Dos visiones, una antiminería y otra pro minería responsable, se mantienen en tensión en la provincia de Morona Santiago, zona que tendría importantes recursos mineros, a juzgar por el interés de varias empresas (EXSA, Solaris, Solgold y Ecuasol) que ya poseen concesiones.

Por un lado, la presidenta de la Organización del Pueblo Shuar Arutam (PSHA), Josefina Tunki, llegó en estos días a la capital a exponer su inconformidad con la operación minera en su territorio. Ella sostiene que representa a 47 centros shuares y a 6 asociaciones que no están de acuerdo con la operación de ninguna de las empresas.

Explica que son pueblos originarios y que, antes de que siquiera llegaran los españoles o existiera el Estado ecuatoriano, ellos ya se encontraban en estas tierras y que son sus territorios. Temen que la minería —que, aseguran, se haría en el sector de la cordillera del Cóndor, donde nacen las fuentes de agua— contamine ese recurso que para ellos es vital. Tunki dice no creer que exista minería responsable y asevera que esta ya está contaminando el territorio.

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Entre tanto, la empresa canadiense Solaris, con su subsidiaria Lowell, que manejan el proyecto minero Warintza, pero que aún se encuentra en la etapa de exploración, busca a través de diversas estrategias tener un acercamiento con las comunidades, pero no necesariamente con la PSHA.

Así, por ejemplo, ayer Solaris hizo el lanzamiento del Pacto por una Minería Artesanal Responsable, en conjunto con la oenegé Pact, especializada en trabajo con comunidades indígenas de la Amazonía. De esta manera, se acaba de conformar la Asociación Arcoíris, cuyo eslogan es la “victoria del diálogo”.

Se trata de un proyecto en conjunto con los Centros Shuar Warints y Yawi, dice la empresa. La idea es que esta asociación realice minería artesanal de manera formal y asesorados para cumplir estándares ambientales. Ellos buscarían oro en sus ríos. Adicionalmente, Solaris promovió una alianza con la organización Women in Minning Ecuador, y se ha becado a seis jóvenes mujeres que terminarán sus carreras en minería, gracias a becas de entre $ 3.000 y $ 1.000.

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15 10 2021. QUITO. La empresa Solaris y Women in Minning presentaron este viernes un programa de becas para mujeres que estudian carreras en minería Foto: El Universo

Entre tanto, Tarquino Cajamarca, asesor del Pueblo Shuar Arutam (PSHA), critica que la empresa Lowell haya realizado un trabajo de años que le ha permitido cambiar la cosmovisión de algunos sectores de los pueblos de la protección de los recursos y del territorio. Según dice, esto ha devenido en un resquebrajamiento del tejido social y cultural, pues hay confrontación entre las familias de la zona.

Los problemas en la zona se agudizaron el 8 de septiembre, cuando se conoció que personas no identificadas aún incendiaron un vehículo que había intentado pasar a ese territorio para iniciar la construcción de un camino vecinal. No se conoce quiénes fueron los responsables, pero de manera no oficial, unos grupos culpan a los otros. De lo que se conoce, en el sector se mantiene cerrada una carretera.

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Vicente Tsakimp, quien fue presidente de PSHA, pero ahora trabaja en una organización denominada Alianza Estratégica, cercana a Solaris, asegura que es importante que el proyecto avance. Se opone al cierre de las vías y pidió ayer, en medio del evento de Solaris, una mayor presencia del Estado para garantizar las actividades de la empresa. Asegura que ellos buscan un diálogo con las autoridades de PSHA, pero no les prestan oídos. Consideró que la organización actual no tiene la misma representatividad que antes.

Al ser consultado sobre posibles riesgos de que la actividad minera termine afectando el medioambiente, Tsakimp explicó que, a su parecer, todo proyecto, toda actividad humana tiene cambios y esto genera problemas sociales. Su idea es que el pueblo debe estar completamente informado y organizado para tomar las medidas adecuadas.

Federico Velásquez, vicepresidente de Operaciones de Solaris, explica que la empresa está en un sitio de posesión ancestral de comunidades. Sin embargo, explica que las comunidades son dueñas de la superficie y el Estado es dueño del subsuelo. También explica que de momento están solamente en la etapa de exploración, actividad que no tiene impacto. Sobre los conflictos en el sector, dijo que las puertas de la alianza estratégica están siempre abiertas para PSHA y que espera que se pueda conversar en su momento. Explica que Solaris busca un despertar, una “nueva revolución económica indígena”.