Aunque los números aún no están totalmente a su favor la industria de línea blanca empezó a mostrar un leve crecimiento de ventas, según sus voceros. Tras las restricciones económicas y sociales generadas por la crisis sanitaria del coronavirus los pedidos de sus productos dentro y fuera del país empezaron. Todo esto en medio de un ambiente de optimismo, incertidumbre y planificación a corto plazo.

Ecoline es una de las cuatro grandes fábricas que en Ecuador se dedican a producir electrodomésticos como cocinas, cocinetas y refrigeradoras con una cobertura de ventas en todo el país y exportando a la Comunidad Andina y Centroamérica. Según su gerente general, Diego Malo, marzo y abril fueron meses “desastrosos”, porque todo se paralizó y recién a inicios de mayo reabrieron la planta con una autorización previa del Comité de Operaciones Emergentes (COE), aplicando protocolos de bioseguridad con sus obreros.

Desde entonces mantienen una jornada reducida de seis horas diarias en la planta. Esto significa el 75 % de su capacidad operativa y así se mantendrá hasta que termine el 2020. Redujeron de 405 a 355 sus empleados y estiman cerrar el año con el 65 % de lo planteado.

Publicidad

Aunque tiene claro que la innovación es parte clave de este negocio, explica que por ahora su prioridad es ser más eficientes en los procesos y reducir los costos para aplacar el descenso en las ventas.

Una de las empresas que más sintió el golpe del COVID-19 fue Indurama que en mayo pasado despidió a 630 trabajadores y que recién en este mes empezó a levantarse. Horst Moeller, su gerente general, calcula que las pérdidas para todo el sector representan aproximadamente $100 millones, pero desde que empezaron a reactivarse -en junio- notaron que los volúmenes de ventas han sido “menos malos de los esperados”, aunque su previsión en caída de ventas era del 45 % al 50 %, lo real es que están en el 40 %. Esto -aclara- no significa que estén del todo bien, pero sí menos mal de lo que se vaticinaba.

El porcentaje en la venta de cocinas se mantiene, pero las de refrigeradoras “grandes” y lavadoras creció. Explica que históricamente estos productos se venden a crédito para facilitar el pago a la gente, pero curiosamente en la pandemia eso cambió. “De lo que hemos escuchado (desde los almacenes) es que la venta al contado representaba el 25 % y ahora es del 45 %”, comenta Moeller.

Publicidad

Uno de los factores que habría incidido en esto es que las ventas por internet se incrementaron ante la cantidad de locales físicamente cerrados, aunque otra hipótesis es que la gente que fue despedida invirtió su indemnización en estos productos.

Lo que no se atreven como empresa es a planificar a mediano o largo plazo porque el mundo aún está en incertidumbre y por sus procesos se piensan para máximo 60 días.

Publicidad

Hasta antes del 17 de marzo, cuando empezó el confinamiento por el coronavirus, la multinacional Mabe producía 35 000 unidades, pero todo cayó en el 50 %, al igual que todo el sector, explica su gerente nacional, Carlos España.

Aunque sus ventas también van en crecimiento y cree que en agosto la curva comercial caída empezará a aplanarse. Está convencido de que habrá un “buen panorama”.

Los tres directivos coinciden en que por ahora los precios de las cocinas, lavadoras o refrigeradoras se han mantenido. Y en que factores externos también serán importantes para el crecimiento de este sector. (I)