En lo que va del año, el Gobierno del presidente Guillermo Lasso se ha comprometido a pagar unos $ 440 millones al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) por la deuda de Salud, una deuda que el Estado no había honrado desde el 2001. En abril pasado hubo un primer compromiso de pago por parte del entonces ministro Simón Cueva con el ex presidente de la entidad Francisco Cepeda que ya fue cumplido por $ 140 millones, y esta semana se firmó un convenio entre el ministro Pablo Arosemena y la nueva administración del IESS, encabezada por Alfredo Ortega, por $ 300 millones más.

De acuerdo con expertos, es evidente la intención de pago por parte del Gobierno, pero la gigantesca deuda existente, que genera riesgo de operatividad e incluso de cumplimiento de las obligaciones del IESS para con sus afiliados, jubilados y prestadores de servicios externos, está latente.

Es que al 31 de julio la deuda total del Estado al IESS se ha colocado en $ 8.531 millones. De este monto, $ 4.662 millones corresponden a la deuda de Salud, $ 2.790 millones por pensiones (40 % de contribución del Estado) y unos $ 738 millones por el Seguro Social Campesino. Así lo reveló Rubén Egas Peña, exdirector del IESS y quien conoce por dentro a la institución. La deuda crece imparable, si se considera que en mayo pasado, las cifras reveladas por Cepeda estimaban dicha deuda en $ 8.037 millones.

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Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal, reconoce el esfuerzo que está haciendo el Gobierno dentro de la escasez de recursos que vive ahora mismo. El Gobierno también se ha esforzado por tener las cifras en orden y ya registra los valores adeudados desde junio. A julio del 2022 se ha colocado en su boletín pasivos contingentes equivalentes a $ 4.603 millones para Salud y otros valores pendientes para la Seguridad Social por $ 1.253 millones (cifras provisionales) correspondientes al 40 % pensiones jubilares.

Quito 15 de septiembre de 2022. Firma del acuerdo de pago deuda IESS GOBIERNO, contó con la presencia de Diego Salgado director del IESS, Pablo Arosemana Ministro de Finanzas, Alfredo Borrero Vicepresidente de la República, Francisco Jimenez Ministro de Gobierno y Alfredo Ortega Presidente Consejo Directivo IESS API- DANIEL MOLINEROS Foto: API


“La deuda sigue siendo gigante y por otro lado se van acumulando otras deudas a agosto que le suman $ 900 millones más”, explica. En este sentido, Carrera considera que el Gobierno está pagando lo que puede para inyectar cierta liquidez, los problemas estructurales continúan. Previo a los pagos, el Gobierno ha aclarado que se harán las auditorías necesarias para garantizar que los pagos sean correctos. Recuerda que el IESS tiene balances frágiles.

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Pese a estos problemas, Rubén Egas Peña considera que la institución de Seguridad Social no está quebrada, pues las deudas del Estado deben ser honradas.

Destaca que este Gobierno demuestra una responsabilidad al buscar honrar las deudas y no como sucedió en el régimen de Correa, en el que se licuó una parte de la deuda: “se debían $ 3.300 millones y se pagó $ 880 millones y con eso quedó saldado y encima, pocos días después le pidió prestado al IESS $ 1.100 millones”, recuerda. También hace hincapié en que el gobierno de Correa, lejos de querer pagar la deuda de salud, más bien buscó desaparecer un asiento contable de $ 2.500 millones, que al final fue restituido por la Contraloría.

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Los problemas en el área de Salud del IESS se han hecho evidentes en los últimos meses. Los afiliados han denunciado falta de medicinas y retraso en operaciones. Pero además, varios prestadores externos, como por ejemplo Solca y otros han estado a punto de negar las atenciones a los afiliados del IESS por falta de pagos.

De acuerdo con las cifras del propio IESS, al momento la entidad también tiene una importante deuda con sus prestadores externos de servicios, es decir con clínicas y hospitales privados. El total de esa deuda alcanza unos $ 1.260 millones. De estos, $ 780,4 millones ya son deuda auditada, otros $ 480 millones son deuda por revisar. Alfredo Ortega, como presidente del Consejo Directivo del IESS, ha asegurado que se ha pagado hasta la fecha más de $ 121 millones a prestadores externos.

En cuanto al Fondo de Salud, que es pagado por el empleador, dice Egas Peña, no alcanza para atender a todos los beneficiarios. Ese seguro debe atender a más de las enfermedades de los afiliados, las de sus hijos menores de 18 años, también las atenciones jubilares, las de enfermedades catastróficas. Sobre estas últimas, el Estado debía cubrirlas, pero no lo ha hecho en dos décadas.

La propuesta de Egas Peña es que el Gobierno comience a pagar esas deudas desde julio del 2021 y genere un plan de pagos. Sobre los pagos que ya se han empezado a hacer dice que “hay que ponderar esta intención de pagar”. Sin embargo, indica que cada año se debería cancelar al menos $ 900 millones ($ 500 millones para jubilados y $ 400 millones para las catastróficas) para que la deuda no siga creciendo.

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A la par alerta que se deben tomar correctivos sobre todo en lo que tiene que ver con el Fondo de Pensiones. Estos correctivos deben ir por la línea de aumentar los años de aportación o incrementar el monto de la contribución.

Asegura que actualmente este fondo de pensiones tiene recursos para siete años más. El problema es que por un lado la expectativa de vida ha aumentado. Antes cuando una persona se jubilaba a los 60 años, la expectativa de vida era hasta los 67 años; ahora la expectativa de vida promedio es 77 años. La forma de mantener a un jubilado es con siete afiliados activos y esto no existe al momento, peor aún considerando que se han perdido muchas plazas de trabajo formales.

El fondo de pensiones se afectó también por varios recursos que le fueron mermados, por ejemplo la administración de Correa decidió retirar el aporte del 40 % de las pensiones y generó un hueco de $ 5.100 millones. Esta medida se dio por tres años en los cuales ese Gobierno dejó de pagar, pero luego fue restituida por la Corte Constitucional y ahora los gobiernos sucesores sí deben cumplirla. Otro problema que dejó sin liquidez al fondo de pensiones fue el cambio en los porcentajes de aportes entre el seguro de pensiones y el de salud. Debido a esa decisión, el seguro de pensiones perdió $ 5.000 millones más. El fondo actualmente debería estar en unos $ 17.000 millones y con eso tendría una vida de al menos hasta el 2051, pero sin esos recursos ahora la vida se ha acortado a siete años.


Bonos llegan a $ 8.757 millones

De otro lado, Jaime Carrera del Observatorio de la Política Fiscal explica que hay otro monto importante de inversiones que ha hecho el IESS en el Estado y que están en bonos internos de largo plazo.

De acuerdo con datos del Biess, recabados por Carrera, actualmente existe un monto de $ 8.757 millones invertidos en bonos del Estado. Explica que este monto tiene otro tratamiento pues tiene un rendimiento y se lo paga puntualmente. “Jamás el Estado le ha quedado mal al IESS en este tipo de pagos”, dice.

Asegura que sobre estas inversiones, el Gobierno lo que ha hecho es pagar los intereses de alrededor de 7 %. Esto es conveniente para el IESS porque gana tasas mayores a las que puede colocar en el sector privado y, por otro lado, si invirtiera en el exterior conseguiría tasas de apenas 1 % o 2 %. Para el Estado también es conveniente, pues si le tocaría colocar deuda en el exterior sería a tasas de más del 18 %. (I)