El proyecto de Ley Orgánica para la racionalización, reutilización y reciclaje de plásticos de un solo uso en el comercio, aprobado la noche del pasado miércoles, ya genera reacciones de los diferentes sectores productivos.

Esta ley busca reducir en tres años la utilización y el comercio de material plástico de un solo uso como bolsas, sorbetes, envases para bebidas y alimentos, los que pasarán a tener un costo para el usuario.

La norma, además, incluye multas por infracciones leves, graves y muy graves contempladas en el Código Orgánico del Ambiente que van desde un salario básico unificado ($ 400) hasta 200 salarios básicos unificados ($ 80.000).

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Para Jorge Mórtola, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Plásticos (Aseplas), la ley generará tranquilidad a la industria y permitirá que se realicen inversiones sin temor a cambios, gravámenes o prohibiciones inesperadas.

Ratifica, además, que la posición de la industria es reconocer que existe un problema con los residuos plásticos ocasionada por una gestión inadecuada de estos, por lo que se suman a la propuesta de incrementar las tasas de reciclaje de plásticos, sobre todo de un solo uso, para reincorporarlos a los procesos productivos.

Agrega que la nueva normativa da la pauta para empezar a analizar proyectos soportados en los conceptos de la economía circular que busca extender la vida de los productos y minimizar el consumo de productos naturales, especialmente los no renovables.

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"Creo que habrá un antes y un después de esta ley al momento de planificar política de gestión de residuos, valorizándolos y convirtiéndolos en una fuente para generar riquezas, trabajo y progreso", asegura Mórtola, quien pese a que la ley aún no se publica, adelanta su criterio sobre la tasa de incremento gradual de material reciclado en los plásticos de un solo uso que quedan exonerados de la prohibición que se aprobó en la normativa.

Explica que se trata de valores incrementales y de plazos muy cortos con los que se obliga a la industria a adaptarse al cambio, a realizar inversiones y a reducir el consumo de resinas plásticas vírgenes y en su lugar recuperar los residuos plásticos para reconvertirlos en los mismos productos de un solo uso o en otras aplicaciones de mayores volúmenes y menos requisitos técnicos.

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Mórtola asegura que a medida que se incrementen las inversiones para reprocesar los residuos se tendrán menos residuos en las calles, menos afectación al ambiente y más trabajo, ahorro de divisas e incluso la posibilidad de exportar estos residuos ya sea como materia prima o como producto terminado.

En este marco, el titular de Aseplas solicitó a la Asamblea Nacional, durante el pleno virtual 685 antes de la aprobación de la Ley, continuar con los proyectos de economía circular, que faciliten la clasificación en origen y destino para que la industria pueda acceder a estos residuos y que no terminen en ríos, mares, quebradas, rellenos y basureros.

Ante el pleno indicó que solo para plásticos de un solo uso en Ecuador se importa alrededor de 600.000 toneladas de resina al año y que si se ahorra el 20% recuperando los residuos se dejarían de importar 120.000 toneladas, el equivalente a $ 144 millones.

Reveló, además, que Aseplas está en conversaciones con el Municipio Metropolitano de Quito para emprender, a través de alianzas público-privadas, proyectos de esta naturaleza que permitan ayudar a estos procesos de recuperación de residuos; y agregó que adicionalmente la industria plástica analiza inversiones para lograr productos de calidad utilizando materia prima reciclada y citó varios ejemplos de éxito en este ámbito.

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"Hoy si comparamos una botella pet con una de hace 5 años, hoy esa botella de pet que aparte de que lleva material reciclado, pesa entre el 30% y el 40% menos, gracias a la tecnología, al desarrollo de aditivos, y al propio desarrollo del producto", expresó Mórtola.

Por su parte, Pablo Arosemena, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, asegura que es probable que la normativa encarezca los costos de los pequeños negocios.

"Debe considerarse que estamos atravesando el peor año para el comercio. Los pronósticos indican que el 2021 aún no habrá una recuperación absoluta", sostiene el dirigente, quien cree que es incierto conocer si el sector productivo logrará adaptarse a los requerimientos de la normativa en un corto periodo de tiempo. Reiteró que el proceso hacia un entorno productivo más sostenible debe considerar las condiciones económicas del país para no afectar a los pequeños negocios.

Mientras, la Cámara de Industrias de Guayaquil informó que aguardarán a la publicación oficial del documento para analizar la ley.