Los efectos del feriado del 10 de Agosto ya se sienten en el número de contagios de COVID-19 en Quito. Según las cifras del Ministerio de Salud Pública (MSP), entre el 24 y el 27 de agosto, dos semanas después del asueto, se registró un pico del número de pacientes que empezaron a sentir síntomas en esas fechas.

El incremento de casos confirmados en la capital llevó al MSP a hacer una aclaración en su reporte del viernes pasado. Señaló que ese aumento se debe a que están realizando una búsqueda activa de personas contagiadas, especialmente el Municipio de Quito.

El incremento de casos se registró mayoritariamente en parroquias rurales como Guayllabamba, Yaruquí, Pifo y Cumbayá.

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El martes pasado, en una sesión del Concejo Metropolitano, la secretaria de Salud, Ximena Abarca, mostró su preocupación por el aumento inusitado de muertes por COVID-19 el primer fin de semana de septiembre y por el posterior incremento en el número de casos reportados por el MSP. “Ahora sí podemos explicarnos claramente y una de las explicaciones que se daba era que son el resultado del feriado del 10 de agosto” señaló.

Aseveró que el disparo de casos positivos en las últimas semanas se debe también al reporte de muestras atrasadas que seguramente se tomaron en otro momento y recién se están conociendo.

Para el epidemiólogo Daniel Simancas Racines, director del Centro de Investigación en Salud Pública y Epidemiología Clínica de la Universidad UTE, el incremento de casos se debe a la mayor capacidad del Municipio para hacer pruebas. “Está haciendo 1500 pruebas diarias”, acotó.

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Añadió que, si bien los casos se han incrementado, la situación en los hospitales ha mejorado, pues ya hay espacios habilitados. “Si fuese un incremento abrupto de los datos, tendríamos otra vez listas de espera largas”, señaló. (I)