El invierno impacta al sector camaronero, informó la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA). El último suceso ocurrió este viernes 7 de abril tras el desbordamiento del río La Camarona, que causó fuertes estragos en El Morro y Safando, en la provincia del Guayas.

Según el gremio, esto ha provocado un duro impacto en la producción camaronera y aún se están evaluando los daños y gestionando atención con autoridades pertinentes. Además, el gremio contabilizó más de 100 familias vinculadas al sector camaronero que han sido perjudicadas por fenómenos naturales en las últimas semanas.

Sismo deja pérdidas por más de $ 10 millones al sector camaronero, que continúa evaluando daños

Por ejemplo, tras el terremoto registrado el 18 de marzo pasado y el desbordamiento del río Santa Rosa, en la provincia de El Oro, el 24 del mismo mes, más de 3.516 hectáreas fueron afectadas y hubo cerca de $ 3 millones en pérdidas, según cifras recabadas por el Viceministerio de Acuacultura, hasta la primera semana de abril, informó la CNA, que explicó que las pérdidas económicas se dieron porque no se podía movilizar producto y además se registró un retraso en la provisión de insumos sanitarios, alimentarios y médicos.

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“En el terremoto hubo destrucción de muros, infraestructura de campamentos, estaciones de bombeo, generadores de energía y sistemas de conducción, vías internas, pozos sépticos, área de almacenamiento de insumos, casas, bodegas, canales, compuertas, equipos de aireación, garitas y postes. Como impacto social se registró una rotación inusual de turnos hasta que se realicen las reparaciones de riesgo”, especificó el gremio.

Las zonas más afectadas fueron Santa Rosa, Machala, Huaquillas, Arenillas y El Guabo con más de 2.204.88 hectáreas. Por otra parte, el impacto del invierno atípico para el sector camaronero conlleva a la alteración de parámetros físico-químicos y el desequilibrio del ambiente, que trae como consecuencia enfermedades virales y bacterianas en el camarón; además, afecta la calidad del agua y del suelo.

“Cuando sube la marea, existe el riesgo de escape de animales en piscinas lo que puede desencadenar futuras alteraciones genéticas. A esto se suma que durante la temporada invernal se registra la presencia de dinoflagelados en la denominada marea roja. Esto afecta la calidad del camarón y requiere un manejo especial en las piscinas”, explicó la CNA en un comunicado.