"Ecuador enfrentará una de las elecciones más relevantes de su historia y, por ello, hoy, el mejor servicio que se puede dar a nuestro país es trabajar en la construcción de un camino que nos lleve lejos de la inequidad, el hambre, el desempleo y la corrupción", fueron las palabras con las que Otto Sonnenholzner renunció a la Vicepresidencia de la República y no descartó participar en las elecciones generales 2021.

Sin tener filiación o respaldo de ningún partido político, el 2 de julio pasado, desde Cuenca, el hasta ayer vicepresidente señaló que en los próximos días empezará a trabajar para que el Ecuador tenga una "opción" en las próximas elecciones presidenciales, en donde no necesariamente él participe.

En su discurso de despedida, el exvicepresidente agradeció al presidente Lenín Moreno por la confianza y el esfuerzo, pero también enfatizó en su independencia y el hecho de que no se siente "político".

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"Te pido que no creas en tanta mentira orquestada por los que le temen a la juventud, a las nuevas ideas y nuevas personas que quieren sacar a nuestro país adelante, a los que somos independientes y no le debemos nada a nadie", dijo.

Del lado del Gobierno, la mañana de ayer, Juan Sebastián Roldán, secretario general de Gabinete de la Presidencia, fue categórico en señalar: "El Gobierno no tiene candidato y no está pensando en las elecciones del 2021", sino en gobernar.

Aunque el radiodifusor de 37 años y vicepresidente de Ecuador por un año y medio no ha asegurado ninguna candidatura, varios colectivos y organizaciones proponen su nombre como candidato para la Presidencia de la República en la próxima contienda electoral.

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La primera organización en hacerlo ayer fue la Confederación Intercultural de Pueblos y Nacionalidades del Ecuador Amaru. Su vocero Alberto Simbaña Chusig dijo que el exvicepresidente es un hombre humilde, joven y sencillo y que lo apoyan para la candidatura a la Presidencia.

En redes sociales, con el hashtag #SigueOtto, varios colectivos de diferentes lugares del país comparten videos e imágenes de su gestión en la Vicepresidencia, resaltando sus recorridos en las 24 provincias del país y el uso de vuelos comerciales para sus viajes al exterior.

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Santiago Basabe, catedrático y analista político, considera que si el exvicepresidente apuesta por una candidatura, esta no será fácil porque carece de estructura partidista y tendrá que llegar a acuerdos con otros sectores, pues "no puede ser candidato por sí mismo y eso implica, por tanto, un proceso de negociación".

"No creo que sea un candidato al cual no haya que tomar en cuenta, pero tampoco creo que se deba pensar que es una candidatura prácticamente ganadora por sí y ante sí", agregó Basabe.

En tanto, Pablo Ruiz, catedrático y analista político, manifiesta que el exvicepresidente encaja en el prototipo perfecto del candidato outsider electoral, como en su momento lo fue Rafael Correa, y es un candidato en el que funciona el llamado "capital erótico" o atractivo físico que podría tener alguna repercusión en el electorado.

"El outsider que nunca ha estado en la política, pero se inmiscuye con un nuevo discurso de: no hay ideologías, hay que ser pragmático (...) El discurso de la antipolítica va a calzar, siempre y cuando él se distancie del Gobierno", añadió Ruiz. (I)

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