Los huracanes se vuelven más fuertes con el paso del tiempo. Con el avance del cambio climático, estos fenómenos naturales aumentan intensidad. Aquellos que se forman en océanos más cálidos transportan más humedad y tienen más duración. Esto significa que, a medida que el mundo continúa calentándose, es más probable que los huracanes lleguen a comunidades más tierra adentro y sean más destructivos.

"Sabemos que las zonas costeras deben prepararse para huracanes más intensos, pero las comunidades del interior, que pueden no tener los conocimientos o la infraestructura para hacer frente a vientos o lluvias tan intensos, también deben estar preparadas", advirtió Pinaki Chakraborty, director de la Unidad de Mecánica de Fluidos en la Universidad de Graduados del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (OIST), en Japón

Muchos estudios han demostrado que el cambio climático puede intensificar los huracanes, conocidos como ciclones o tifones en otras regiones del mundo, sobre el océano abierto. Pero un estudio de Chakraborty es el primero que establece un vínculo claro entre un clima cálido y el subconjunto más pequeño de huracanes que han tocado tierra.

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Los científicos analizaron los huracanes del Atlántico norte que tocaron tierra durante el último medio siglo. Descubrieron que durante el transcurso del primer día después de tocar tierra, los huracanes se debilitaron casi dos veces más lentamente ahora que hace 50 años.

Este 2020 superó el récord de tormentas tropicales, con 29 en el Océano Atlántico, una más que lo que hubo en 2005. "La temporada de huracanes de este año comenzó de manera temprana con dos tormentas tropicales antes del primero de junio, Arthur y Bertha y, para mediados de septiembre, ya se habían formado casi el doble que en una temporada habitual. En lo que va del año se han formado doce huracanes; cinco de ellos, siendo grandes huracanes (de la categoría 3 a la 5 de la escala Saffir-Simpson), pero ninguno ha llegado a la categoría 5", recordó Marca.

El cambio climático produce un aumento de temperatura en las capas superficiales de los océanos, lo cual genera huracanes y tormentas más poderosos y con mayor cantidad de agua, que constituyen una amenaza más peligrosa para las comunidades costeras, según estudios del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

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La velocidad de los huracanes aumenta desde 1982

Los ciclones tropicales, conocidos regionalmente como huracanes o tifones, se han estado moviendo a través de las cuencas oceánicas más rápido desde 1982.

Un nuevo estudio publicado en Environmental Research Letters también determina que la región del Atlántico Norte ha experimentado un aumento en la frecuencia de los huracanes y que la actividad de los ciclones tropicales se ha desplazado hacia los polos en los océanos Pacífico y Atlántico.

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El análisis revela que la velocidad de traslación del ciclón tropical media global (TCTS) aumentó en 0,31 kilómetros hora por década durante los últimos 36 años, mientras el flujo de dirección que controla el TCTS local disminuyó en -0,24 kilómetros por hora por década en las principales regiones de paso de ciclones tropicales. Estos valores corresponden a un cambio de 5,9 % y -5,6 % durante el período de análisis para el TCTS medio y el flujo de dirección, respectivamente.

El estudio, dirigido por Sung-Hun Kim, un investigador postdoctoral en la Escuela de Ciencias y Tecnología Oceánicas y Terrestres (SOEST) de la Universidad de Hawai en Manoa, se centra en los ciclones tropicales desde 1982, porque es cuando se dispuso de datos satelitales modernos y fiables.

"Para la gente de Hawai, la amenaza de huracanes siempre está ahí todos los años", dijo el coautor y profesor de Ciencias Atmosféricas Pao-Shin Chu. "Si los huracanes se mueven más rápido, representarían un peligro para las comunidades costeras y los administradores de emergencias porque tendrían menos tiempo para prepararse para la evacuación y otras medidas".

El estudio sugiere que la razón de los cambios observados es una combinación de variaciones naturales y el cambio climático inducido por el hombre.

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Azote de Iota en Centroamérica

Iota es la trigésima tormenta con nombre en la intensa temporada de huracanes en el Atlántico. También es la novena que se intensificó rápidamente este año, un fenómeno peligroso que ocurre cada vez con más frecuencia.

Además, es el huracán de categoría 5 más tardío en el año, superando el récord de Cuba del 8 de noviembre de 1932, señaló Phil Klotzbach, investigador de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado. La temporada de huracanes termina oficialmente el 30 de noviembre.

Los países centroamericanos hacían este jueves un recuento de la devastación que provocó el paso del ciclón Iota, el segundo en golpear la región este mes, que dejó al menos 44 muertos en deslaves e inundaciones.

“Nos estamos quedando sin superlativos para esta temporada de huracanes en el Atlántico. Es un récord en todo el sentido de la palabra. Iota es la trigésima tormenta tropical nombrada de la temporada”, alertó Clare Nullis, portavoz de la Organización Meteorológica Mundial.

Por su parte, Tomson Phiri, vocero del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, describió: “Ha resultado ser incluso peor de lo que pensábamos. Comenzó antes y terminará tarde. Por ejemplo, las continuas inundaciones en países como Guatemala, Honduras y Nicaragua afectarán la cosecha entrante, y esto ejercerá una gran presión sobre los agricultores de subsistencia y, aunque todavía es temprano, está bastante claro que esto extenderá la emergencia incluso hasta mediados de 2021".

La Organización de Naciones Unidas (ONU) recordó, en su página web, que en estos últimos dos meses se registraron cuatro tormentas Delta, Epsilon, Eta e Iota. Para ellas debieron usarse nombres del alfabeto griego porque no alcanzó la lista regular de nombres de tormentas. (I)