Ya han pasado más de 13 años desde que los bonos verdes hicieron su aparición en el mundo. Fue a través del Banco Mundial que se emitió el primero de estos con el objetivo de financiar proyectos sobre el clima.

Debido a la dinámica global de cuidado al medioambiente, cuyos efectos se han evidenciado en los últimos años, cada vez más crecen los espacios que permitan destinar recursos a través de la banca a este tipo de productos.

El Banco Mundial explica que los bonos son “un acuerdo en virtud del cual los emisores toman en préstamo fondos de inversionistas y deben reembolsar dichos fondos a una tasa convenida al cabo de un plazo especificado. Gobiernos, empresas y muchas otras entidades emiten bonos para obtener financiamiento para proyectos”.

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Banco Pichincha emitió bonos verdes por $ 150 millones

Ecuador se sumó a esta ola siendo el Banco Pichincha la primera institución en emitir bonos verdes por $ 150 millones. El proceso había contado con el aval de las superintendencias de Bancos y de Compañías, Valores y Seguros.

En un informe, hasta junio pasado, la entidad financiera había señalado que con la primera emisión de bonos se había a 30.335 personas de los cuales se desembolsó 153′207.210,69 dólares, siendo los proyectos en la categoría construcción sostenible los que más dinero se destinaron con más de 96 millones de dólares, seguidos de aquellos que ingresaron en la categoría de eficiencia energética con más de 48 millones de dólares.

¿Cómo funcionan los bonos verdes?

El funcionamiento principal es el siguiente, los bancos emiten bonos en el mercado de valores que podrán ser adquiridos por inversionistas, sean estos nacionales o extranjeros, los montos recaudados le permitirán a la entidad financiera destinar esos montos en productos de créditos a sus clientes, sin embargo, los proyectos que se financien deben estar enmarcados en un impacto ambiental positivo.

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“Este sistema solo puede generar una relación ganar-ganar: es un financiamiento que genera un efecto social y ambiental favorable. Además, inyecta dólares a la economía pospandemia en el país, mientras genera valor a través del impacto positivo para el inversionista internacional y para el banco ecuatoriano”, indicó en un comunicado Daniel Ortega, director del Centro de Políticas Públicas de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol).

Al menos cinco entidades financieras en el país brindan líneas de créditos para financiar proyectos verdes, de igual manera se pueden adquirir vehículos. (I)