El “fondo de Salud del IESS está quebrado” y solo tiene recursos para un mes más. Esa fue la grave noticia que dio este lunes el delegado de los empleadores, César Rodríguez, ante la mesa de Consenso por el Empleo, organizada por la Cámara de Comercio de Quito, al retratar la situación del Seguro Social.

El alto funcionario del IESS, que es miembro del Consejo Directivo de la entidad, explicó que debido a la falta de pago que se viene arrastrando durante años de la deuda de salud y los gastos que se han generado fuera de financiamiento, han dejado al IESS en esta situación. “Para el próximo mes, el fondo de Salud está en 0 y para agosto y septiembre de este año no tendremos para pagar a nadie. Esa es la verdad: estamos quebrados”, dijo.

Rodríguez identificó el problema indicando que el Gobierno, desde hace varios años, no paga las atenciones de salud a los jubilados ni de enfermedades catastróficas, incumpliendo lo que dice la ley. El IESS sí está obligado a atenderlos aunque no reciba pago, pues esto también está establecido por ley. Entre tanto, se sigue atendiendo a los hijos menores de 18 años de los afiliados, aunque este servicio no cuenta con un financiamiento.

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La deuda del Estado al IESS en cuanto a salud está calculada en unos $ 5.000 millones, dijo. Rodríguez aseguró que cada mes se debe pagar entre $ 350 millones y $ 400 millones para atenciones de salud a jubilados.

Los datos de Rodríguez coinciden con los cálculos actuariales que se hicieron en 2014 por parte de la empresa Volrisk sobre la viabilidad del cambio de tasas de contribución a los fondos (cuando se bajó la tasa para pensiones y se le subió a salud). Estos cambios fueron declarados inconstitucionales en 2019.

Sin embargo, en el informe de Volrisk, que se encuentra publicado en la página web del IESS, ya advirtió que incluso con el cambio de tasas, el fondo de Salud estaría en números negativos para el 2021.

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En el estudio se indica que para 2021 en un escenario moderado tendría en su reserva - $ 1.093 millones. Esto, porque tendría un ingreso de $ 2.477 millones y egresos superiores por $ 4.017 millones. En este estudio no se había considerado aún la importante baja de ingresos que puede significar la salida de afiliados y los altos costos de salud por la pandemia.

En todo caso, Rodríguez aseguró que si se hacen “ajustes apropiados al manejo de salud y de pensiones”, los pagos alcanzarían, pero pidió a los legisladores presentes en la reunión de la Cámara no seguir imponiendo servicios al IESS sin contar con los fondos para ello. “El IESS no es la seguridad social del Ecuador sino de los trabajadores, de los que aportan”, explicó.

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El delegado señaló como medidas políticas en contra del IESS el haber instaurado la afiliación para amas de casa, cuando en realidad el aporte del Estado no llega. También recordó que en el gobierno de Rafael Correa se decidió retirar la contribución del 40 %, y que aunque ya se lo restituyó por parte de la Corte Constitucional, quedó un bache que es difícil de compensar.

La deuda de salud tiene un historial que data desde el 2002. En ese entonces la Ley de Seguridad Social estableció que el Estado debía reconocer al IESS el pago de atenciones a jubilados y por enfermedades catastróficas. Sin embargo, no se cumplió.

El gobierno de Rafael Correa se comprometió a asumir esos pagos en varias actas de acuerdo que fueron firmadas por el entonces ministro de Economía, Patricio Rivera. Sin embargo, para agosto y septiembre del 2016, el delegado del presidente Correa al Consejo Directivo, Richard Espinosa, pretendió desvanecer el asiento contable de la deuda de salud que era de $ 2.507 millones.

Esto luego de que el presidente Correa sostuviera que dicha deuda era inconstitucional y que no se la debía pagar al IESS. Sin embargo, ya en 2018, la Contraloría estableció que fue ilegal el haber borrado dicho asiento contable y que la deuda continuaba. En el gobierno de Lenín Moreno se realizaron mesas interinstitucionales para definir los valores de deuda de salud y posibles vías de pago, pero nada se ha concretado.

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Sobre el tema, Henry Llanes, representante de la Asociación de Jubilados del IESS de Pichincha, indicó que la crisis del fondo de Salud es real. Lamentó que durante el gobierno de Lenín Moreno e incluso en el de Guillermo Lasso no se esté informando de temas importantes como el costo mensual en los hospitales del IESS, por la atención a las personas que han sido afectadas por el COVID-19. Esos datos se mantienen en reserva, dijo.

Comentó que según el experto Fernando Mosquera, dicho costo estaría en el orden de $ 100 millones mensuales. Por lo tanto, se calcula que se habrían gastado unos $ 1.200 millones solo por el COVID-19. Adicionalmente recordó que las anteriores autoridades del IESS habían hablado de que en 2019 se hicieron 9 millones de atenciones médicas, de las cuales solo 3 millones correspondieron a afiliados aportantes de la Seguridad Social, y los otros 6 millones fueron para personas no aportantes.

Entre tanto, el Biess (que administra los excedentes generados de la recaudación del IESS) informó ayer que con corte al mes de mayo de 2021, en los estados financieros del fondo del Seguro de Salud refleja un valor de $ 508 millones y su portafolio de inversiones tanto privativas y no privativas recibe un rendimiento promedio anual del 7,59 %.

Entre tanto, técnicos del IESS se comprometieron a explicar en las próximas horas la situación del seguro de Salud. (I)