El Frente Unitario de Trabajadores (FUT) se traza nuevas perspectivas, tras evaluar los resultados de las movilizaciones convocadas el jueves pasado en Quito y otras provincias en contra del plan económico que aplica el gobierno de Lenin Moreno para los últimos siete meses de administración que le restan.

El gremio realizó ayer una evaluación de las jornadas y su presidente, Mesías Tatamuez, agradeció por el respaldo y negó que hayan provocado enfrentamientos con la Policía Nacional.

El dirigente insistió en que su manifestación fue pacífica y que se realizó para rechazar el plan económico del Gobierno, el desempleo, la conflictividad laboral, además que exigen a la Corte Constitucional que declare la inconstitucionalidad de la Ley de Apoyo Humanitario.

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En ese contexto, señaló que ahora trabajarán en una propuesta “moderna” de Código de Trabajo. “Será nuestro trabajo de aquí en adelante, y también una nueva ley de Seguridad Social”.

Justamente, el 28 de noviembre próximo realizarán una asamblea por la seguridad social.

“Todas las acciones continuarán gradualmente”, anotó el dirigente.

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Las protestas del jueves pasado arrancaron desde la Caja del Seguro Social en Quito, y a eso de las 18:00 cientos de manifestantes inconformes con la política económica caminaron con banderas y consignas políticas por casi dos horas por la avenida 10 de Agosto hasta llegar a la plaza, cuando concluyó su evento.

De repente, un grupo de personas se enfrentó con la Policía Nacional y fue dispersado con bombas lacrimógenas.

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Se registraron daños a la propiedad pública, como puertas de edificios patrimoniales salpicados de pintura y adoquines de la plaza destruidos.

“Si tenemos que ir a limpiar las paredes y calles, lo haremos, así lo hicimos cuando enfrentamos al correísmo”, manifestó José Villavicencio, al ser consultado sobre los daños.

Tatamuez consideró que quienes protagonizaron estos hechos eran “infiltrados”, y aseguró que hubo una “campaña sucia” de parte del Gobierno en contra de su movilización. No obstante, reconoció el hecho de que el Ministerio de Gobierno les haya permitido hacer su manifestación por la calle Guayaquil, porque de lo contrario sí se habrían registrado actos violentos, dijo.

Según datos de la Policía Nacional, a nivel nacional habían participado más de 4.000 personas en las protestas y alrededor de 1.000 en la capital. (I)

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