El Kremlin respaldó hoy la actuación de la policía durante las protestas pacíficas del pasado domingo en más de 140 ciudades de toda Rusia y durante las cuales fueron detenidas 5.414 personas, al afirmar que se trató de acciones contra transgresores de la ley.

"Con los gamberros y los provocadores no hay conversación posible, la ley debe ser aplicada de modo severo", declaró el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov.

Según el representante del Kremlin, los "gamberros y provocadores destacaron en mayor o menor medida por una conducta agresiva en contra de los agentes del orden".

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"Por ello, naturalmente, la policía actúa y toma medidas", sentenció.

El Kremlin se escuda detrás del hecho de que las protestas no habían sido autorizadas y, por tanto, participar en ellas es ilegal.

Las marchas pacíficas en apoyo de Navalni se llevaron a cabo desde Vladivostok en el Lejano Oriente, a Novosibirsk en Siberia, Yekaterimburgo en los Urales, San Petersburgo en el mar Báltico o el centro del poder, en Moscú.

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En todo el país se vieron este domingo de nuevo escenas de detenciones con un uso excesivo de la fuerza, a pesar del carácter pacífico de las protestas. Varias personas resultaron heridas.

Las detenciones fueron especialmente violentas en San Petersburgo, donde las fuerzas antidisturbios recurrieron a golpes con porras, gas pimienta y descargas eléctricas, y arrestaron al menos a 1205 manifestantes pacíficos.

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Según la organización OVD-info, especializada en el seguimiento de arrestos, entre los más de 5.400 detenidos había al menos 82 periodistas, algo que trató de minimizar el portavoz del Kremlin.

"No podemos hablar de que esto sea algo masivo, para nada", afirmó Peskov sobre la detención de periodistas en ejercicio de la profesión, al señalar que "cualquier tipo de valoración general" no es apropiada en este caso.

Los periodistas fueron arrestados aún cuando portaban chalecos amarillos con las letras "prensa" inscritas sobre ellos para identificarles como profesionales de los medios de comunicación.

Según el representante del Kremlin, "los periodistas trabajaron de modo normal, estaban con sus chaquetas (amarillas), nadie les molestó".

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Tanto EEUU como la Unión Europea (UE) condenaron el uso excesivo de la fuerza en las protestas.

El alto representante para la Política Exterior y de Seguridad de la UE, Josep Borrell, deploró este domingo las detenciones y el uso "desproporcionado" de la fuerza contra manifestantes pacíficos, al igual que el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, que condenó en un tuit "el uso persistente (...) de tácticas duras" por parte de las autoridades rusas. (I)