La demanda de servicios por parte de contadores se reactivó con la entrada en vigor de las reformas tributarias

La demanda de servicios tributarios y asesorías contables despegó con la entrada en vigor de la Ley Orgánica para el Desarrollo Económico y Sostenibilidad Fiscal. Los cambios que trajo la norma fueron el factor determinante para que esta actividad camine hacia su recuperación desde inicios de 2022.

Adriana López, coordinadora de la Unión de Contadores Ecuatorianos, que agrupa a unos 2.000 profesionales de todo el país, explica que en 2020 se dio un descenso en la demanda de servicios de los contadores en casi un 60 %. “Con la simplificación de procesos y el cierre de algunos negocios, en ese año algunos contribuyentes prescindieron de las labores de los contadores de forma parcial o permanente”.

Sin embargo, para 2022 menciona que ese margen de pérdida se ha reducido, ya que la actividad se recuperó en enero al menos un 20 % y esperan que siga en ascenso como mínimo hasta mediados de año.

Talleres gratuitos y con costo sobre las nuevas disposiciones para la declaración de impuestos y detalles del nuevo régimen para emprendedores y negocios populares (Rimpe), asesorías personalizadas para actualizar el manejo de utilitarios de Office y del Servicio de Rentas Internas en línea (SRI), comunidades de contadores en redes sociales, como WhatsApp y Facebook, e incluso campañas de mailing son algunas de las estrategias que se han aplicado para conseguir que más contribuyentes se interesen en contratar a un profesional tributario de cabecera.

López cita, por ejemplo, que con los cambios vigentes en la deducción de gastos personales y con la creación del Rimpe se dio una mayor apertura a la contratación de servicios profesionales. En el primer caso, las dudas frecuentes son conocer el límite de gastos personales que servirán para calcular la reducción del impuesto a la renta (que es de $ 5.037,55 en el 2022) y cuánto será la retención mensual del mismo impuesto.

“Hay demasiadas dudas e incertidumbre sobre el Rimpe: cómo hacer los trámites, cómo saber si están incluidos en el catastro, cómo presentar los documentos, los impuestos. Allí es cuando nos buscan”, dice López.

Aunque los trámites son personales, hay quienes buscan asesoría en locales que ofrecen estos servicios.

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La Unión de Contadores Ecuatorianos señala que pasaron de recibir 20 o 30 preguntas diarias en su página de Facebook hasta noviembre a recibir 60 consultas diarias entre diciembre de 2021 y enero de este año.

Semanalmente, además, realizan de tres a cuatro capacitaciones; antes organizaban al menos una por semana. De estas últimas, al menos la mitad ya tiene un costo que va desde los $ 30. Por ejemplo, una capacitación sobre facturación electrónica cuesta $ 49.

Según el presidente de la Federación Nacional de Contadores, Idrián Estrella, en el último año el trabajo ha estado enfocado en resaltar que el oficio del contador es igual al de un arquitecto, ingeniero o médico. En ese sentido, explica que existen tarifas referenciales que se manejan en todo el sector y que no son ajenas a las que se cancelan por un servicio profesional de cualquier índole. “Es trabajar en cambiar el ‘chip’ de que los servicios profesionales de los contadores se cancelan. Hemos estado acostumbrados a que sean las cosas gratis”.

Por ejemplo, citó que un trabajo de devolución de impuestos (que incluye el cálculo, asesoramiento y todo el procedimiento en el SRI en línea) se cotiza en al menos el 10 % de la recuperación que se realiza, ya sea en impuesto al valor agregado o renta. Es decir, que si una persona puede recuperar en impuestos $ 200, el pago al contador por el trámite podría estar en los $ 20. Asimismo, para una empresa que genere una devolución de $ 2.000, el pago sería de $ 100 a $ 200.

En el caso de una labor integral que incluye el servicio de contabilidad total de una empresa, puede bordear los $ 700.

Gabriela Sánchez y Julio Recalde, por ejemplo, son contadores públicos autorizados (CPA) con diplomados en tributación desde 2013. En abril del 2020 fueron separados de la empresa en donde prestaban sus servicios en Guayaquil y en septiembre del 2021 decidieron trabajar de forma independiente. Mensualmente, generaban ingresos de hasta $ 400; pero desde enero los han incrementado a casi $ 900.

“En diciembre del año pasado me llamó uno de los emprendimientos con los que trabajamos en 2020 para que les ayude con todo lo que tenía que ver con el Rimpe y para ser sus contadores fijos. Luego el dueño del negocio nos recomendó con otras tres personas que querían el mismo servicio”. Actualmente, la pareja lleva el registro contable y los trámites tributarios de cuatro minimarkets y dos emprendimientos en Guayaquil y Durán. Para el próximo mes, de hecho, consideran contratar a una persona.

Ximena Viteri, contadora domiciliada en Quito, contó que, de seis solicitudes de clientes para el trabajo de devolución de impuestos, ahora tiene diez; y de ese número, la mitad son personas naturales y dueños de pequeñas empresas.

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Para Viteri, uno de los desafíos de su profesión es la lucha por reconocer la labor del contador y no minimizarla. “Es lograr que los valores que se fijan no sean refutados”, puntualizó.

En el país, según la Federación Nacional de Contadores, existen casi 300.000 profesionales a escala nacional, concentrados en su mayoría en las provincias de Guayas, Pichincha, Manabí, Tungurahua y El Oro. (I)