Los mercados internacionales reaccionaron de manera muy positiva a la victoria de Guillermo Lasso como nuevo presidente del Ecuador. Esto se evidencia tanto en la subida de los precios de los bonos ecuatorianos como en la bajada de su rentabilidad. Esta mañana en varios reportes económicos también se hablaba de estimaciones de una caída importante del riesgo país que pasaría el indicador actual de 1.169 a 719 puntos. Sin embargo, esta cifra será confirmada oficialmente por la tarde.

Santiago Mosquera, director de la USFQ Business School, ejemplificó que para los bonos 2040, que son los de plazos más largos del Ecuador, se ha visto una subida del precio importante.

El viernes último, en que se cerró una negociación, se manejaban niveles del 46%; pero hoy se registra un salto al 56%, es decir, 10 puntos.

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Explicó que mientras más alto el precio del bono, hay más confianza, es decir, los inversionistas están dispuestos a pagar un más alto precio por el bono.

Y desde el punto de vista de rentabilidad, estos bonos se ubicaban la semana pasada a 11,5% y ahora ese índice ha bajado a 9,7%. La rentabilidad cae según una relación directamente proporcional al nivel de percepción de riesgo. Es decir, a menor percepción de riesgo, menor rentabilidad.

Por otro lado, los bonos 2030 se estaban negociando a un 60% de su valor hasta el viernes pasado, pero hoy los precios subieron a 75,5%. De la misma manera que con los 2040, las tasas de rentabilidad cayeron de 13,6% a 10,1%.

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Para Mosquera, este nivel de confianza se debe a que los mercados perciben que Guillermo Lasso aplicará un plan con relativa claridad y cuyo objetivo es acelerar y fortalecer el rol del sector privado en la economía y la defensa de la dolarización.

Mosquera dijo que, con estos resultados en el mercado, seguramente habrá una importante baja del riesgo país. “Conforme se actualice el valor del índice EMBI, calculado por JP Morgan, y se incorporen los resultados del desempeño del los mercados del día de hoy, el riesgo país que se desprende de estos datos bajará”.

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Los bonos 2030 bajaron su rendimiento, al generarse más confianza tras la victoria de Guillermo Lasso (Cuadro Fuente: Bloomberg) Foto: Cortesía

Mientras, la banca de inversión Barclays, especializada en deuda secundaria en bonos, consideró que la victoria de Lasso “representa un importante rechazo al modelo populista que impulsa el correísmo”.

También consideró que el nuevo Gobierno enfrenta importantes desafíos de gobernabilidad por delante. Para Barclays, su triunfo “deja la puerta abierta para seguir avanzando en las reformas y permanecer en el programa del FMI”, reforzando la capacidad de pago.

Análisis de Barclays ve que pago de deuda no tiene mayor riesgo, independientemente de resultado de elecciones

De acuerdo al análisis, la gobernabilidad será complicada. La composición de la Asamblea se determinó en la primera vuelta: el próximo Legislativo estará fragmentado, con la mayoría de los escaños en manos del bloque correísta y los grupos indígenas. Estos son los grupos políticos que han montado la resistencia más fuerte a las reformas y podrían ser un factor desestabilizador para Lasso. Por lo tanto, incluso si Lasso apoya las reformas, a nuestro juicio le resultará difícil seguir adelante con esa agenda. Sin embargo, considerando su voluntad de implementar reformas y abordar los desequilibrios estructurales de la economía ecuatoriana, podría ser más fácil para él llegar a un nuevo acuerdo con el FMI. La implementación de un ajuste más gradual podría ser una posibilidad, y esto podría ayudar a que algunas de las reformas sean más viables políticamente o al menos a ganar algo de tiempo para que el nuevo Gobierno intente construir un consenso.

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Barclays señaló que, por ahora, la nueva Administración se verá favorecida por el aumento de los precios del petróleo, que representan ingresos fiscales adicionales a los previstos en el actual programa del FMI, que ascienden a más del 1% del PIB para este año y el próximo. Esto podría ofrecer al nuevo Gobierno algo de espacio para posponer algunas de las medidas planeadas o diseñar una versión más digerible de la reforma tributaria.