El anuncio de la posibilidad de una gasolina que esté entre la extra-eco (85 octanos, a $ 2,55) y la súper (92 octanos, a un precio de hasta $ 4,75) podría ser interesante para algunos consumidores, pero aún es algo que habrá que ver si se convierte en realidad. Hasta mientras, muchos siguen en la disyuntiva entre poner la que le hace mejor a su vehículo y la que ayuda más a su bolsillo.

Fabián Ruiz, quien conduce un auto Hyundai Ioniq híbrido, comenta que hasta hace poco se mantenía con la súper, pero ya lleva un par de semanas usando eco, porque su economía no le alcanza, y esto a pesar de que su carro consume poco. Por eso, pese a las recomendaciones, ha preferido migrar de gasolina hasta que baje la súper.

Si sale otra gasolina —la nueva sería de 89 octanos, y también se podría ofrecer una gasolina súper de 95 octanos al mismo precio que la súper—, espera que el precio sea bueno y la calidad mejore, porque la que se vende actualmente deja mucho que desear.

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En tanto, Gabriela Torres, quien maneja un mini-SUV de marca BYD, dice que no le queda más que seguir con la súper, porque ya intentó hacer el cambio y el carro le comenzó a fallar, por lo que tuvo que volver a usar súper.

“Toca mantenerse, porque si no se daña el carro y sale más caro”, afirma Torres, quien piensa que, si se saca otra gasolina, “ojalá cumpla con el octanaje que necesitan los carros que se usan en Guayaquil (y en Ecuador en general)”.

Fernando Mosquera ahora prefiere ecopaís para su auto Nissan Sentra, luego de usar súper y mezclar, por motivos económicos. “Desde el alza tuve que cambiar a eco. Es mucha la diferencia”, apunta este conductor.

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Sobre una tercera opción, comenta que podría ser interesante, pero se tendrá que ver.

Israel Armendáriz antes le ponía súper a su Lada Niva y luego se pasó a eco; pero, igual, por el valor actual de la eco, le sale mucho más caro que antes, pues ahora le pone $ 10 y le alcanza solo para día y medio. “Con la eco: no vale esa gasolina (...); habría que mejorarla. Incluso con otro carro que tengo le pongo súper, pero no revoluciona bien, se queda. No llegan a los octanajes que nos están vendiendo”, comenta. Para él, una nueva gasolina intermedia solo sería un pretexto para que suba la otra.

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Voz de los expertos

Fausto Aguirre, jefe del taller Neo Chevrolet, piensa que, si se va a crear una nueva gasolina intermedia, no sería suficiente para mejorar la calidad necesaria; pero, si en verdad va a mejorar en octanaje, sí sería beneficioso.

Recuerda que la mayoría de los fabricantes de autos que se venden localmente recomienda, en promedio, 92 octanos; y que, cuando se cambia a una gasolina inferior, es decir, de súper a eco-extra, se van a provocar problemas, como falta de potencia, mayor consumo de combustible, bajo rendimiento en subidas, empezar a tener ruidos en el motor, lo que usualmente la gente llama cascabeleo, que son ruidos de pistoneo dentro del motor, que a mediano o largo plazo provocan daños severos dentro de este, como problemas en los rines o desgaste en los asientos de válvula.

Agrega que externamente se tendrán problemas con los sensores de oxígeno e incluso con los catalizadores (diseñados para disminuir el daño ambiental). “Para alargar la vida útil de los elementos se deberían hacer mantenimientos más frecuentes (especialmente en inyectores, filtro, bujías y limpieza de tanque de gasolina)”, apunta Aguirre.

Santiago Casanova, ingeniero automotriz de Chery, concuerda con Aguirre y comenta que, según el aspecto técnico, el auto viene diseñado de fábrica para trabajar con el mejor combustible del que se disponga.

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Casanova dice que, si no se respeta esto, el desgaste va a ser más rápido. Por ello, recomiendan a sus clientes que en lo posible sigan usando súper, para mantenerlo en buen estado; y si se van por la extra, que al menos respeten los cambios de los filtros y otros componentes necesarios en el tiempo recomendado por el fabricante.

“Si trabajas desde el inicio con súper, vas a tener una mejor eficiencia del motor, vas a sentir que el kilometraje y recorrido que da el vehículo es superior. Pero si trabajas con extra desde el principio, sí vas a sentir una pérdida de potencia (...), vas a sentir un gasto excesivo a corto o largo plazo”, indica Casanova, quien espera que, si sale una nueva gasolina o se mejora el octanaje de las que ya se expenden, ese octanaje sea real y comprobado.

Sobre mezclar súper y extra o eco, Aguirre comenta que no es lo recomendable, pero es posible. Puede ayudar, pero no cree que esto mejore la potencia, sobre todo porque habría que ver si las gasolinas en verdad tienen el octanaje que uno compra o si la gasolinera no las mezcla antes, pues ha sentido hasta con su propio carro que en ciertos lugares le pone súper y no responde de la misma manera.

Casanova añade que el mezclar no va a incrementar el octanaje y que no es recomendable utilizar un octanaje menor al recomendado por el fabricante o mezclar los combustibles.

Mientras que, respecto a los aditivos, ambos comentan que sí pueden ayudar, pero no mucho; dependerá de la marca o incluso el origen. El rendimiento varía.

Una despachadora de una gasolinera Terpel de la avenida de las Américas comenta que algunos conductores que se cambiaron a extra compran aditivos para tratar de compensar el cambio. (I)