Baja paulatina de un punto para el ISD, anunciada por el presidente Lasso, genera reacciones positivas en empresarios y analistas

El anuncio del presidente de la República, Guillermo Lasso, de que en el 2022 se reducirá 1 punto del ISD (que ahora está en 5 %), a razón de 0,25 por trimestre, generó reacciones de aprobación entre empresarios y analistas económicos. Aunque la medida generará un impacto fiscal de unos $ 200 millones en el año, todos coinciden en que esto generará mayor reactivación económica, tanto en consumo como en inversión. El presidente de esta manera también busca afianzar la idea de que va a cumplir sus promesas de campaña, tal como lo hizo hace pocos días con el tema salarial, dicen los expertos.

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Lasso dijo este 21 de diciembre que no se puede hacer una reducción de un solo golpe para no desequilibrar las finanzas públicas. Sin embargo, se lo hará de manera progresiva; por ejemplo, desde enero ya solo se pagarán 4,75 %, en el segundo trimestre la tarifa se ubicará en 4,50 % , en el tercer trimestre en 4,25 % y en el cuatro trimestre quedará en 4 %.

De acuerdo con los datos del Servicio de Rentas Internas (SRI), este recaudó entre enero y noviembre del 2021 $ 1.095 millones por ISD. Una cifra superior a la que se recaudó en todo el año 2020, por pandemia: $ 964 millones. En 2019, la recaudación de ISD fue de $ 1.271 millones.

Pablo Zambrano Albuja, presidente ejecutivo de la Cámara de Industrias y Producción, consideró que la reducción paulatina del ISD ha sido un pedido constante del sector privado. “Por eso recibimos muy bien el anuncio del presidente de la República”.

Según Zambrano, “esto permitirá a las empresas redireccionar y reinvertir recursos para aumentar su producción y generar más plazas de empleo”. Esta medida contribuye a la atracción de inversiones y tiene que ir acompañada de una agenda de competitividad. Además dijo que esperan que se lo elimine completamente en dos o tres años máximo.

De acuerdo con Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal, la reducción del ISD trae beneficios porque implica un ahorro en costos del sector productivo. Explicó que aunque ahora están exentos los bienes de capital y materia prima, hay una serie de productos que de manera general no se consideran bienes de capital ni materia prima, aunque para un sector lo son. Esta medida abarata costos y da un respiro al bolsillo de manera extendida, añadió.

Para Acosta, la medida en algo compensa lo que se está retirando de liquidez a través de la reforma tributaria. En cuanto el tema de la inversión y el ingreso de capitales que están detenidos, entre otros temas por la existencia del impuesto, considera que no se verá el ingreso de flujos de manera inmediata, porque se requiere eliminar la totalidad; sin embargo, se lo lee como un paso en la dirección correcta, dijo.

Otro tema que hay que destacar sobre el anuncio es que el Gobierno está reafirmando que sí cumplirá sus promesas electorales, tal como lo hizo con el tema del salario. Indicó que una de las críticas fuertes que se le estaba haciendo es que ganó con un programa económico liberal, pero ya en el Gobierno estaba aplicando otro más de estilo socialdemócrata.

Entre tanto, Roberto Apunte, miembro de Business School de la UISEK, bajar impuesto siempre significa un estímulo para la economía. Al hacer un anuncio sobre el ISD, aunque sea un porcentaje bajo, existe una implicación de menor costo lo que motiva a un mayor consumo. Adicionalmente, esto puede beneficiar a quienes siempre han realizado importaciones, pues habrá un menor costo. Una consecuencia adicional podría ser el incremento de importaciones.

Sin embargo, también opina que puede haber un estímulo para los inversionistas que podrían realizar nuevos cálculos y considerar esta reducción como positiva. En todo caso, considera que si el anuncio hubiese sido en el sentido de que se continuará reduciendo en cascada durante los siguientes años, hubiese podido ser más interesante para los inversionistas. En este sentido, dijo que le faltó completar el anuncio al presidente, pues aún no está claro si la medida continuará en los siguientes años, y que el impacto fiscal que podría llegar a $ 200 millones al año es manejable. (I)