El gobierno de Guillermo Lasso recibió la administración con una necesidad de financiamiento de $ 8.000 millones y atrasos por un monto de $ 2.700 millones. Por eso, desde ya el ministro de Economía y Finanzas, Simón Cueva, tiene en la mira al menos cuatro fuentes de financiamiento que le permitan ir capeando ese hueco fiscal.

La mayor parte de lo que se requiere, unos $ 5.500 millones, llegará desde los multilaterales, incluido el Fondo Monetario Internacional (FMI). El ministro Cueva indicó que el plan del Gobierno es “profundizar y renegociar” el actual acuerdo existente. Dicho acuerdo al que llegó el Gobierno anterior consistía en la entrega de $ 6.500 millones en 27 meses (hasta el 2022). Además, el régimen anterior tenía previsto que tras el cumplimiento de metas macroeconómicas y la aprobación de la Ley de Defensa de la Dolarización, la revisión del cumplimiento del FMI fuera en abril y el próximo desembolso se lo hiciera en mayo o junio.

Sin embargo, Cueva calcula que tras las conversaciones, el acuerdo podría demorar hasta agosto y recibir los primeros desembolsos recién en septiembre. El ministro considera que este tipo de cambios son normales con el ingreso de una nueva administración y explica que la renegociación tendrá como ejes los preceptos del plan económico del Gobierno: crecimiento sostenible, pero ambientalmente amigable; estabilización fiscal con equidad y transparencia en el manejo de los recursos.

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Pero además dice que se debe tomar en cuenta que los niveles del petróleo y perspectivas de crecimiento son mejores; además se está trabajando en reformas para abrir la economía del Ecuador al mundo, y es un Gobierno con un horizonte más largo.

De todas maneras, Cueva indicó que es “un punto delicado” buscar liquidez para estos meses, entre junio y septiembre.

En este sentido el viernes pasado el Gobierno anunció que la banca y las cooperativas han acordado invertir unos $ 500 millones en Certificados de Depósitos, para inyectar liquidez a la economía, a una tasa de 2,25 %. El ministro agradeció el apoyo del sector financiero y dijo que estos recursos son vitales para seguir financiando el plan de vacunación. Otra fuente de ingresos sería un crédito de $ 300 millones que podría entregar el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) con una tasa de 1,5 %.

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La cuarta fuente será también deuda interna, dice el ministro, que puede provenir del Biess o de otras entidades públicas. “No es que estamos rebosantes en plata, pero estamos mostrando cada vez más en orden y transparencia”, dijo Cueva.

Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal, considera que el Gobierno podría logar extender el acuerdo que vencía el próximo año. Al tener cuatro años por delante, eso le permitirá readecuar las metas e incluso suavizarlas. Para Acosta Burneo, un tema fundamental es actualizar el escenario, pues las condiciones han cambiado radicalmente.

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Para el experto, un factor determinante es el precio del crudo que de alguna manera permite que las metas puedan ser conseguidas de manera menos traumática. Entonces será vital definir los mecanismos. Acosta considera, por ejemplo, que lo que se sugería por parte del FMI con respecto al incremento del IVA -en el acuerdo anterior- es inaceptable en el entorno actual y políticamente inviable. Por ello, considera que es adecuado un “rebalanceo del Acuerdo”, que aunque el FMI pudiera sugerir incrementar impuestos, el Gobierno debería más bien ir por la vía de optimización de gastos y aprovechamiento de la renta petrolera.

Acosta Burneo piensa que la reforma tributaria será modesta y podrá generar entre $ 500 millones y $ 600 millones. Sobre la reforma tributaria, el viernes también, Cueva adelantó que no se bajará la fracción básica imponible de tributación, pero sí se trabajará en retirar ciertas exenciones o exoneraciones.

Entre tanto, para Acosta Burneo el hecho de que el Gobierno deba acudir al ahorro interno, en referencia a las inversiones que harán bancos y cooperativas para inyectar liquidez, es una señal de la crisis fiscal. El Gobierno al momento no tiene dinero y el que se demoren los créditos de multilaterales le genera un hueco importante. Explicó que no es novedad que el sistema financiero compre Cetes de manera obligatoria, a través del coeficiente de liquidez. Al menos eso se hacía en los anteriores Gobiernos; pero la diferencia en esta ocasión sería que es un tema voluntario.

Gobierno buscará dialogar con autoridades del IESS sobre el 40 %

Aunque el ex ministro de Economía y Finanzas Mauricio Pozo dijo que había dejado el Gobierno con unos atrasos del orden de $ 2.000 millones, el actual ministro Simón Cueva asegura que esta cifra estuvo en $ 2.700 millones.

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Una parte importante de estos atrasos le corresponde al pago del 40 % de la contribución del Estado al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Pero también existen atrasos con proveedores, gobiernos autónomos descentralizados (GAD), jubilados, pago de bonos, entre otros.

Sobre el tema, el ministro dijo que este Gobierno es serio y honrará sus deudas. En cuanto al IESS están esperando que las nuevas autoridades ya tomen posesión definitiva de sus cargos y puedan proceder al diálogo necesario para clarificar las cifras y ponerse de acuerdo en el tema.

En cuanto a proveedores y otros sectores, indicó que entiende las molestias que pueden ocasionar los atrasos en los pagos. Sin embargo, pidió comprensión en el sentido de que es un Gobierno que acaba de llegar y está enfrentando una situación financiera compleja. Cueva sostuvo que conforme vayan ingresando los recursos, cumplirán su obligación. (I)