Por Xavier Villavicencio Córdova

Las elecciones presidenciales en los Estados Unidos que se realizarán en los próximos días revisten una especial importancia para las relaciones comerciales de ese país con la región y en particular para nuestro país. El Gobierno del republicano Donald Trump ha sido desde su inicio un crítico abierto de los acuerdos de libre comercio con otros países del mundo, en primer lugar debido a la pérdida de empleos que se ha generado por el cierre de fábricas en Estados Unidos para reubicarse en otros países con menores costos laborales, como México o China, y en segundo lugar por los abultados déficits comerciales que se atribuyen al excesivo ingreso de productos de bajo costo al país norteamericano.

Producto de esta realidad, la estrategia del gobierno del presidente Trump ha sido iniciar una serie de retaliaciones comerciales hacia las importaciones de origen chino, con la imposición de aranceles a los productos provenientes de ese país. Asimismo, Trump presionó a sus socios del Nafta (Canadá y México) a renegociar ese acuerdo en mejores términos para los Estados Unidos. Adicionalmente, el Gobierno norteamericano ha utilizado medidas de presión con sus empresas nacionales para que reubiquen sus fábricas en suelo estadounidense.

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Sin embargo, también es cierto que el gobierno de Trump está muy preocupado en fortalecer la influencia de Estados Unidos en el hemisferio occidental y debilitar la influencia de China en la región. Una de las herramientas que está utilizando para este fin es la promesa de mayor acceso al mercado estadounidense mediante acuerdos de comercio con dicho país; y esta coyuntura podría resultar muy conveniente a los intereses de Ecuador. Recordemos que en el gobierno del republicano George W. Bush se gestaron, negociaron y firmaron los acuerdos comerciales con Perú y Colombia, aunque su aprobación en el Congreso tardó algunos años, contando con un amplio respaldo del Partido Republicano, pero con un apoyo dividido del Partido Demócrata. Dichos acuerdos empezaron a implementarse en 2009 (Perú) y 2012 (Colombia).

Dado lo anterior, para los intereses ecuatorianos la reelección del presidente Trump podría significar una mayor celeridad para la firma de un acuerdo comercial con Estados Unidos, en el caso de una posible victoria del candidato demócrata. Sin embargo, podría darse que con un gobierno demócrata las condiciones de negociación sean más beneficiosas para el Ecuador, considerando que Trump es conocido por ser un negociador bastante agresivo.

Ahora bien, si se revisan las cifras de comercio bilateral entre nuestros vecinos y Estados Unidos, se encuentran los siguientes hechos: para Colombia, en 2019 sus exportaciones a EE. UU. representaron el 31 % de sus exportaciones totales y exportó 12.265 millones de dólares, sin embargo registró una balanza comercial bilateral de -567 millones de dólares. La tasa de crecimiento anual de las exportaciones colombianas hacia ese mercado para el periodo 2015- 2019 fue del 5 %, ligeramente superior a la tasa de crecimiento anual de las importaciones estadounidenses del resto del mundo, que fue del 4 %. En tanto que Perú exportó a dicho país en 2019 un valor de 5.551 millones de dólares (12 % de sus exportaciones totales), registrando un elevado déficit comercial bilateral de 3.259 millones de dólares. La tasa anual de crecimiento de las exportaciones peruanas durante el último quinquenio ha sido del 4 %.

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Si comparamos dichas cifras con las de Ecuador, que no tiene acuerdo comercial con Estados Unidos, nuestro valor exportado en 2019 fue de 6.732 millones de dólares (30 % de nuestras exportaciones totales), con una balanza comercial bilateral positiva de 2.342 millones de dólares. La tasa de crecimiento anual de las exportaciones ecuatorianas ha sido apenas el 1 % anual. Los productos que más se exportaron hacia ese mercado en 2019 fueron productos del petróleo (4.107 millones), peces, camarones y crustáceos (712 millones), frutas (580 millones), flores y otras plantas vivas (402 millones). La tasa de crecimiento de las exportaciones de estos productos se ha mantenido entre el 0 y el 3 % anual.

Estos números son interesantes porque con un acuerdo comercial se esperaría que nuestras exportaciones a Estados Unidos crezcan por lo menos al mismo nivel que las de nuestros vecinos, entre el 4 y 5 % anual. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que las importaciones desde ese país podrían crecer más rápidamente, generando déficits comerciales bilaterales a largo plazo, como los que experimentan hoy en día Colombia y Perú.

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En conclusión, es necesario negociar adecuadamente los términos de un acuerdo comercial con la próxima administración norteamericana para obtener las mejores condiciones para nuestro país, tomando en cuenta la experiencia previa de nuestros vecinos y diseñando planes de contingencia para aquellos sectores que resulten más afectados: el agropecuario para consumo interno y el industrial, así como implementando medidas de protección en aspectos de propiedad intelectual, entre otros temas sensibles. (O)

Xavier Villavicencio es Ph. D. en Economía Agrícola por la Texas A&M University, exfuncionario público, incluyendo exagregado comercial de Ecuador en Los Ángeles, y profesor de la Escuela de Negocios de la Escuela Superior Politécnica del Litoral: Espae.