Ya sea por ser amigos, familiares y hasta conocidos, varias personas aceptan ser garantes de un crédito en una entidad financiera y hasta casas comerciales sin conocer los riesgos que estos pueden derivar ante el incumplimiento del deudor.

Cuando se acepta una obligación financiera se firma un documento que establece los pagos y las fechas que se deberán realizar además de las causas y consecuencias de los incumplimientos.

La legislación del Ecuador no establece como tal prisión por deuda a los ciudadanos que no hayan cubierto sus obligaciones a excepción de pensión de alimentos, insolvencia fraudulenta o no pago de las aportaciones, entonces, ¿qué pasa con los garantes?

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Dos especialistas en leyes explicaron a Diario EL UNIVERSO sobre las implicaciones de esta figura dentro de las deudas y lo que se debe tener en cuenta al momento de aceptar esta responsabilidad.

El abogado José Salvador indica que al momento de la suscripción del contrato físico es donde se acepta ser garante, es decir se asume a plena conciencia y por voluntad las obligaciones que ha contraído el deudor como que fueron de ellos. Además que esto se verá reflejado en su historial crediticio.

“Cuando uno suscribe una garantía o se presta a ser garante como codeudor de una deuda sabe que en el momento que suscribe ese documento acepta la obligación como propia y se puede ver afectada en el futuro o desde el momento que suscribe”, señaló.

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La abogada Belkys Torrealba explica que desde la constitución del contrato se establece la figura que mantendrá en relación a la deuda esta tercera persona. Se puede establecer que sea fiador, el cual responderá cuando el deudor no cumpla con sus obligaciones, o deudor solidario (garante) que asumirá las responsabilidades del principal.

“No es igual que usted se constituya como garante en un préstamo de la compra de un vehículo a que usted se constituya en garante solidario en una constitución de una hipoteca, cada obligación es distinta en atención a la deuda que estés adquiriendo, el compromiso que está adquiriendo, sea como garante como fiador”, dice.

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¿Qué situaciones legales puede acarrear ser garante?

Salvador especifica que dentro del ámbito civil se puede estar sujeto a un juicio donde se le podrían dictar prohibiciones, bloqueos, embargos que le podrían llevar a la insolvencia.

“Muchas veces para que puedan tomar un tipo de acción de embargo, bloqueo, prohibiciones, esa situación tiene que venir por orden judicial, no es que la casa comercial le va a decir te voy a embargar, te voy a prohibir, no puede, hay instituciones como los casos de bancos del Estado que tienen jurisdicción coactiva directa, entonces ellos lo que hacen es notificar al deudor y al garante que en caso de incumplimiento el proceso es directo allí no necesitan orden judicial”, refiere.

Además el acreedor puede decidir a quién demandar ya sea el deudor o garante al estar en la misma línea de obligación.

Torrealba refiere que dentro del proceso se abre la posibilidad de la mediación con el acreedor en el momento que le comienzan a notificar, sin embargo, esto no es aprovechado por el garante por desconocimiento o miedo al recibir mensajes de la empresa.

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El proceso legal es relativamente rápido en comparación con otros ya que una vez que el demandado es citado se tiene 15 días para pagar una deuda o proponer una excepción taxativa, además que en algunos casos los garantes no se enteran del proceso judicial.

Justamente en la mediación se puede ver ‘beneficiado’ a pagar tan solo el valor de capital que se adeuda, pero si deja avanzar el proceso también legalmente le pueden imputar cargos de intereses, costos de gestión de cobranza, honorarios profesionales, entre otros.

“En el momento del cobrador te contacta y te está ofreciendo esa oportunidad, muchos simplemente te cobran el monto total de la deuda, exonerándote los intereses, a veces logras conseguir una facilidad en el pago, le novamos la deuda, esa oportunidad procesal la gran mayoría de personas la pierden”, señala la especialista.

El dinero con el que deba solventar no estará perdido ya que se lo podrá imputar al deudor principal a través de una demanda solicitando la indemnización y hasta daños y perjuicios.

Recomendaciones antes de decidir ser garante de un crédito

Los especialistas recomiendan conocer el destino al que se va a garantizar el crédito que se está siendo como garante, así como también la situación económica del deudor principal y los riesgos que se va a correr.

“En estos tiempos yo recomendaría pensarlo mucho el ser garante de alguien porque la situación es un poco compleja para todo el mundo”, añade Salvador.

Torrealba añade que quien vaya a constituirse como garante antes de firmar los documentos reciba asesoramiento legal donde evalúe las capacidades y el riesgo que podría correr su patrimonio.

Uno de los errores que cometen los garantes, señala, es no tener una copia del contrato. Esto es importante en el futuro para cualquier acción legal y determinar su alcance.

Ambos especialistas coinciden en que la persona debe saber que se va a limitar el crecimiento personal al aceptar ser garante ya que reduce su capacidad crediticia al asumir el sistema como que la deuda fuera propia lo que podría frenar los planes de sacar un préstamo.

De igual manera se debe revisar el estado civil del mismo ya que las obligaciones que uno de los cónyuges acepta, el otro también podría verse perjudicado ante un incumplimiento. (I)