Entre las opciones diplomáticas y jurídicas que tiene el Gobierno para evitar la presencia de flotas pesqueras extranjeras frente a las zonas económicas exclusivas de Ecuador está la ampliación de la plataforma continental hasta 3500 millas.

Esta extensión se podía realizar desde que Ecuador suscribió la Convención de las Naciones Unidas del Derecho del Mar (Convemar), en el 2012, hasta diez años después, pero han pasado ocho años y no se ha realizado ni en el gobierno de Rafael Correa ni en el gobierno de Lenín Moreno.

La tarde de ayer, el ministro de Defensa Oswaldo Jarrín y el canciller Luis Gallegos afirmaron que el Gobierno avanza en este trámite con la investigación oceanográfica y se espera resultados para diciembre.

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El catedrático y experto en derecho internacional Carlos Estarellas y el analista internacional y exembajador Mauricio Gándara señalan que esta es la alternativa para evitar la pesca de especies en esa zona.

“Esta Convención nos permite extender nuestra plataforma continental hasta 350 millas, condicionado a la presentación de un estudio científico que demuestre una solución de continuidad geológica desde nuestra plataforma actual hasta Galápagos, por la presencia de las cordilleras submarinas de Cocos, Carnegie y Colón; para demostrarlo tenemos plazo hasta el 2022”, señala Gándara.

Estarellas agrega que en la plataforma continental hay exclusivos derechos para la exploración y explotación de los recursos y que en derecho internacional habría más alternativas, pues China y Ecuador son parte de la Convemar. Entre estas están una comisión de conciliación, un tribunal arbitral, un Tribunal del Mar en el que se exponga que no es la primera vez que la flota china incursiona en esta zona y mostrar las afectaciones.

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“Lo peor que puede hacer el Gobierno es quedarse con los brazos cruzados, después de un tiempo los chinos van a volver. A través de redes succionan los peces y se los llevan, no están violando el mar territorial ni la zona económica exclusiva, pero están robando los peces, son redes especiales, hay que denunciarlo”.

Ayer, el presidente Lenín Moreno conformó un equipo público-privado para diseñar la estrategia de protección de Galápagos y el respeto de sus recursos marítimos. Estará conformado por el canciller Gallegos, el economista y ambientalista Roque Sevilla, la conservacionista Yolanda Kakabadse y otros especialistas.

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Sevilla agrega que se pueden hacer otras acciones, como la gestión diplomática inmediata ante China pidiendo que detengan el proceso de captura en una zona tan delicada.

Además, pedir a las Naciones Unidas la aplicación de los acuerdos sobre las poblaciones de peces, relativo a la conservación y ordenación de las poblaciones de peces transzonales y las poblaciones de peces altamente migratorios, que obliga a que las flotas que entran ahí se sometan a una reglamentación que fija el país ribereño, y de la Convención sobre la Conservación y Ordenamiento de los Recursos Pesqueros en Alta Mar en el Océano Pacífico, de los que es también parte China.

“Dos instrumentos claros que lo que hacen es tratar de evitar la sobrepesca y pesca ilegal, desordenada, violatoria de todos los principios de conservación y buen manejo”.

Para Kakabadse, lo más importante es hacer equipo con las otras naciones afectadas. “Ecuador, solo, no puede enfrentar una amenaza tan grande porque los otros países son igualmente vulnerables”.

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Convemar

Tras la ratificación de la Convemar, durante el gobierno de Rafael Correa y una mayoría legislativa oficialista, en el 2012, Ecuador reconoció una extensión de mar territorial de 12 millas y, a partir de allí, una zona económica exclusiva adicional de 188 millas en la que Ecuador tiene derecho a explotar y explorar y los otros Estados solamente pueden transitar.

La Convemar permite una extensión de la plataforma continental por 150 millas más, es decir, serían un total de 350 millas, pero para conseguirlo debe pedir la intervención científica de la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de la Convemar.

Una mayoría del Congreso del 2017, antes de la instalación de la Asamblea Constituyente de Montecristi, negó la ratificación de la Convemar por considerar que era atentatorio contra la soberanía del país, debido a que hasta ese entonces Ecuador declaraba que su mar territorial era de 200 millas. (I)