El prolongado cierre del puente internacional de Rumichaca, para evitar la propagación del COVID-19, ha generado el tráfico de personas, medicinas, dólares, drogas, mercancías, equipos informáticos, celulares, entre otros objetos, por pasos no autorizados.

Estas prácticas se vuelven usuales y cotidianas, especialmente en los sectores adjuntos al viaducto binacional, a través del río Carchi-Guaytara, que divide a los dos países.

Militares por aire y por tierra siguen a bandas de connacionales y extranjeros que lideran organizaciones dedicadas a este tipo de ilícitos.

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El plan Espejo, creado y coordinado por los ejércitos de ambos países durante la pandemia en esta parte de la frontera, radicaliza las acciones intentando desarticular estas bandas que estarían integradas por ciudadanos venezolanos.

Utilizando inmensos árboles, rocas, cables e ingeniosas tarabitas movilizan por el cauce del afluente a migrantes, viajeros, comerciantes o mercaderías entre ambos países.

A base del pago de determinados valores, que dependen del número de personas que van a pasar a uno u otro país o del peso o volumen de la mercancía que intentan mover sin documentación aduanera, negocian estos aparentes trabajos que están al margen de la ley.

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Franklin Pico, comandante del Batallón de Infantería Andes, explicó que diariamente realizan uno o dos sobrevuelos de reconocimiento a la frontera. Buscan no solo persuadir a los contrabandistas y gente que moviliza personas, sino orientar a los equipos de combate que están por tierra transitando por la zona para frenar estas irregularidades.

El domingo 7, Pico lideró la destrucción de un puente en el sector de Peña Blanca, en la parte intermedia entre Tulcán y Rumichaca, una vez que desde uno de los helicópteros fue detectada esta novedad.

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El militar ecuatoriano contó que finqueros y hacendados prestan sus propiedades, que están en la línea de frontera, para que estas organizaciones promuevan estos delitos a cambio de un peaje.

En tanto que el lunes 8, en el barrio La Frontera, a pocos kilómetros del puente internacional de Rumichaca, en Ipiales (Colombia), resultó aprehendido por la Policía colombiana Anderson Adrián A .L., oriundo de Venezuela.

Él es acusado de pertenecer a un grupo dedicado al tráfico de personas y sería parte de una de las seis organizaciones que operan en la frontera colombo-ecuatoriana, donde los viajeros pagan entre $20 y $60 por persona para ser pasados de país a país por el afluente, destacó la Fiscalía de Colombia.

Miguel Morales, comandante de Policía de Ipiales, dijo que Anderson A. fue capturado cuando coaccionaba a sus compatriotas, obligándoles a que le pagaran el dinero pactado que les permitió pasar ilegalmente de Ecuador a Colombia.

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Según los vecinos de esa zona, las bandas irregulares mueven a más de 300 personas diariamente por cerca de 37 pasos fronterizos que unen a Ecuador y Colombia.

El domingo 7, la policía y la guardia indígena destruyeron más puentes improvisados.

Una de las modalidades que han proliferado es el tránsito de mercancías sobre caballos, con jinetes cuyas edades oscilan entre 8 y 15 años. Por su edad no son juzgados por las leyes ecuatorianas. Esta dinámica se ha incrementado, a tal punto que el norte de Tulcán está colmado de caballerizas donde hay más de 500 acémilas que se dedican a estas tareas, especialmente en las noches o durante el toque de queda.

Los pasos no regulares que están cerca del puente internacional de Rumichaca, que han sido activados para el cometimiento de estas infracciones, han sido identificados como Las Casas de Aduanas, La Olla, La Tarabita, El Barrial, La Verbena, El Brinco, sobre cinco kilómetros por el margen de la ría. Tres más operan bajo el puente binacional.

Pico agregó que han destruido más de una decena de puentes que han sido inventados colocando largos arbustos que unen a los dos lados fronterizos sobre el río. No obstante son derribados, pero días después son nuevamente tendidos. (I)

Formas de trasladar productos en frontera

En poblaciones fronterizas existen grupos delictivos conocidos como “trocheros”, integrados por migrantes venezolanos. Con armas disputan el dominio de estos territorios, donde a cambio de dinero promueven varias actividades al margen de la ley. La guardia indígena resguarda sitios. (I)

Sitios controlados durante emergencia

Varios sitios están militarizados, pero siguen siendo una opción para mover mercaderías de forma irregular: 4 Esquinas, Río Carchi, 20 de Marzo, Tufiño, Urbina, El Carmelo, comunidades de Julio Andrade y barrios ubicados en el noroccidente de Tulcán.

Decomiso en zona fronteriza

En el barrio Clemente Guerrón, el último sábado se decomisó mercadería sin documentación.

Productos

Desde Ecuador, en cambio, llevan arroz, azúcar, huevos; se reemplazan sus marcas para ser comercializados.

Cifras:

  • 300 personas cruzan a diario de forma ilegal por 37 pasos fronterizos que unen Colombia y Ecuador. Contrabandistas realizan esta actividad.
  • 60 dólares pagan ciudadanos para pasar de Colombia a Ecuador y viceversa. El valor que cobran los contrabandistas va desde 20 dólares.
  • 8 años. Es la edad de los niños que son utilizados para cabalgar caballos en los que se trasladan productos de forma irregular en la frontera.