Por Milagros León*

Varios periodistas que estuvieron al interior del parlamento estadounidense el miércoles contaron en diversas entrevistas lo que vivieron esa tarde. Todo empezó en realidad semanas atrás desde el momento en que el presidente Donald Trump se negó a aceptar el resultado de las elecciones proclamado por los 50 estados de la Unión. Sus fundamentos fueron calando en miles de sus seguidores al punto que, según un estudio de las universidades de Harvard y Northwestern, más de la mitad de los republicanos cree que Trump ganó las elecciones o no está seguro quién en realidad lo hizo. No importa si todas las cortes del país desecharon las demandas del mandatario.

Como último recurso, el presidente y sus aliados habían decidido utilizar la sesión conjunta del Parlamento del miércoles 6 de enero, en la que las dos cámaras debían ratificar la victoria de Joe Biden para intentar una jugada final. Sin una mayoría que los apoyara en las cámaras, sabían de inicio, que las objeciones que presentarían únicamente iban a lograr la demora, mas no impedir la ratificación de los próximos gobernantes. Desde hace varios días, Trump empezó a invitar a sus simpatizantes a acudir a Washington para esta última sesión. La mañana del miércoles, miles de ellos se juntaron en las afueras de la Casa Blanca para escuchar un discurso de 70 minutos del Presidente. El mandatario volvió a la carga con sus acusaciones de fraude y reiteró que le habían robado las elecciones. “No vamos a parar, nunca vamos a admitir la derrota, eso no va a pasar”, dijo. Finalizó invitando a movilizarse hacia el Capitolio, lo que inmediatamente hicieron cerca de 20.000 personas al grito de “América Primero”.

Publicidad

A las dos de la tarde, en el Interior del Parlamento, en la sede del senado se encontraban los periodistas Nicholas Fandos y Jonathan Martin quienes contaron al programa “The Daily” lo que sucedió. Los senadores debatían la objeción a los votos del colegio electoral de Arkansas cuando de repente, la seguridad del vicepresidente entró corriendo, tomó al vicepresidente Mike Pence y lo sacó abruptamente fuera de la sala. La policía ingresó también y anunció que el edificio había sido invadido y que todos los senadores serían, desde ese minuto, encerrados en esa sala. La prensa también quedó contenida allí mientras la policía y la seguridad cerraban y barricaban las puertas.

Seguidores de Donald Trump, entre ellos Jake Angeli (disfrazado de bisonte), un miembro del movimiento de teorías de la conspiración Qanon.

Al inicio los senadores estaban más asombrados que asustados hasta que la senadora Amy Klobuchar gritó que hagan silencio pues había escuchado tiros al interior del edificio. Minutos después la policía empezó a empujar a los senadores hacia la parte baja del senado y a través de la puerta de escape en medio de conmoción y caos de todos. Inmediatamente la policía ordenó a los periodistas a seguirles. A este punto 99 senadores y decenas de periodistas se apretujaron a través de una serie de ascensores hacia los túneles subterráneos del Parlamento sin saber a donde les dirigía la policía. Para los periodistas fue un momento de increíble pesar ver, por ejemplo, al presidente de la mayoría, el senador Mitch McConnell, un hombre de 78 años que de niño sufrió polio, ser llevado prácticamente en andas por su seguridad o a otros senadores ser empujados por el cuello para protegerlos.

Publicidad

Finalmente, todos fueron llevados a un lugar seguro indeterminado donde debieron esperar varias horas sin saber qué es lo que sucedía afuera.

Un hombre se colgó de uno de los balcones del Senado. Foto: AFP

Publicidad

Tensión en la Cámara

Mientras tanto, en el hemiciclo de la Cámara de Representantes, la situación se vivió de manera más o menos similar como contó Emily Cochrane al mismo programa. A la una y media de la tarde, Nancy Pelosi presidía la sesión de la Cámara para discutir la objeción a los votos de Arkansas cuando los periodistas empezaron a recibir mensajes de textos contándoles lo que sucedía al exterior. Algunos diputados también empezaron a fijarse en sus teléfonos pues en las diferentes oficinas los empleados estaban siendo evacuados por la policía; la multitud ya había ingresado al edificio.

En la Cámara la sesión continuaba, si bien cada vez con mayor agitación sobre todo de los periodistas que al inicio parecían ser los únicos que realmente sabían cuál era la verdadera gravedad de los hechos. Los representantes seguían debatiendo hasta que cerca de las dos de la tarde la policía empezó a cerrar las puertas de la galería alta y la seguridad de esa zona pidió a los periodistas que tomen todas sus cosas del exterior porque debían quedarse encerrados en el hemiciclo. Inmediatamente un oficial de policía tomó posición frente al sillón presidencial e informó a los presentes que el Parlamento había sido tomado por manifestantes y que todos se preparen para esconderse debajo de sus escritorios y que los diputados retornen a sus sillas. Tras unos minutos de tensa espera la policía informó que los que protestaban estaban ya en la rotonda a pocos metros de la sala y que tomen las máscaras de oxígeno que se encontraban debajo de los asientos. A los periodistas se les repartió otras. A ese punto luces rojas y una alarma de seguridad empezó a sonar, los agentes de seguridad de los diputados pusieron un gran cajón para barricar la puerta principal y empezaron a gritar que de la manera más ordenada posible evacuen la sala por la puerta de emergencia posterior.

Un seguidor de Donald Trump con la bandera confederada irrumpió en las salas del Senado. Foto: EFE

El caos envolvió a todos, saltando por encima de las mesas, pisando los cojines, las aproximadamente 400 personas corrieron hacia las puertas pero entonces la masa empezó a golpear las puertas y desde el interior los agentes de seguridad sacaron sus armas y las apuntaron hacia las puertas barricadas. Los representantes se tiraron al suelo y unos minutos más tarde todos empezaron a correr nuevamente hacia las puertas de escape hacia corredores interiores sin saber hacia dónde iban. Finalmente llegaron al edifico de oficinas donde fueron encerrados por la policía por aproximadamente cuatro horas.

Publicidad

Al final del episodio, como se sabe, los parlamentarios de las dos cámaras y el vicepresidente volvieron a la sala y continuaron la sesión toda la noche para, finalmente, confirmar la victoria de Joe Biden como próximo presidente de los Estados Unidos y la derrota definitiva de Donald Trump. (I)

* Periodista ecuatoriana radicada en Estados Unidos