Aunque en las puerta de ingreso del cementerio Patrimonial de Guayaquil no existía un control de bioseguridad, cada una de las familias que acudieron ayer para visitar a sus difuntos tomaron las medidas necesarias.

Usaban tapabocas, llevaban gel antibacterial en los bolsillos y a pesar de la cantidad de gente y vendedores, los parientes intentaban mantener cierta distancia.

Llevaban globos y flores a las tumbas de sus padres, aunque muchos también iban a visitar por primera vez a los familiares a quienes perdieron durante la pandemia que desde marzo habría dejado cerca de 20 000 muertos, según un comparativo de las cifras del Registro Civil.

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En cada pasillo del camposanto había familias completas, incluso bebés en brazos ingresaron al espacio donde cada año por la celebración del Día del Padre acuden miles de personas.

En cambio, en el Parque de la Paz se conmemoró este día con una misa y un homenaje musical virtuales. (I)