Para que las tarjetas de crédito se conviertan en un sinónimo de beneficios y no de problemas en nuestra vida, es importante conocer el correcto uso de este documento plástico tan popular.

Su manejo adecuado implica el tener muy claro cuándo es oportuno realizar una compra con esta opción de pago, ya que de ninguna manera podemos caer en el error de pensar que la tarjeta de crédito puede remplazar al efectivo en cualquier ocasión, según el especialista en planificación financiera Guillermo Granja.

“Debemos comprender su correcto uso porque, como bien se dice, puede ser un arma de doble filo. Por ejemplo, se debe comprar con tarjeta de crédito bienes que sean importantes para la casa, como puede ser una refrigeradora, un televisor, un aire acondicionado, etc., que generalmente su valor supera los 300, los 500 dólares”, detalla el experto.

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Una gran oportunidad es cuando podemos diferir el monto a varios meses sin intereses; pero, si nos cobrarán recargo por pagar en cuotas, debemos ser aún más cuidadosos al comprar.

¿En qué no debemos usar la tarjeta de crédito?

Al utilizar la tarjeta de crédito en todo tipo de compras, podríamos estar afectando nuestra liquidez sin darnos cuenta y llegará el momento en que la suma de todos los diferidos será un alto monto por pagar, que quizás no podamos cubrir, señala Granja. Debido a esto, no recomienda utilizar este documento en las siguientes compras:

- No debe usarse para realizar compras en el supermercado, ya que lo recomendable es pagar esto de contado. En todo caso, si se usa la tarjeta de crédito para este concepto, debe cancelarse el valor total de lo consumido al final del mes.

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- Hay que evitar usar la tarjeta de crédito en compras pequeñas, como cuando se va al cine o a un restaurante. Esos gastos deberían pagarse directamente en efectivo.

Actualmente, hay quienes por seguridad procuran no llevar efectivo y usan principalmente tarjetas de crédito o débito. “Es por eso que mucha gente pensó que con la tarjeta remplazaba el efectivo que pudiera tener”, señala.

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Hay compras en las que lo más recomendable es usar el dinero en efectivo. Imagen: Pexels

Ante esa situación, el especialista recomienda calcular previamente cuánto se podría gastar, para así contar la cantidad suficiente de dinero en efectivo, no correr riesgos y no vernos obligados a usar la tarjeta de crédito.

“Por ejemplo, si yo ya sé que voy a un restaurante donde el precio de un plato en promedio es de $ 15, $ 20 o $ 25, yo ya sé que llevando unos $ 60 en efectivo puedo cubrir esa necesidad. En el caso del supermercado, que puede ser $ 100 o $ 200, la mayoría de veces coincidiendo con la quincena, puedo sacar en ese momento el dinero del cajero y pagar en efectivo. No es lo mismo que yo fuera a comprar un bien de $ 400, $ 500, $ 600 o más, donde llevar mucho dinero en efectivo sí es complicado”, explica.

¿Cuántas tarjetas de crédito es aconsejable tener?

Si se cuenta con varias tarjetas de crédito, recomienda determinar qué gastos se harán con cada una, con el objetivo tener una mejor organización y estar más claros con nuestras cuentas. “Podemos asociar una tarjeta para el pago de servicios básicos, al pago de televisión por cable, porque al final son montos que cuando se suma todo no son tan altos y es siempre es posible pagar el total al final del mes. Puedo tener una tarjeta para temas de viajes, para temas de negocios, para ese tipo de orientaciones”.

En cuanto al número de tarjetas, asegura que lo aconsejable es tener mínimo una y máximo tres, porque al tener más tarjetas es posible que también tengamos mayores gastos.

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Planificar para no ahogarse en las deudas

Granja hace énfasis en que debemos ser responsables, pagar la tarjeta de crédito a tiempo y cancelar la totalidad de los gastos que hemos realizado, es decir, tanto el consumo en corriente que hice en el mes como lo que corresponde a los diferidos.

