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El crédito 1x30 de BanEcuador gana terreno entre mujeres y jóvenes y cerraría este año hasta en $ 180 millones

Mauricio Salem considera a estos créditos de baja tasa y largo plazo como un producto estrella que ayuda a democratizar los recursos.

Los créditos del 1x30 han llegado más a mujeres que a hombres, según las estadísticas ofrecidas por BanEcuador. En la gráfica, una agencia de BanEcuador, ubicada en la Plataforma financiera, en el norte de Quito. Foto: Alfredo Cárdenas.

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BanEcuador espera cerrar este año 2022 con una colocación de créditos de 1x30 (tasa del 1 % a 30 años plazo) de entre $ 150 millones y $ 180 millones, lo que representaría una entrega total de $ 750 millones en créditos por parte del banco. Y para el siguiente año la meta es incrementar esta cifra al doble.

Así lo comentó Mauricio Salem, presidente del Directorio de BanEcuador. El funcionario explicó que en lo que va del año BanEcuador ha llegado a los $ 124,8 millones colocados en este tipo de créditos, considerados como el producto estrella del banco. Estos recursos han beneficiado a unas 46.782 personas, mientras el porcentaje de morosidad llega al 0,68 %.

Salem asegura que esta es una forma adecuada de democratizar el crédito, pues los recursos llegan a más personas y recuerda que en otros gobiernos un crédito por $ 100 millones llegaba a una sola persona. Adicionalmente, en otro tipo de productos crediticios en total se ha entregado hasta la fecha $ 679 millones.

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El crédito 1x30 va ganando terreno en varios sectores y según las cifras beneficia a un porcentaje mayor de mujeres y de jóvenes, según el perfil de clientes que maneja el banco. Así, el 52,6 % de los créditos fueron recibidos por mujeres y el 47,40 % por hombres. En cuento a la edad de los beneficiarios, el 28,23 % son clientes de entre 19 y 29 años y 22,51 % de entre 30 y 39 años.

El crédito 1X30 es colocado en coordinación con el Ministerio de Agricultura (créditos agrícolas y pecuarios), el Ministerio de Industrias y Producción (créditos a comercio, servicios, pequeña industria, artesanal, pesquero artesanal, piscicultura), el Ministerio de Inclusión Social (con créditos para comercio, pecuario, agrícola, pequeña industria, servicios y artesanal). Las condiciones siempre serán las mismas: créditos de $ 500 hasta $ 5.000 a 30 años plazo con una tasa del 1 %. Esto acorde con la promesa de campaña de entregar $ 1.000 millones en estas condiciones en todo el periodo de Gobierno.

De acuerdo con Salem, esta meta es alcanzable, porque este primer año ha sido el arranque y una vez logrado el crecimiento será más acelerado.

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Así desde el 3 de enero y con corte al 21 de noviembre, los créditos con origen en el MAG llegan a $ 104,6 millones en unas 40.682 operaciones. Esto significa el 83,79 % del volumen de crédito entregado.

Entre tanto desde el Ministerio de Industrias y Producción se ha alcanzado una entrega de $ 19,4 millones en 5.777 operaciones, lo que representa el 15,56 % del dinero entregado.

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Los créditos coordinados con el MIES aún están en el arranque, por ello se ha colocado $ 0,8 millones en 323 operaciones, lo cual equivale al 0,65 %.

Los créditos del 1x30 han beneficiado en número de operaciones a diversas zonas del país. Así por ejemplo la zonal de Guayaquil ha sido beneficiada con 13.791 operaciones, seguida de Loja con 6.769 y Portoviejo con 6.365. Adicionalmente la zonal de Quito ha entregado créditos en 5.606 operaciones, Ibarra con 5.581, Riobamba 5.297 y Cuenca con 3.373 operaciones.

De acuerdo con Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal, es correcto que la banca pública tome un rol subsidiario y que ayude al acceso al crédito a personas que no son atendidas por la banca o por las cooperativas. En este sentido, indicó que es importante que BanEcuador se enfoque en el crédito rural y en actores que tienen mayor dificultad en acceder. Haciendo alusión al ejemplo que da Salem sobre que antes se daba un crédito de $ 100 millones a una sola persona, explica que ese modelo, en cambio, no era correcto, pues la banca pública que tiene recursos limitados no puede desperdiciarlos en quienes sí pueden acceder a créditos en banca privada o hasta internacional.

En este sentido, el modelo actual sí estaría dirigido al destino correcto, pero advierte que debe guardar equilibrio con la sostenibilidad. Recuerda que muchos gobiernos suelen tener programas de crédito fácil que luego se cobra difícil y que terminan en problemas de patrimonio para las instituciones financieras públicas.

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“El gran desafío es que hay que dar acceso, pero al mismo tiempo hay que garantizar la sostenibilidad. Condonar las deudas es tener menos recursos para crédito a futuro”, dice.

Entre tanto, de acuerdo con Santiago García Álvarez, presidente del Colegio de Economistas de Pichincha, este programa crediticio hay que entenderlo como un programa de inclusión social para los sectores más vulnerables, emprendedores, mujeres, campesinos. Esto es una buena iniciativa. Sin embargo, para García aún hace falta crédito para el sector productivo pequeño y mediano. Pues es lo que se necesita para la reactivación económica. “La crítica que se hacemos desde el Colegio de Economistas: no hay desde la banca pública un aporte que incida realmente y que se convierta en el motor de la economía. La banca pública entrega un menor porcentaje de créditos (5% y 6 %) de la masa crediticia total”. (I)

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