Cada año, la revista MIT Technology Review en español, del reconocido Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), resalta los proyectos de 35 jóvenes innovadores menores de 35 años, de Latinoamérica, que con su trabajo contribuyen a mejorar el mundo desde distintas perspectivas: luchando contra la emergencia climática, combatiendo la desigualdad y la corrupción, con nuevos productos, entre muchos otros aspectos.

En la lista del 2020, constan los nombres de dos talentosos jóvenes ecuatorianos que, por sus innovadoras ideas, consiguieron este prestigioso reconocimiento. Se trata de Carolina Serrano, de 23 años, quien con su proyecto para la creación de pañales reutilizables, ingresó a la categoría de proyectos 'Humanitarios'.

Esteban Valencia, de 34 años, también forma parte de la lista por su plataforma Humegis, que tiene la capacidad de monitorizar humedales en remoto, lo que contribuye a su conservación. Por su iniciativa, este joven se ubicó en la categoría de 'Inventores'.

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Para ambos, este reconocimiento es una motivación para continuar trabajando con la finalidad de resolver complejos problemas a los que se enfrenta la humanidad.

Nelson Baldeón, representante del MIT Technology Review en Ecuador, señala que toda actividad industrial o de negocio genera un impacto en el ambiente, por lo que es importante destacar las iniciativas que busquen mitigar esto a través de la ciencia y tecnología.

"Siendo la universidad número uno del mundo por quinto año consecutivo (el MIT), es importantísimo para nosotros tener este tipo de éxitos para demostrar al mundo que sí tenemos talento. Es importante que se sepa que hay gente ecuatoriana altamente valiosa con el conocimiento increíblemente desarrollado en el sentido de innovación, de emprendimiento, de visión, para encontrar problemas que existen en la humanidad, asegura Baldeón.

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Carolina Serrano - GelWear

Tras analizar que un pañal desechable tarda 500 años en descomponerse y solo en Latinoamérica se desechan cada año ocho millones de estos, Carolina Serrano y su equipo decidieron crear una alternativa para resolver este y otros problemas ambientales. Es así que desarrolló GelWear, una start-up (empresa emergente) con la que diseñó pañales biodegradables para cuya producción emplea residuos de caña de azúcar.

"Empecé este proyecto como estudiante de la universidad Yachay Tech, con un gran equipo de investigación, entonces ha sido un gran esfuerzo y van a ser cuatro años desde que iniciamos con este proyecto de desarrollar un hidrogel a base del bagazo de la caña. (...) Este paso, de formar parte en la lista de los innovadores menores de 30, es un gran honor para nosotros porque podemos demostrar que la ciencia y la tecnología desarrollada dentro del Ecuador realmente puede dar un impacto a nivel global, por ello también es importante apoyarla", indica la joven originaria de Cuenca.

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GelWear cumple con ocho de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados por las Naciones Unidas. Con su emprendimiento, esta joven ecuatoriana busca que sus pañales desechables biodegradables además tengan un bajo costo, para que así sean de fácil acceso para toda la población. Esto no solo mejora la calidad de vida de muchas personas, sino también reduce su huella ecológica.

Pese a los aspectos positivos de su proyecto, desarrollarlo no ha sido una tarea fácil y, en Ecuador, no ha logrado encontrar el apoyo suficiente para conseguir el financiamiento que requiere. Es por esto que Carolina y su equipo decidieron participar en distintas competencias internacionales, con lo que esperan se les facilite llegar a sus objetivos.

"Realmente estamos atravesando por un momento difícil porque estábamos presentando nuestra idea, ya con unos prototipos, y hubo muchas puertas que se nos cerraron en Ecuador hasta que aplicamos a esta competencia global y aplicamos a otra competencia más, realmente de esta manera es como hemos ido abriendo puertas. Esperamos que con el reconocimiento del MTI se dé más apoyo a la ciencia y al emprendimiento científico que se desarrolla en el país. Hubo muchas puertas que se nos cerraron cuando queríamos financiamiento, de la industria privada principalmente".

Carolina espera, en primera instancia, introducir su producto en el mercado ecuatoriano y luego que este llegue a toda América Latina, ya que que no existe una opción ecoamigable y económica como la que ofrece GelWear.

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Actualmente, la iniciativa de esta ecuatoriana se encuentra también en la final de la competencia de emprendimiento social denominada Hult Prize, en la que inicialmente participaron 30 mil emprendimientos de todo el mundo. El premio de este concurso es de un millón de dólares. GealWear ha llegado hasta el top 30 y busca llevarse el primer lugar.

Esteban Valencia - Humegis

Esteban Valencia, empresario quiteño y docente de la Escuela Politécnica Nacional, recurrió la tecnología con la finalidad de proteger a nuestro planeta. Para ello creó hace dos años la plataforma Humegis, que utiliza algoritmos de inteligencia artificial para procesar y categorizar el estado de los humedales. La importancia de conservar los humedales radica en que hay ciudades, como Quito, que se abastecen de agua exclusivamente de este tipo de ecosistemas.

"Esta iniciativa se alinea bastante con los objetivos de desarrollo sostenible en la conservación de los recursos hídricos. Los humedales son básicamente una esponja de agua creada por la naturaleza que está en los páramos. Esta esponja capta el agua y luego es el agua que nosotros utilizamos para diferentes usos", explica.

Con la información que Esteban recopila y difunde, busca además que otros investigadores puedan también crear o poner en marcha nuevos sistemas que también ayuden al correcto mantenimiento de los humedales.

"Esto nace un poco de que en el país la base de datos que tú necesitas para cualquiera de los modelos es casi nula, o si no debes obtener permisos o ir hasta una instancia burocrática bastante molesta que evita que cualquier actor particular, privado o público pueda tomar accionar en el mejoramiento de estos ecosistemas. (...) Como sabemos, por ejemplo el agua ya se está cotizando en Wall Street y es porque es una de las necesidades a futuro, e igual, las otras fuentes energéticas que tenemos en el mundo de alguna manera debemos volverlas más sostenibles", señala.

Esteban señala también que desarrollar este tipo de proyectos en Ecuador es complejo por la falta de difusión, de investigación y debido a que no se desarrolla en el país un entorno hacia la investigación e innovación. Aunque señala que, en su caso, su "lucha principal fue con la parte burocrática".

"La parte burocrática es sumamente engorrosa, la gente tiene miedo de involucrarse en proyectos de investigación porque luego te cae una glosa, los procesos son largos, letárgicos, son cuatro o cinco meses para 20, 30 o 40 dólares y conseguir fondos. Creo que esa es una de las luchas más grandes. Como el ambiente no está hecho para el desarrollo tecnológico las empresas privadas no creen en los ecuatorianos", expresa.

Ambos jóvenes esperan que este tipo de reconocimientos, como este otorgado por el MIT, visibilice que en el país hay quienes le apuestan a la investigación y actualmente desarrollan diversos proyectos que pueden generan un cambio a novel nacional e internacional. (I)