Un tribunal londinense reanuda este lunes el juicio para decidir si el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, debe ser extraditado a Estados Unidos, que lo quiere juzgar por espionaje en un caso que sus defensores denuncian como clave para la libertad de prensa.

Tras una primera semana de vistas en febrero, Assange, de 49 años, debía volver ante los tribunales en abril pero el proceso se vio retrasado por la pandemia de coronavirus que, según sus abogados, les impidió tener acceso a él en la cárcel para preparar el caso.

Se prevé que las vistas duren tres o cuatro semanas y estén marcadas por las protestas: los seguidores del experto informático australiano ya convocaron una manifestación a las puertas del tribunal el lunes bajo el lema "No extraditen a Assange, el periodismo no es un crimen".

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Antes de pronunciarse sobre la solicitud de extradición, la justicia inglesa debe asegurarse de que no sea desproporcionada o incompatible con los derechos humanos.

Recluido en una prisión londinense de alta seguridad desde su detención en abril de 2019 en la embajada de Ecuador, donde durante siete años vivió refugiado en un pequeño cuarto, Assange podría ser condenado a 175 años de cárcel si la justicia estadounidense lo declarase culpable.

Washington le reprocha haber puesto en peligro a informantes y activos estratégicos con la publicación en 2010 de comprometidos documentos secretos sobre las acciones militares estadounidenses en Irak y Afganistán, que revelaron actos de tortura, muertes de civiles y otros abusos.

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Pero para su comité de apoyo, son "cargos con motivación política" que "representan un ataque sin precedentes a la libertad de prensa y al derecho del público a saber", denunciaron en un comunicado. (I)