“Esto debe estar en función de los ingresos que percibo, no me puedo endeudar más allá del 40 % del total de mis ingresos, ya sea con tarjeta de crédito o de algún tipo de compra que no sea con tarjeta, pero nunca debería superar el 40 % del total de mis ingresos. Adicional a eso, se debería destinar un 10 o 20 % para el ahorro”, afirma el experto.

Tipos de tarjetas de crédito de acuerdo a cada necesidad

Con el propósito de no cruzar la línea de ese 40 %, debemos recurrir a la planificación, la cual empieza con un presupuesto en el que se debe tener claro cuáles son los ingresos, los gastos, las deudas, etc. El especialista recomienda revisar todos los meses nuestras cuentas, así identificaremos si nuestro endeudamiento es o no excesivo.

Para evitar compras innecesarias sugiere que, antes de comprar, nos preguntemos: ¿es necesario lo que voy a comprar? ¿puedo esperar y comprarlo después?

“Si empezamos a remplazar en todo el efectivo por la tarjeta, podemos caer en serios problemas que van a afectarnos en todos los sentidos, incluso, en la salud familiar, porque una persona que está endeudada, y que vive en un círculo familiar, empieza también a tener problemas porque la plata no alcanza o la plata se va 100 % al pago de deudas”, expresa el Granja.

¿Cómo salir de una deuda con la tarjeta de crédito?

Si nuestra deuda se vuelve inmanejable y no logramos realizar los pagos adecuados, lo ideal será acercarse a la entidad financiera y reestructurar la deuda. El banco solicitará al cliente que cancele un porcentaje de la deuda y el resto se diferirá en varios meses.

“Antes los bancos solicitaban que el cliente pague mínimo un 30 % de la deuda y el resto en cuotas, pero en la actualidad ya hay varios que aceptan un pago del 10 o el 15 % como pago inicial; depende de cada institución bancaria”, indica Granja.

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La tarjeta permanecerá bloqueada hasta que el cliente realice el pago del cien por ciento de la deuda. El especialista indica que, si el banco no cuenta con un plan de restructuración y las deudas son excesivas, la persona endeudada tome la decisión de cortar la o las tarjetas, para evitar que el problema sea aún mayor. “Siempre tener en cuenta que el endeudamiento en sí no es malo, lo negativo es endeudarse y no saber pagar a tiempo”.

Mejorar el puntaje del buró de crédito

Hay que tener en cuenta que todos debemos contar con un historial crediticio, el cual tiene que ver con el buró de crédito, afirma el experto. “A medida que nos vamos endeudando y vamos pagando, vamos a tener una imagen positiva ante la central de riesgos, es decir, yo voy a a ser sujeto de crédito, porque la probabilidad de que yo no pague una deuda va a ser menor”.

Si se busca mejorar aún más el puntaje en el buró de crédito, Granja sugiere recurrir a una estrategia. “Supongamos que mi hijo tiene una pensión de $ 200 y al año son $ 2.000 que yo tengo que pagar por el colegio. Entonces, pago la totalidad con mi tarjeta de crédito, los $ 2.000, no en diferido sino en corriente, porque tengo los $ 2.000, y al día siguiente pago la tarjeta; entonces, me gané 2.000 puntos sin hacer nada prácticamente, sin endeudamiento, sin nada. Es decir, yo pago con la tarjeta pero porque tengo el efectivo detrás y con eso estoy ganando puntos”.

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De esa forma, a más de ganar puntos, se demuestra ante el buró de crédito que la persona es sujeto de crédito, que paga sus deudas inmediatamente y que los diferidos que tiene también los cancela a tiempo. “Por eso la importancia de pagar no el mínimo sino la totalidad de los consumos, tanto lo corriente como lo diferido”.

Según el especialista, “mientras más tarjetas de crédito le ofrezcan, significa que usted está haciendo mejor las cosas, porque las tarjetas siempre van a apuntar a los clientes que manejan mejor su crédito”. (I)