El gobierno del presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, bloqueó la colaboración de los miembros del gobierno con el equipo del presidente electo, Joe Biden, mientras que el secretario de Justicia, William Barr, autorizó al Departamento de Justicia a investigar acusaciones sin base de fraude electoral.

Algunos republicanos, incluido el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, apoyaron los esfuerzos de Trump por impugnar los resultados de las elecciones.

Las noticias pusieron en duda que el país vaya a asistir a un traspaso de poder tranquilo como los que han consolidado su democracia durante años. El Colegio Electoral tenía previsto confirmar oficialmente la victoria de Biden el 14 de diciembre, y el demócrata asumirá el cargo a finales de enero.

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Barr autorizó el lunes a los fiscales estadounidenses a investigar acusaciones “sustanciales” de irregularidades y fraude electoral, aunque no existen pruebas generalizadas de esa clase de problemas en las elecciones de 2020.

Mientras tanto, Biden siguió adelante con sus preparativos para formar un gobierno, reuniendo un equipo de expertos para afrontar la creciente pandemia. Pero la agencia federal que debe dar luz verde al inicio de la transición demoró hacerlo.

El presidente se mantuvo alejado de las cámaras en la Casa Blanca mientras continuaba la conversación sobre cómo pasaría los próximos días y semanas al tiempo que impugnaba la voluntad popular.

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Algunos colaboradores de Trump creían que la destitución de Esper, el responsable del Pentágono, sería la primera de varias, ya que el presidente ya no tiene que responder de nuevo ante los votantes y está molesto con los miembros del gobierno a los que considera insuficientemente leales. Otros que podrían verse señalados son el director del FBI, Christopher Wray; la directora de la CIA, Gina Haspel, y el doctor Anthony Fauci, experto en enfermedades infecciosas.

Manifestantes tras la vcitoria de Biden.

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El presidente recibió el visto bueno de McConnell para seguir peleando. Muchos republicanos ven al líder republicano en el Senado como el hombre que tendrá que señalar la salida a Trump en algún momento.

“En realidad, nuestras instituciones están diseñadas para esto”, dijo McConnell al abrir la sesión del Senado el lunes. “Tenemos el sistema para considerar las preocupaciones, y el presidente Trump está en pleno derecho de investigar acusaciones de irregularidades y estudiar sus opciones legales”.

El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, replicó que la resistencia de los republicanos a aceptar los resultados de las elecciones era “extremadamente peligrosa, extremadamente venenosa para nuestra democracia”.

“Joe Biden ganó las elecciones con justicia”, añadió Schumer.

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Unos pocos senadores republicanos hicieron tibios gestos admitiendo un cambio de gobierno. El senador de Nebraska Ben Sasse felicitó a Biden, y la senadora Susan Collins, de Maine, mencionó la “aparente victoria” demócrata. Pero muchos congresistas republicanos eran reacios a hablar sobre las elecciones, viendo poco incentivo político a tomar una postura firme sobre la salida de Trump de la Casa Blanca.

Los republicanos en el Capitolio han sido reacios a presionar al presidente para que admita la derrota, sabiendo que molestaría a su base de seguidores devotos de Trump. La mayoría tampoco avivaba abiertamente las afirmaciones sin base del presidente sobre un fraude, aunque no despejaban los cuestionamientos sin pruebas sobre el proceso electoral.

Y pese a la postura pública de Trump, en su círculo interno iba ganando fuerza la idea de que el resultado electoral sería imposible de cambiar. Algunos miembros importantes del gobierno han intentado argumentar que Trump debe centrar sus esfuerzos en consolidar su legado, pero temen que se los señale como desleales por siquiera pensarlo.

Felicitaciones a Joe Biden

En Europa este martes, los líderes del Reino Unido, Francia, Alemania e Irlanda ya han conversado por teléfono con Biden para abordar los objetivos de la futura relación, que pasan por el aumento y fortalecimiento de la cooperación, según ha anunciado el demócrata en un comunicado. También el presidente turco, Recepp Tayip Erdogan, ha enviado un mensaje al demócrata.

El británico Boris Johnson, conocido por su buena relación con Trump, fue el primero en conversar con Biden. Según un portavoz de Downing Street, los dos mandatarios han abordado las prioridades compartidas de los dos países, como el comercio y la seguridad, un tema de vital importancia para Londres ante el incierto futuro del Brexit. Además, el británico ha invitado a Biden a la cumbre del clima COP26 que se celebrará en Glasgow en 2021. (I)