A nivel nacional 10 245 fiestas clandestinas se han reportado al ECU911 desde que empezó la cuarentena. El 14 % de estas reuniones, prohibidas por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional, se han dado en Guayaquil. Han sido 1441 las celebraciones que ha debido interrumpir la policía entre el 12 de marzo y el 15 de julio en la que fue la primera ciudad golpeada por la pandemia y en donde habrían fallecido unas 15 000 personas, según el Registro Civil.

El general Víctor Araus, comandante de Policía de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), comentó que las zonas del Guasmo, Esteros, Trinitaria, Florida, Socio Vivienda, Pascuales es donde más reportes han surgido de los mismos vecinos que llaman, pero indica que también se dan casos en zonas residenciales.

Él destacó que no se han registrado agresiones a los uniformados cuando piden a los invitados que se retiren.

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Según el comandante, los policías atienden entre 30 y 40 llamadas los fines de semana y dijo que no hay juego del gato y el ratón. Cuando interrumpen la fiesta la celebración se acaba, pues se advierte al dueño de la vivienda que será sancionado.

“Los dueños de casa entienden que la multa que van a recibir es real y la fiesta termina”, insistió Araus, quien dijo que más de 114 000 personas han sido citadas por no respetar el toque de queda desde marzo y adelantó que el COE deberá decidir qué tipo de sanciones se aplicarán.

“Pueden incluso llegar a una investigación por desacato con sanciones de uno a tres años de cárcel, o pueden ser multados en el pago de impuestos o en los servicios básicos”, mencionó Araus.

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En Quito se han reportado 860 fiestas clandestinas, según el ECU911. (I)