Las ventas están por encima de niveles prepandemia. Las de vehículos son las más altas en once años. Desde marzo se hacen constantes las inauguraciones de nuevas tiendas y más en los últimos meses del año. El presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, Miguel Ángel González, analiza lo bueno y lo malo que le pasó a la economía en el 2022.

¿Qué hechos permitieron que se hayan dado récords en ventas?

La economía se está recuperando. Y eso se debe a varios factores. Lo primero que destaco es el esfuerzo del sector productivo. Pase lo que pase en el entorno, las empresas siempre buscan salir adelante. Es parte de su esencia. Adicionalmente, la pandemia nos obligó a todos a innovar, encontrando maneras más eficientes y productivas de trabajar, así como a hacer cosas diferentes. Por otro lado, el índice de confianza empresarial ha aumentado también y eso mejora el dinamismo económico. La macroeconomía se está poniendo en orden y eso fortalece la confianza. Las exportaciones ecuatorianas también han crecido significativamente, lo que genera mayores divisas para el consumo interno.

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Llegaron nuevas marcas, cadenas de retail, de ropa, otras de comida rápida, supermercados se expandieron. Vimos largas filas para entrar a las nuevas tiendas. ¿Cómo se explica esto?

Esas son señales que la economía se está reactivando. A pesar de los obstáculos, las empresas quieren crecer y las personas quieren consumir. Esto no quiere decir que todo esté resuelto, pero son señales de recuperación. Hay todavía varios indicadores económicos que deben mejorar, pero el hecho que las ventas crezcan por encima de prepandemia es una buena señal y una razón para ser optimistas. Es cierto que en esas ventas hay un efecto de subida de precios por el aumento de los fletes marítimos y el conflicto ruso, pero de todas maneras vemos que la tendencia es positiva. También hay que considerar que no todos los sectores de la economía se han recuperado en ventas, y que el PIB tampoco alcanza nivel prepandemia, pero hay sectores a los cuales les ha ido muy bien, y ellos influyen para que en el agregado general veamos números positivos. Adicionalmente, al ser una economía dolarizada, Ecuador posee una moneda fuerte a diferencia de otros países de la región que han evidenciado una depreciación de su moneda versus el dólar. Otro factor positivo que ha motivado la inversión es la baja inflación.

¿Cómo analiza ese indicador y el de empleo en Ecuador?

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La inflación de Ecuador se mantiene relativamente baja. Actualmente es la segunda más baja de América del Sur. Esto es un factor positivo. Y aunque muchos ítems tuvieron altos incrementos de precios, debido al conflicto ruso y a los costos de fletes marítimos, en los productos de la canasta básica el incremento ha sido moderado.

En cuanto al empleo, podemos ver que el nivel de empleo/desempleo ha alcanzado niveles de prepandemia. Sin embargo , el empleo adecuado todavía no alcanza niveles del 2019. Y la causa principal es el rígido código labora que tenemos en el país. A nivel mundial, Ecuador es el quinto país con peores prácticas para contratar personal. Si queremos aumentar el empleo adecuado debemos modernizar nuestro código anticuado.

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Miguel Ángel González es presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil desde enero del 2021 y desde febrero del 2022 también preside el Comité Empresarial Ecuatoriano. Foto: Cortesía

¿En cuánto termina la inversión en Ecuador en este año? ¿Nos falta mucho? La Ley de Inversiones a la que apostaba el Gobierno no pasó de la Asamblea, ¿qué se puede esperar para el 2023?

Para poder generar empleo para esos 3 de cada 10 ecuatorianos que no tienen un empleo formal y adecuado, se requieren ingentes niveles de inversión en nuestros país. Tanto nacional como extranjera. Pública y privada. El nivel de inversión actual no alcanza. Por eso Ecuador debe convertirse en un país atractivo a la inversión. No hay empleo sin inversión. Solo para tener una referencia, si un sueldo básico al año, con todos los beneficios sociales, asciende a unos $ 6.000, y existen alrededor de 6 millones de personas sin un empleo adecuado, se requieren en el país unos $ 36 mil millones de inversión al año solo en empleo, sin considerar inversión en infraestructura, tecnología o capital de trabajo.

La ley de inversiones era una herramienta importante para generar un mejor entorno para cierto tipo de inversiones en Ecuador. Lastimosamente, nuestros políticos no se ponen de acuerdo. Es necesario que alcancemos en Ecuador un consenso nacional por la inversión y el empleo.

¿Qué considera que fue lo mejor del 2022 en materia económica?

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Las ventas lograron crecer ante un escenario de desaceleración económica a nivel global. El inicio de reducción del impuesto a la salida de divisas -ISD- (en enero, abril, julio y octubre bajó 0,25 % y así pasó de 5 % al actual 4 % y cada tres meses seguirá bajando hasta que ese impuesto quede eliminado), la baja inflación, el ir poniendo en orden la macroeconomía. En cuanto a comercio exterior, la visión de apertura comercial es positiva.

En un año con una guerra en Europa que afectó al mundo, una escalada de precios de materias primas, caída del petróleo, un paro en Ecuador, leyes que no pasaron, si tuviera que identificar lo malo como las siete plagas económicas que pasó Ecuador en el 2022, ¿cuáles serían?

Entre los aspectos que perjudicaron a la economía en el 2022 se encuentra el incremento de precios debido al conflicto ruso, la crisis de contenedores, la no aprobación de la ley de inversiones, la crisis de seguridad, el paro nacional y el toque de queda que limitó las ventas para múltiples comercios.

Lo interesante es que a pesar de esas plagas, nos vamos recuperando. El año 2023 debe ser no solo el año de la consolidación de la reactivación, sino un año de crecimiento para todos. (I)