Alrededor de 50 huevos de tortugas laúd eclosionaron entre la tarde del sábado 23 y mañana del domingo 24 en el norte de la provincia de Manabí, constituyéndose en un hecho histórico para el país, ya que desde hace casi 40 años no se conocía del desove y menos aún del nacimiento de esta especie.

Desde 1983, en Ecuador no se tenían registros de nacimientos de tortuga laúd, la más grande de quelonios en el mundo, según Roddy Macías, jefe de proyectos en la costa continental de Ecuador de la organización Wild Aid.

Este organismo de defensa de especies vulnerables, en coordinación con la fundación Contamos Contigo Ecuador, la organización no gubernamental alemana GIZ y el respaldo del Ministerio del Ambiente, inició el pasado 26 de noviembre el monitoreo y custodia de ese nido de tortugas laúd.

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En Twitter, Paulo Proaño, ministro del Ambiente, indicó que el sábado 23 reportaron el nacimiento de 38 ejemplares en el sitio Punta Bikini, cerca de la playa de San Clemente, perteneciente al cantón Sucre. Agradeció a las instituciones que cuidaron el proceso.

Macías comentó que pescadores de San Clemente avisaron a personal de la fundación Contamos Contigo Ecuador sobre huellas de 1,40 metros en forma horizontal que había dejado una tortuga, un hallazgo que daba cuenta de la existencia de un nido, pero no de la especie golfina, cuyo rastro es menos ancho.

"Los pescadores vieron huellas gigantes y enseguida nos llamaron e inmediatamente iniciamos un proceso de cuidado y monitoreo de este anidamiento", declaró Macías, quien añadió que a los integrantes de la fundación se les facilitó materiales para el monitoreo.

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Ecuador solo había tenido desde 1980 a la fecha cinco registros de anidamiento de tortugas laúd, de los cuales solo de uno se tuvo reporte en 1983, en Puerto Cabuyal, cerca de Jama, norte de Manabí, declaró Macías.

Según el técnico de Wild Aid en Ecuador, hasta hace cinco años se creía que Ecuador no era un sitio para la anidación de esta especie que actualmente consta en la lista roja de vulnerabilidad de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), organización dedicada a la conservación de los recursos naturales.

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Hipotéticamente uno de los factores que también incidía para que las tortugas laúd no desovaran en costas ecuatorianas sería el cambio climático, pues de acuerdo a Macías, los huevos deben permanecer en temperaturas de entre 28,5 y 29,5 grados centígrados.

"Lo que se hizo primero fue poner termómetros dentro del nido y estar monitoreando constantemente la temperatura, controlar que no se acerquen personas, perros u otros depredadores", declaró Macías, quien resaltó la labor constante de voluntarios y miembros de la fundación Contamos Contigo Ecuador.

Además, el Ministerio del Ambiente, buscando proteger más los huevos, desplegó una iniciativa de obtener doce huevos de este nido de 80 unidades para ubicarlos en una incubadora donada por Wild Aid.

Y precisamente de esa incubadora es de donde nacieron las primeras cinco tortugas, las otras surgieron del nido. La eclosión continúa este lunes y posiblemente se extienda al martes 26.

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El nombre científico de esta especie es Dermochelys coriácea, llegan a medir 2,10 metros y pesar hasta 900 kilos, y de acuerdo con la UICN, esta tortuga se encuentra dentro de la lista roja de especies en la zona de vulnerable.

Cerca de Punta Bikini hay un segundo nido con 86 huevos dejados por otra tortuga laúd a inicios de diciembre del año pasado. Este nido, según Macías, fue reubicado porque se temía que el aguaje lo afectara.

"Si no lo reubicábamos al nido, el fuerte aguaje que se evidenció hace pocos días lo habría devastado", declaró Macías. Se prevé que este segundo nido de tortuga laúd eclosione a inicios de marzo. (I)