Hasta fines de abril y primera semana de mayo el hospital básico IESS (Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social) Puyo atendía un promedio de 80 pacientes al día, pero en la actualidad llegan 150 a diario, según Heydi Barroso, directora médica de esa casa de salud en Pastaza.

De ese total de pacientes diarios, la mayoría tiene síntomas de COVID-19. “Estamos trabajando al límite, prácticamente aún no se rebasa la capacidad, pero en el área específica de sintomáticos respiratorios que se maneja hay grandes cantidades de carga viral. Por ello, pese al uso de prendas de protección, en los últimos días ha habido incremento de pacientes y se han tenido algunas bajas de médicos, enfermeros y auxiliares, señaló la directora.

Añadió que por la emergencia se tuvo que readecuar las áreas en el hospital. En donde funcionaba emergencia general se colocó el espacio de respiratoria para atender a los pacientes con COVID-19 o sospechosos.

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Explicó que el área de asintomáticos respiratorios se amplió de diez a trece camas, en donde la estancia de los pacientes es de tres a siete días dependiendo del estado, para darle el alta a domicilio

Aseguró que al ser un hospital básico no cuentan con terapia intensiva, que tienen una sala de críticos con dos ventiladores fijos e igual número de portátiles.

Madre pese a síntomas

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La directora informó que en esta semana se atendió a una paciente gestante de 40 semanas que según la prueba de hisopado PCR salió positivo para COVID-19. Por esa razón, desde antes se le dio seguimiento con visitas a domicilio por parte de los ginecólogos y alumbró en la casa de salud a través de cesárea programada con todas las medidas de bioseguridad.

Comentó que luego del alta las visitas a domicilio continúan con el fin de evidenciar la evolución de la cesárea y por parte de pediatría se le brinda seguimiento al recién nacido. Los dos se encuentran estables, la madre incluso no presenta ninguna sintomatología de la parte respiratoria y evoluciona bien de la cirugía, señaló. (I)