“Gracias a los trabajos de prevención que se hizo hace un año, al poner un montículo de tierra con la maquinaría del municipio de Baños de Agua Santa, hizo que el deslave que bajó se desvíe y así se evitó una tragedia que hubiese sido la pérdida de vidas humanas”, fue el relato de Gonzalo Paz al narrar los efectos de las lluvias que hasta la madrugada de este domingo continuaban en el cantón.

Él, junto a otras familias, reside en el reasentamiento que se les dio en el sector de Río Blanco, parroquia Ulba, a los que vivían en Juive y fueron afectados por el proceso eruptivo del volcán Tungurahua. “Cuando bajó el deslave las familias estuvieron en sus casas, si no es por el montículo de tierra se les hubiese ido arrastrando”, sentenció.

En la mañana de este domingo, el prefecto de Tungurahua Manuel Caizabanda, el alcalde de Baños Luis Silva, la directora provincial del ministerio de Transporte y Obras Públicas Alexandra González y otras autoridades realizaron un recorrido por diferentes zonas del cantón que se vieron afectadas por las lluvias que no pararon durante 48 horas.

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Caizabanda indicó que el recorrido incluyó a Pondoa, La Pampa, Lligua, Río Blanco, Runtún, en donde se constató principalmente del colapso de varias vías por los deslaves como consecuencia de las fuertes y permanentes lluvias, ante lo cual se dispuso maquinaria para que se habiliten para la circulación automotriz.

En Lligua, advirtió que como consecuencia del temporal colapsó el sistema de agua potable, pero que con los trabajos que se van a ejecutar se habilitará en el menor tiempo posible el servicio.

También informó que la vía Baños-Puyo se mantiene cerrada porque en el trayecto hay algunos deslizamientos de material lodoso que se aspira a limpiar con la maquinaria de los diferentes organismos, pero recomendó a la ciudadanía en lo posible evitar circular por esta arteria vial y se tiene la necesidad de hacerlo lo haga con mucha precaución. (I)