El indicador de deuda del Ecuador bajó de 58,88 % a 58,38 % al comparar agosto del 2021 con septiembre del mismo año. Esta cifra pasó de $ 62.066,82 millones a $ 61.532,79 millones, según el último boletín de deuda publicado este viernes por la noche, con base en la nueva metodología que aplica el Ministerio de Economía y Finanzas desde agosto.

El ministerio, que se mantuvo por cinco meses sin publicar información de deuda, debido a que se encontraba cambiando la metodología, se ha comprometido a publicar a semana seguida los boletines de deuda del 2021 hasta el 11 de febrero de este año.

El viernes pasado, el ministerio informó que el cambio de metodología buscaba generar mayor transparencia en los datos de deuda, lo cual sirve además para tener claro el panorama de cara a un eventual retorno a los mercados internacionales. Para ello se han incorporado una serie de rubros y se han desagregado otros. La nueva metodología se hizo con la ayuda técnica del Banco Mundial, indicó. Para el ministerio, un aspecto destacable de la nueva metodología es que se registra el movimiento de la deuda al establecer el saldo inicial, desembolsos, amortizaciones, intereses comisiones, atrasos, ajustes cambiarios y el saldo final.

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De acuerdo con las cifras, en septiembre la deuda externa consolidada se colocó en $ 44.056,83 millones, mientras que la deuda interna consolidada fue de $ 15.000,78 millones; entre tanto, otros pasivos se colocaron en $ 2.475 millones. En agosto, la deuda externa se había colocado en $ 44.1356,81; la interna en $ 15.644,31 millones y los pasivos en $ 2.285,31 millones. Es decir, hubo una reducción en deuda interna y externa, pero se incrementaron otros pasivos.

La reducción de deuda interna, que es la más importante, se registra en cuatro rubros:

  • Las obligaciones dependientes de pago del ejercicio en curso bajaron de $ 1.974 millones a $ 1.489 millones (- $ 485 millones).
  • Las obligaciones no pagadas y registradas en presupuestos clausurados pasó de $ 2.736 millones a $ 2.363 millones (- $ 363 millones).
  • Las obligaciones de Cetes pasaron de $ 2.833 millones a $ 2.799 millones entre agosto y septiembre.
  • y las obligaciones de los GAD también se redujeron al pasar de $ 1.378 millones a $ 1.344 millones.
  • En cuanto a obligaciones de deuda con el IESS, estas subieron entre agosto y septiembre al pasar de $ 186,3 millones a $ 394,3 millones.

La nueva metodología también tiene las cifras de deuda agregada del sector público no financiero. Esta se ubicó en septiembre en $ 72.499,3 millones más $ 5.212,6 millones de otros pasivos. En agosto se había ubicado en $ 73.643,5 millones más pasivos de $ 5.074 millones.

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De acuerdo con Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), es importante tener tanto el indicador de deuda como la deuda agregada. La primera porque ayuda a establecer políticas frente a la economía del país, y la segunda porque alerta sobre las finanzas públicas. Es que el indicador de deuda, según la normativa internacional, se construye con la deuda consolidada. Esta no incluye para el cálculo deudas entre entidades del sector público y por ende no se registra la deuda con el IESS. En cambio, la agregada sí muestra la magnitud de todas las obligaciones que tiene el Estado.

Carrera considera que es importante que con la nueva metodología se puedan registrar rubros como la deuda con Schlumberger, que fue parte de la entrega del campo Auca. En este tema, la deuda que en un principio era de $ 1.000 millones ahora se encuentra en $ 470 millones. También se adicionan los Cetes, que anteriormente estaban en una clasificación aparte de la deuda agregada. Además, le parece positivo que se transparenten las facilidades de liquidez que ha tomado el Estado de las empresas públicas, entre otros rubros.

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En cuanto al indicador de deuda consolidada más otros pasivos, explicó que este es el rubro que deberá irse reduciendo de manera paulatina hasta regresar al 40 % con relación al PIB, que dicta la Constitución. Según el Código de Planificación y Finanzas Públicas, la relación deuda PIB debe colocarse en 57 % hasta el año 2025; en 45 % hasta el año 2030; y 40 % del PIB hasta el año 2032 y en adelante.