El 'peregrinaje' del correísmo empezó el 14 de enero de 2018, cuando el expresidente Rafael Correa decidió desafiliarse de Alianza PAIS, movimiento con el que ganó todas las votaciones en sus diez años de mandato. Ahora, después de 32 meses, este colectivo irá a su tercer proceso en las urnas sin una organización política propia.

Desde el momento de la desafiliación, el correísmo empezó a buscar la manera de constituir una nueva organización política reconocida por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y así participar por el no en la consulta popular de febrero del 2018 que propuso el gobierno de Lenín Moreno y, luego, en las elecciones seccionales de marzo del 2019.

En la campaña sobre la consulta popular, varios correístas giraron alrededor del Foro Nacional de Mujeres, organización reconocida por el CNE que hizo campaña por el no. En esa ocasión, el porcentaje más alto que alcanzó el “no” fue del 36,92 %, en la pregunta 3, que proponía la reestructuración del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) para la reevaluación de autoridades.

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Esto ocurrió luego de que el 15 de enero del 2018, el CNE negara la clave de acceso a la "Revolución Ciudadana", porque el eslogan y el logo que proponían ya lo utiliza Alianza PAIS.

Luego del fracaso en la consulta popular, los correístas intentaron, por segunda vez, tener una organización propia. El 23 de febrero de ese año, decidieron crear la "Revolución Alfarista", pero el 5 de abril, el CNE negó la entrega de claves y acceso al sistema informático para la recolección de firmas.

El 5 mayo y con miras a las seccionales del 2019, el correísmo llega a un acuerdo para participar con el Movimiento Acuerdo Nacional (MANA), que ya tenía clave para recoger firmas pero, tras una disputa interna en esa organización, los correístas también quedaron fuera en agosto, cuando el CNE reconoció otra representación legal.

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Para diciembre, el correísmo anuncia que irá a las seccionales del 2019 con el movimiento Fuerza Compromiso Social (FCS), creado por el exministro y sentenciado por lavado de activos Iván Espinel. El 24 de marzo del 2019, con FCS "por la Revolución Ciudadana" obtienen dos de 23 prefecturas (Pichincha y Manabí) y más de 60 concejalías.

Pierina Correa fue aspirante a prefecta con Compromiso Social en el 2019. ARCHIVO

Luego de las observaciones emitidas por Contraloría como la falta de firmas al momento de la inscripción, el futuro de FCS depende de la Función Electoral y, por ello, el correísmo recurrió a una alternativa segura, esta vez, para las elecciones generales del 2019, con Centro Democrático (CD). Aunque CD y FCS lograron inscribir su alianza, si el segundo es eliminado, CD iría solo en la papeleta.

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Antes del proceso de primarias, Virgilio Hernández, integrante del buró del correísmo, investigado por rebelión, exasambleísta y candidato a parlamentario andino, señalaba que para ellos es importante participar con FCS, porque es parte de la identidad de la Revolución Ciudadana.

El analista político y catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Santiago Basabe considera que, aunque la “gran debilidad” es que no ha podido conformar una organización partidista, el correísmo tiene al menos el 20 % de fuerza electoral, con un voto duro y leal en todos los estratos sociales que, en un escenario de alta fragmentación, bien le serviría para pasar a segunda vuelta y obtener un buen espacio en la Asamblea.

Basabe agrega que la identidad del correísmo es clara, establecida, popular, estatista, contra hegemónica y que la falta de organización propia no afecta esto, aunque sí podría restringir su crecimiento a futuro.

En tanto, Pablo Ruiz Aguirre, analista político y catedrático de la Universidad Internacional del Ecuador, manifiesta que Ecuador tiene empresas electorales, en lugar de organizaciones políticas y Alianza PAIS fue un ejemplo de eso y lo sigue siendo como “correísmo”, que su identidad giró y gira alrededor de un líder y por eso una identidad a través de una organización propia no sería importante para ellos. “Es un clan político alrededor de un líder”, expresó.

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Andrés Arauz es precandidato presidencial para el 2021 por Centro Democrático. API

Organizaciones progresistas como plataforma internacional

El Grupo de Puebla y la Internacional Progresista son las organizaciones que hacen parte de la plataforma en la que se respalda el correísmo, en el ámbito internacional.

El Grupo de Puebla es un foro político y académico integrado por representantes con el objetivo de articular ideas, modelos productivos, programas de desarrollo y políticas de Estado de carácter progresista. Fue fundado el 12 de julio de 2019 en Puebla, México.

Entre sus integrantes están Gabriela Rivadeneira, asambleísta asilada en México, el excanciller Gillaume Long y el precandidato a la Presidencia, Andrés Arauz.

La Internacional Progresista (IP) es una agrupación de organizaciones y movimientos progresistas que surge en el 2018, con el llamado del Movimiento Democracia en Europa 2025 y el Instituto Sanders hicieron un llamado abierto a todas a las fuerzas progresistas del mundo para constituir un frente común.

Dentro de su consejo de asesores está Arauz y Correa. (I)