recogió ese informe, dice que uno de los problemas de este modelo de las plataformas es que no reconoce a las personas como trabajadores, pues las empresas las asocian bajo el discurso del emprendurismo. (I)

Caso de repartidora de plataforma se debate en la justicia

Un grupo de repartidores que labora con plataformas digitales se ha comenzado a agrupar en Quito para intentar empujar acciones que permitan regularizar su relación laboral con estas empresas.

Los repartidores sostienen que aunque las compañías los identifican como autónomos en la práctica son “falsos autónomos”, porque deben sujetarse a las reglas y condiciones de horarios y zonas que exigen las plataformas.

Además, indican que trabajan sobre las ocho horas sin obtener beneficios y seguridad social. En la capital, un repartidor obtiene en promedio un salario básico al mes.

Yuly Ramírez, una repartidora que forma parte del colectivo Glovers Ecuador, inició una acción de protección contra una app por la vulneración al derecho del trabajo.

“Los trabajadores están desamparados”, señala Ramírez en alusión a que no hay un marco legal que regule la relación laboral en las plataformas.

Angie Toapanta, abogada que patrocina este caso, indica que en la audiencia realizada esta semana se negó la acción de protección interpuesta por Ramírez.

Con esta acción se buscaba que se discuta si el modelo de negocio de las plataformas da un trabajo digno o precariza las relaciones.

Pero en la audiencia, el tribunal adujo que ella había aceptado el contenido del contrato mercantil y las condiciones. Por lo tanto, este no era un asunto constitucional, sino contractual.

“En esta acción de protección se estaba pidiendo es que se repare a Yuly Ramírez por los daños sufridos a raíz de que ha sido sometida a un trabajo precario... no se pedía que se declare la relación laboral o indemización”, explica Toapanta, quien apeló resolución del tribunal. (I)