El presidente chino, Xi Jinping, inauguró hoy una inédita versión virtual del Foro de Davos, que este año abandonó la nieve de Davos en Suiza, con una petición de unidad global por encima de las diferencias, con el fin de salir de la pandemia de COVID-19 que ha llevado al mundo "a su peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial".

"No hay duda de que la humanidad vencerá sobre el virus y saldrá más fuerte de este desastre", aseguró Xi, cuyo discurso transmitido desde el Gran Palacio del Pueblo de Pekín sirvió para abrir una semana de reuniones bilaterales en las que se debatirá cómo el mundo se puede recuperar de las consecuencias de la pandemia.

El presidente chino predijo que "el mundo no volverá a ser lo que fue en el pasado" y pidió a la comunidad internacional que se adapte a las nuevas realidades pospandemia, en primer lugar "aumentando la coordinación de las políticas macroeconómicas para promover conjuntamente un crecimiento sostenible, equilibrado e inclusivo".

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En esa coordinación, subrayó, "deben abandonarse los prejuicios ideológicos y seguir un camino de coexistencia pacífica, beneficio mutuo y cooperación para que todos ganen", respetando las diferentes historias, culturas y sistemas sociales de cada país.

Las diferencias políticas y sociales "no deben inquietarnos: lo que debe alarmar es la arrogancia, el prejuicio, el odio y los intentos de imponer una jerarquía en la civilización humana", subrayó el líder de la segunda mayor economía mundial.

En su discurso, Xi pidió el apoyo internacional a instituciones como la Organización Mundial de la Salud, la Organización Mundial del Comercio o a los Acuerdos de París contra el cambio climático, entidades nacidas del multilateralismo contra el estuvo el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante todo su mandato.

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Xi advierte el peligro de una "nueva Guerra Fría"

Xi Jinping advirtió del peligro de una "nueva Guerra Fría" y abogó por el multilateralismo en la inauguración del foro.

Sin nombrar a Estados Unidos, Xi se erigió en defensor del multilateralismo y de la globalización, como ya había hecho en el mismo foro hace cuatro años, justo antes de que Trump llegara al poder.

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Su recién posesionado sucesor, el demócrata Joe Biden, no participa en esta reunión anual de la élite política y económica mundial, que suele celebrarse en la estación de esquí suiza de Davos.

"Crear clanes o iniciar una nueva Guerra Fría, rechazar, amenazar o intimidar a los otros (...) solo llevará al mundo a la división", alertó Xi Jinping.

Y esto cuando se espera que la administración Biden dé un giro a su política frente al ascenso político y tecnológico de China.

Trump había optado por la confrontación abierta y los ataques verbales, sin resultados tangibles, al menos en lo que afecta al enorme déficit comercial de Estados Unidos con China.

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Más tarde, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, debatirá con el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, su homólogo alemán, Peter Altmaier, y el consejero delegado de Goldman Sachs sobre cómo "restaurar el crecimiento económico".

El crecimiento, junto a la pandemia, es la cuestión central que abordarán funcionarios, empresarios y científicos que participan esta semana en las numerosas mesas redondas virtuales.

El optimismo que reinaba en noviembre, cuando las vacunas se convirtieron en realidad, ha desaparecido por las nuevas restricciones, la propagación de variantes del coronavirus y los retrasos en la entrega del preciado medicamento.

- Asia en forma -

En la edición de 2020 del Foro Económico Mundial (WEF), la aparición en China de una misteriosa neumonía solo fue un vago motivo de preocupación. Un año después, el continente asiático estará muy presente en la 51ª edición.

Europa contará con la participación del presidente francés Emmanuel Macron, la canciller alemana Angela Merkel y la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, en un momento en que la Unión Europea ha sentado las bases de un acuerdo de inversión muy controvertido con China.

Uno de los retos de la nueva presidencia de Estados Unidos, que se enfrenta a una epidemia galopante que le obligó a cerrar sus fronteras el lunes, será aceptar un mundo cuyo centro de gravedad se está desplazando hacia Asia.

Tras esta semana de videoconferencias, el Foro viajará en mayo a Singapur, la ciudad-estado que solo registró unos treinta muertes por coronavirus y se considera segura desde el punto de vista sanitario. (I)