Un considerable número de gente llegó hasta la Basílica de El Cisne, desde la mañana de este sábado, con la finalidad de visitar la imagen de la Churonita.

Pese a que los anuncios del COE cantonal prohibían viajar al santuario, los fieles católicos, venidos especialmente desde la Costa, formaron largas filas en los exteriores de la Basílica hasta poder ingresar, orar y agradecer los milagros de la Virgen del Cisne.

Este sábado cerca del mediodía, policías, militares y comisarios municipales llegaron a la parroquia para verificar el cumplimiento de dichas medidas. Recorrieron los alrededores y encontraron algunas falencias, por lo que se suspendieron actividades, hasta que se puedan subsanar las fallas en el protocolo de bioseguridad en el lugar.

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María Eliza Chicaiza, comisaria de higiene municipal, dijo que se dejó una notificación para la suspensión de atención de la Basílica por aglomeraciones de gente en el exterior, durante 48 horas (sábado y domingo), situación que fue rechazada por moradores, comerciantes de la parroquia y el propio párroco.

“En el exterior se encontraron niños y adultos amontonados. Se pide además que se reduzca el tiempo (de estadía) dentro de la Basílica para reducir el número de personas que deben esperar afuera”, dijo Chicaiza.

En la Basílica no se están celebrando eucaristías, pero los devotos de la Virgen de El Cisne pueden estar por algunos minutos dentro, respetando el distanciamiento y señalética impuesta.

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Las correcciones en la instalación deben darse en cuanto a estas materias y control en el ingreso de los visitantes.

En agosto devotos llegan hasta esta parroquia antes del traslado en romería de la Virgen de El Cisne hasta Loja. Este año la imagen será llevada en un sobrevuelo en helicóptero por varias ciudades del sur del país. (I)