El “acceso ecológico’ que construye Petroamazonas en el bloque 43 (ITT) para conectar las plataformas Tambococha B e Ishpingo B tendrá una longitud de 8,1 kilómetros y cuatro metros de ancho. Tiene el 38 % (3,1 km) de avance y se finalizaría el próximo 4 de agosto.

Estos detalles los dio a conocer la mañana de este 8 de junio el gerente general de la petrolera, Juan Carlos Bermeo, en su comparecencia virtual en la Comisión de Biodiversidad y Recursos Naturales de la Asamblea Nacional.

Además, rechazó que lo que se construye sea una vía o carretera y que se haya “aprovechado la emergencia sanitaria” para expandirla como afirman activistas.

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Esto responde a una planificación. Nosotros empezamos la construcción el 27 de febrero”, indicó.

Bermeo también descartó que la obra aumente el riesgo de llevar el COVID-19 a las poblaciones vulnerables de la Amazonía como los pueblos no contactados: “Tenemos procesos rigurosos de control. Además, la vía será de uso exclusivo de Petroamazonas, de nadie más”, dijo.

El funcionario aseguró que se toman todas las medidas establecidas en el Plan de Manejo Ambiental aprobado por el Ministerio del Ambiente y Agua (MAE).

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Para concretar actividades de desbroce la petrolera realizó señalización del trazado de vía y sus márgenes izquierdo y derecho, colocó estacas. Antes del ingreso del personal se realizó dispersión de animales con ruidos fuertes y se hicieron recorridos para buscar fauna que necesite ser reubicada.

Luego entraron cuadrillas de obreros para desbroce manual con motosierras y machetes, consecutivamente ingresaron retroexcavadoras para desbroce mecánico de árboles grandes y raíces, según lo expuesto en la planificación del Programa de Reparación Ambiental y Social (PRAS) de los meses de marzo, abril y mayo.

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Es necesario mencionar que las actividades de desbroce siguen un trazado inicial; sin embargo, en el proceso de apertura pueden realizarse variantes con el fin de salvaguardar nuevos sitios de interés”, dice el documento de marzo.

Además, según el PRAS, se identificaron áreas biológicas sensibles (ABS), como cuerpos hídricos, puentes de dosel natural y árboles de interés (árbol de nivel emergente, árbol de fructificación y especie endémica). “Cabe mencionar que en función de resguardar o precautelar algunos sitios de interés por la apertura del acceso ecológico, técnicos del PRAS establecieron ABS adicionales”, indica el texto.

Sin embargo, el colectivo Geografía Crítica afirma que solo el simple hecho de que por el espacio construido pasen maquinarias pesadas ya demuestra que es una carretera.

No es un sendero ecológico, es una mentira de Petroamazonas. Según la RAE, un sendero es una senda, es decir, un camino más estrecho que la vereda, abierto principalmente por el tránsito de peatones y del ganado menor”, dice Manuel Bayón, miembro del colectivo.

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Para el activista, la construcción de esta nueva “carretera” exigiría traer lastre y material pétreo desde otras zonas: “Es mucho más ancha que un paso de ganado, con espacio para dos grandes maquinarias simultáneas, produce una alteración geomorfológica del terreno con elevaciones y socavones de más de 2 metros”.

Personal del MAE, que también estuvo en la sesión virtual, aseguró que han fotografiado animales en la parte construida del “acceso” lo que evidenciaría un menor impacto en la fauna del lugar. Además, se aseguró que personal técnico del MAE realiza acompañamientos diarios.

Geografía Crítica y miembros de comunidades waorani pidieron a la Comisión realizar una visita al sitio para constatar los trabajos realizados ya que tanto las organizaciones ambientales como los pueblos amazónicos no están autorizados para ingresar a la zona. (I)