Los consumidores no siempre entienden el contenido que se encuentra en las etiquetas nutricionales de los productos. Un estudio elaborado por Consumolab indica que el 90% de los consumidores leen las etiquetas de los alimentos en el momento de la compra. El 65% afirman leerlas siempre y otro 25% dependiendo del producto. Sin embargo, la lectura correcta de estas etiquetas aporta una información crucial para el mejoramiento de la salud.

A pesar de que los clientes realizan un cierto tipo de lectura a las etiquetas, no diferencian los elementos presentados. Según la Fundación del Consejo Internacional de Información Alimentaria (IFIC), casi dos de cada tres personas oyeron hablar de densidad de nutrientes, pero muy pocas pueden explicar qué significa. Esto se refiere a la cantidad de nutrientes que tiene un producto. Si un alimento es alto en densidad nutricional, este cuenta con los nutrientes principales, como las proteínas, carbohidratos y las grasas.

Una lectura sencilla

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“Es muy importante aprender a leer etiquetas nutricionales sobre todo porque nos brindan mucha información de los productos procesados y podemos entender la calidad del alimento que vamos a consumir; de esta forma, escoger alimentos que nos ayuden a tener una dieta más adecuada y una mejor alimentación”, comenta la nutricionista Marlene Molina.

Es importante olvidar la publicidad del producto; de acuerdo a Molina, la propaganda puede afirmar que el alimento tiene varias cualidades, pero no asegura la calidad del producto y su origen. Incluso, cuando estos comestibles son light o bajos en grasas.

Las proteínas ayudan al transporte de la hemoglobina.

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¿Cómo entender de una manera sencilla? Para esto, primero es necesario ir a la sección de los ingredientes, aquí se podrá identificar que estos están presentados en un escala de mayor a menor, esto significa que los primeros ingredientes son los que el producto contiene en mayor cantidad. La nutricionista Molina lo ejemplica de esta forma, "si el producto dice que es integral, pero el primer ingrediente ese harina blanca, podemos identificar que la cantidad de fibra es mínima y posiblemente no se pueda denominar integral".

Mientras más corta sea la lista de ingredientes, es más probable que un alimento sea más sano. Siempre es preferible consumir el alimento de forma natural.

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Después de chequear esos elementos es importante revisar la información nutricional, en esta sección se puede determinar las calorías que contiene por porción el producto y además, su contenido neto. Es mejor guiarse por estos porcentajes que por la publicidad que aparece en la portada.

Selección de snacks saludables

A pesar de la presencia del semáforo nutricional, hay aspectos a los que no se les da importancia al momento de elaborarlo. "Solo se centra en tres valores, que son la grasa, el azúcar y la sal, pero esto no te indica de qué fuente proviene. Por lo cual no diferencia la calidad de estos productos; puede ser alto en grasa, pero no indica si es alto en grasas refinadas o en una grasa saludable", agrega la nutricionista Molina.

Agua, siempre agua

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Finalmente, para una buena salud siempre es importante tener una buena hidratación porque se tiende a confundir la sed o la deshidratación por hambre, lo que ocasiona comer más de lo habitual y puede provocar un aumento de peso. (F)