El aumento de casos de coronavirus registrado durante las últimas dos semanas inquieta en Cuenca, capital de Azuay. Miriam Silva, directora del Consejo Municipal de Salud, explicó que hasta la semana del 5 al 11 de octubre los números de infectados estaban a la baja, pero en la siguiente las cifras se alzaron y la ciudad pasó de 278 a 306 contagios confirmados.

El repunte está directamente relacionado con la movilidad de las personas, sostuvo. Indicó que hay más ingresos de pacientes a los hospitales públicos y que las camas de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) siguen copadas, sin embargo, no calificó esto como un rebrote, sino como un “ligero aumento”.

Según los datos oficiales del Ministerio de Salud Pública (MSP), el miércoles 14 de octubre hubo 9.732 casos en Azuay y 7.760 en Cuenca, además de los 339 muertos intrahospitalarios. Una semana después, al 20 de octubre, hubo 10.077 infectados en la provincia y 8.025 en la cabecera cantonal. En cuanto a los fallecidos hubo cinco personas más.

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Para la directora del Consejo Municipal de Salud, un punto de contagio frecuente son las reuniones familiares y esporádicas entre amigos, porque al estar entre personas cercanas las medidas básicas de bioseguridad, como el uso de mascarilla, lavado de seguridad o distanciamiento, no se aplican y se olvidan de que “todos somos sospechosos”.

El médico e investigador universitario Bernardo Vega también consideró que Cuenca no vive un rebrote de casos porque el crecimiento de infectados no es masivo ni incontrolable, por lo que con base en los números oficiales “recién estamos pasando la primera ola” y entrando a una estabilización. (I)